Localizan los cadáveres de Lourdes y su bebé: «Me llamó subida al techo del coche y me pidió que cuidara de sus otros dos hijos»

«Por desgracia nos acaban de confirmar que Lourdes y la bebé han aparecido esta mañana muertas y que gracias a la difusión un policía que las había encontrado se ha puesto en contacto con nosotros y nos lo ha confirmado. Hoy hay dos ángeles más en el cielo. Gracias a todos», escribía anoche una de las amigas de Lourdes en la red social X.

La última vez que se la vio con vida fue el martes alrededor de las 21.00 horas, en Paiporta, una zona muy castigada por el paso de la gota fría. Ella, junto a su bebé, Angeline, y su marido, Antonio Tarazona, fueron sorprendidos por una fuerte tromba de agua en mitad de una rotonda cuando volvían de visitar a la abuela de la niña.

Antonio ha ejercido de portavoz de la familia en diferentes medios con el objetivo de encontrar alguna pista para saber cuál era el paradero de Lourdes y el bebé. Lo último que supo es que la ayudó a subir al techo del vehículo, un Omoda negro. Él sí logró escapar del temporal tras ser arrastrado por la riada. «Lo último que vi fue cómo pedían auxilio desde el coche», lamenta el marido. Él intentó ir a por ellas pero le fue imposible y ha reconocido que ha tenido suerte de no haber muerto en el intento.

«Lourdes me llamó en ese mismo instante, estaba asustada y me dijo que intentaría aguantar lo máximo que pudiera, por su hija», relata Clara Andrés, niñera de la familia a ABC. «Me dijo que cuidara de sus dos hijos, ella ya se temía lo peor», añade la mujer. Instantes después, la llamada se cortó.

El marido de Lourdes, que había sido arrastrado por la corriente, pudo ser rescatado y trasladado a un pabellón polideportivo de Valencia. Sufrió una herida en una rodilla, pero se recupera de la lesión. Tras ser arrastrado por el agua, el hombre logró agarrarse a un hierro hasta que voluntarios de Protección Civil le echaron una mano. Su mujer había nacido en Venezuela hace 34 años y residía en Valencia desde hace un lustro.

Según los últimos datos oficiales, al menos 95 personas han perdido la vida en el desastre natural más catastrófico del siglo. Valencia ha sufrido la mayoría de las muertes por la dana que ha sepultado pueblos y ha llevado el caos a decenas de miles de personas.

La tragedia no para de sumar historias que encogen el corazón. Otra de ellas se registró en la comarca de los Serranos, en el pequeño pueblo de Sot de Chera. La fuerza de las lluvias ha provocado el derrumbe de una finca de cuatro alturas. Como consecuencia de los hechos un menor de cuatro años de edad falleció y su padre se encuentra desaparecido aunque se teme que pueda convertirse en la segunda víctima por las lluvias en la localidad.

Tanto la madre como otra hija de la familia estaban en el momento de los hechos fuera de la vivienda, por lo que han resultado ilesas. Al parecer tanto el pequeño como su padre eran los únicos ocupantes del edificio en el momento del colapso.

El niño y su padre estaban asomados por la ventana en la finca, en la zona de la Fuente de Santa María, cuando, debido a la gran fuerza del agua, la edificación se ha venido abajo en medio de un estruendo ensordecedor. El río Sot, afluente del Turia, ha visto aumentar su caudal de manera exponencial y ha invadido la población. Además de estas dos posibles víctimas mortales, alrededor de medio centenar de coches se han visto arrastrados por la fuerza del agua.

En l'Alcúdia, una madre y su hija fallecieron en la madrugada del miércoles en su casa. Al parecer la caída de mobiliario dentro de la vivienda situada en la zona centro de la localidad ha podido causar el fallecimiento de una de las mujeres de 50 años. Al entrar los servicios de emergencias también han encontrado muerta a su madre octogenaria.

Entre los fallecidos también hay personajes de cierta relevancia en la vida social de la ciudad de Valencia. Como Manolo 'El Guitarra', un antiguo frutero de 78 años y movilidad reducida. Según relatan los vecinos, era una persona muy implicada con los acontecimientos de la pedanía de La Torre. Era fallero de la comisión Hellín-Giménez de Costa, donde había sido directivo.