Borrar
LCD Soundsystem salva el arranque del BBK Live con su directo apabullante

Ver fotos

ignacio pérez

LCD Soundsystem salva el arranque del BBK Live con su directo apabullante

El catárquico disco punk de la banda neoyorquina propició el baile transversal en su exclusivo directo festivalero

josu olarte

Viernes, 8 de julio 2022, 07:38

En un cartel cuajado de artistas y grupos contemporáneos de distinto pelaje, los neoyorquinos LCD Soundsystem oficiaban en el 15 aniversario del Bilbao BBK Live en calidad de clásicos modernos. Una vitola que ostentan en virtud del poderoso influjo que han ejercido desde que su principal impulsor James Murphy ejerciera hace dos décadas de catalizador de un nuevo rock con pulso sintético y bailable que, catalogado como dance punk, revolucionó la escena neoyorquina en el nuevo milenio con grupos ligados a su influyente sello DFA como Rapture, Hot Chip, Radio 4 o Fischerspooner.

Celebrando el 20 aniversario de una andadura discontinua han resurgido los LCD en la postpandemia por la vía directa, encadenando conciertos retrospectivos y una única parada festivalera en Europa que dio proyección foránea a su presencia anoche en Kobetamendi. Su directo apabullante y salpicado de guiños melómanos fue la cima de la esperada jornada inaugural del BBK Live en la que concentraron el mayor gentío del esperado arranque del festival, que, no obstante, resultó un tanto anodino y estuvo lejos de los llenazos de las últimas ediciones prevíricas.

Lubricados por los seis conciertos encadenados la semana previa en el Brixton Academy de Londres, LCDSS desató una febril energía bailable con las múltiples referencias melómanas que mueven a su líder James Murply, empezando por clásico discotequero 'I Need Somebody to Love', de Sylvester, que sonó como intro, ligando a New Order con Daft Punk, evocando en lo vocal a David Byrne o remitiendo al post punk de Joy Division, a los que parecieron reciclar en la recta final.

Ignacio perez

Para desatar su híbrido de baile enfebrecido con guitarras, percusivos ritmos tribales y bases electrónicas generadas con sintes analógicos, Murphy se apoya en la apabullante banda que (con pocos cambios) le viene respaldando desde que optó por alternar la cabina de DJ con los conciertos. Un sexteto al que da cancha con doble presencia femenina y destacada aportación a las voces y teclados de la oriental Nancy Wang.

Después de 20 años de carrera interrumpida (optó por dejarlo entre 2011 y 2016), Murphy parece haber dado con una fórmula para hacer bailar tanto a rockeros indies como a 'joveznos' de la generación Z, combinando la contundencia de una banda de rock con beats discotequeros. Después de todo, Murphy pertenece a esa estirpe de rockeros melómanos que, a la manera de los músicos surgidos de la cultura extática y festera de 'Madchester', vieron su visión alterada por la euforia lúdica de drogas químicas ligadas al ámbito 'clubber'.

Y el poso de esa colisión dancerockera sigue marcando sus conciertos-sesiones que, como el de anoche, arrancó con cierta sutileza percutiva (James a las baquetas) evocando a Talking Heads en 'Get Innocuous!' para, en otro guiño musiquero, citar a los Kraftwerk de 'Radioactivity' en 'Can I Change my Mind'. Su iniciático 'Daft Punk is Playing in My House' supuso un primer aldabonazo de bombástico dance punk funk que dio paso a una cierta nostalgia electrónica muy New Order en 'You Wanted a Hit', cuya intro al piano devino en un arrollador crescendo de lisergia electrónica.

Presentando a sus músicos y recordando el tiempo pasado desde su última comparecencia festivalera, Murphy mostró su lado más artie en un remanso a medio tiempo con un 'Tonite' rescatado de su exitoso nº 1 USA y aún último disco 'American Dream', con el que entraron en la liga de los grandes festivales. El punto disco a lo Tom Tom Club de 'Yr City is a Sucker' tuvo su contrapunto en el tintineo de un metalófono que marcó el recuerdo hedonista a las amigos geniales perdidos que fue un 'Someone Great' recreado de su álbum 'Sound of Silver', que pasa por ser uno de los discos cruciales del pop del nuevo milenio y que ligaron con su no menos definitorio primer single 'Losing my Edge', en el que filtraron nuevos guiños a Daft Punk y al 'Don't Go' de Yazoo.

ignacio perez

Con obsesivos teclados ochenteros y una pulsión disco 4 x 4 muy Cerrone, 'Home' dio paso a «canciones que duelen», en referencia a una reivindicación del punk canónico en forma de versión «que quizás conozcáis» (no fue el caso) y su doliente balada en forma de torch song con alma que sugirió su 'New York, I Love You but You're Bringing Me Down' y que demostró que James, detrás de todo su sincretismo dance punk, sabe cantar.

El buen groove vía David Byrne regresó en una triada final que implosionó en una catarsis de rock bailable analógico con 'Dance Yrself Clean' y el hedonista epílogo punk funk a la manera de los Primal Scream exterminadores que evocó un 'All My Friends' que puso el broche a la parada bilbaína de su gira 'You are Here'.

Y, en un guiño casi irónico, sonó ambientando la marcha del personal el 'Eye in the Sky' de un Alan Parsons que causó baja en el último BBK Music Legends. Ahora solo queda esperar que el cacareado nuevo álbum del proyecto que lidera el también vinatero y hostelero Murphy esté a la altura de sus directos y de su prurito que le retrata como uno de los personajes con más amplio bagaje musical del planeta del rock milenial.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo LCD Soundsystem salva el arranque del BBK Live con su directo apabullante