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El germen de cualquier empresa es una buena idea. Pero de poco sirve si no cuenta con el capital necesario para materializarse. Y, luego, para crecer. El objetivo de B-Venture, las dos jornadas que organiza EL CORREO entre hoy y mañana, y que se han convertido en el mayor evento de emprendimiento del norte de España, es conectar a esas 'startups' que quieren convertir sus ideas en negocio con los inversores que tienen en sus manos hacerlo posible. «De aquí van a salir alianzas fructíferas para las iniciativas y sus promotores, y también para la sociedad y el aparato productivo en su conjunto», ha avanzado el director general de este periódico, Iñigo Barrenechea, durante el acto de inauguración en el Palacio Euskalduna de Bilbao.
No en vano, este acontecimiento patrocinado por el Departamento de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad del Gobierno vasco, la agencia de desarrollo SPRI, la Diputación foral de Bizkaia y el Ayuntamiento de Bilbao, ha ido creciendo con los años hasta reunir, en su novena edición, a más de 300 startups y más de 150 inversores y corporaciones. Por su parte, el programa de formación y aceleración B-Venture ha escogido a 24 de los 172 proyectos presentados, de los que 15 son vascos y un 40% está ya consolidado, para que expongan en profundidad sus propuestas con el reto de hacer 'match' con los inversores y que sumen así esfuerzos y arranquen -o escalen- estas empresas.
Es un acontecimiento que encaja a la perfección en la ambiciosa estrategia público-privada de fortalecer a Euskadi como origen y destino de estas iniciativas. «Queremos que el talento que se forma aquí arraigue nuestra tierra y que desarrolle carreras profesionales, carreras de emprendimiento por cuenta propia, pero también queremos atraer talento que ha nacido fuera. Esa es la estrategia que hemos desarrollado las administraciones públicas y lo que hacemos desde el Gobierno, desde la Diputación y desde el Ayuntamiento», ha resaltado el director general de Bilbao Ekintza, Javier Garciñuno.
«Contamos con un ecosistema empresarial que permite pilotar, que permite prototipar, que permite acercar y desarrollar proyectos de innovación dentro de ellas. Y con un sistema universitario y tecnológico que permite también acceder a capacidades tecnológicas que quienes desarrollen proyectos de emprendimiento pueden incorporarlas como propias», ha añadido.
Este año, a pesar de que las 'startups' participantes en B-Venture pertenecen a sectores muy diversos, muchas de ellas tienen un protagonista común: la inteligencia artificial. «Simplemente reflexionar acerca de si la IA puede ser la base, la referencia, para el funcionamiento de la economía o para valorar las oportunidades de inversión es la mejor metáfora del mundo en el que vivimos, en el que la innovación, la apuesta por un gran salto adelante en los productos, los servicios y los procesos que genera nuestro sistema son determinantes», ha comentado Barrenechea.
La diputada de Promoción Económica de la Diputación Foral de Bizkaia, Ainara Basurko, ha destacado que «ese emprendimiento avanzado es la piedra angular sobre la que construir y renovar el tejido empresarial», razón por la que su institución está intensificando sus esfuerzos «para fomentar tanto la cantidad como la calidad de las iniciativas emprendedoras». Es un trabajo que ya está dando resultados. «Nuestra tasa de actividad emprendedora ha crecido y se mantiene estable y la percepción social del emprendimiento ha mejorado considerablemente. Más personas consideran que tienen las habilidades necesarias para emprender y la brecha de género se ha reducido también significativamente», ha comentado Basurko.
Optimista es también la directora de Transformación Digital y Emprendimiento del Gobierno vasco, Leyre Madariaga. «Desde los años 80, el sistema público vasco ha liderado el apoyo a las nuevas empresas y a las personas emprendedoras, generando las condiciones de base y desplegando un conjunto de apoyos cada vez más completo y segmentado en función de las necesidades de los diversos colectivos emprendedores, equiparable a otros ecosistemas estatales e internacionales de referencia», ha explicado.
Eso ha convertido al ecosistema del emprendimiento de Euskadi en uno de los referentes nacionales e internacionales, pero Madariaga ha advertido de que no se puede caer en la complacencia. «La calidad de nuestras infraestructuras y de los programas impulsados por el sector público requieren de un esfuerzo para superar los déficits en el ámbito educativo en relación con el emprendimiento», ha afirmado, destacando que el País Vasco todavía ocupa «malas posiciones en el emprendimiento juvenil internacional», un problema que se debe resolver con mayor esfuerzo público-privado para desarrollar «apuestas educativas de largo plazo que promuevan e impulsen la vocación emprendedora».
Como dice el proverbio chino con el que ha concluido su intervención Madariaga, 'cuando soplan vientos de cambio, unos construyen refugios y otros construyen molinos de viento'. «Resulta obvio decir que vivimos en una época no solo de vientos, sino de vendavales, por lo que todas las organizaciones, públicas y privadas, estamos obligadas a construir molinos, por mucho que de entrada no sepamos muy bien cómo», ha sentenciado. B-Venture, asegura, es uno de esos molinos.
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