Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Diplodo
Martes, 11 de mayo 2021, 00:38
Le decían el 'Cuatro dientes', trabajaba en la construcción. Era un hombre callado pero siempre sonreía ante las bromas. Nadie sabía mucho sobre su vida, salvo que, según decían, una vez se había hecho un tratamiento bucal con un dentista falso. Era alguien sin título que se dedicaba a estafar a las personas.
El 'Cuatro dientes' había empezado a tener problemas en la boca: gingivitis y mal olor bucal. Pero su trabajo no le permitía hacerse un tratamiento efectivo e higiénico. Además, por dejado, no quiso inscribirse en los programas odontológicos de la municipalidad de su comuna. Es así como terminó optando por un dato que le habían dado unos vecinos. Era una persona que cobraba barato. Eso era lo que más importaba: que era barato, nada más. Y es así como llegó a malas manos. El dentista falso le dejó peor los dientes. De tal forma que el 'Cuatro dientes' se sintió humillado y avergonzado por lo que decidió no volver nunca más a un dentista.
El trabajo en el que ahora se encontraba, era demandante y muy pesado. La persona a cargo de la sección donde el 'Cuatro dientes' trabajaba, era un hombre sin tino y de muy poco criterio. Le gustaba sentirse poderoso y tratar como inferiores a los demás. Uno de los que más tenía que soportar la mala fama de este jefe, era precisamente el 'Cuatro dientes'. Como no podía hablar bien (pues apenas se le entendía lo que decía, sin sus dientes), no le quedaba más que acatar. Sin responder, sin expresar lo que de verdad pensaba de alguna situación injusta. O siquiera para decir lo que opinaba sobre algo. Nada.
Un día, caminando por la calle, luego de una extenuante jornada laboral, vio a un sobrino suyo que caminaba con su hija. Se dieron un abrazo efusivo y el 'Cuatro dientes' saludó con un beso en la mejilla a la niña. Esta, en su inocencia, le preguntó al 'Cuatro dientes': «¿Por qué tu boca es tan rara?». Le dio tanta vergüenza, que decidió volver al dentista y hacerse un tratamiento. Esta vez, un dentista real. Así, se acogió a un programa odontológico de la municipalidad.
Un día, el jefe de su sección, con su actitud prepotente, dijo: «Oye, Cuatro dientes, ¿Por qué no te cantas algo? Ah, verdad que no puedes». Entonces, este se da vuelta y se pone a cantar un viejo tango. El jefe estaba atónito.
-Y no me llamo Cuatro dientes… Mi nombre es Raúl.
Los nuevos dientes de Raúl resplandecían. Luego de esto, el jefe no volvió a decirle nada.
OTROS RELATOS PUBLICADOS
Noticia Relacionada
Noticia Relacionada
Noticia Relacionada
Noticia Relacionada
Noticia Relacionada
Noticia Relacionada
Noticia Relacionada
Noticia Relacionada
Noticia Relacionada
Noticia Relacionada
Noticia Relacionada
Noticia Relacionada
Noticia Relacionada
Noticia Relacionada
Noticia Relacionada
Noticia Relacionada
Noticia Relacionada
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.