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El clítoris es el único órgano humano encargado única y exclusivamente de dar placer y, sin embargo, no se le ha reconocido como se merece. A pesar de tener un nombre universal, igual para casi todas las lenguas, esta parte de la anatomía femenina ... ha sido una gran desconocida, ignorada, repudiada e incluso mutilada. Las mujeres tardan más tiempo en descubrirlo pero, cuando lo hacen, saben que se trata de algo muy interesante. Los hombres contactan con sus genitales de manera natural desde pequeños. Lo sujetan al orinar, juegan con ellos e incluso, los comparan al llegar a la pubertad con sus amigos. Ellas lo tienen más difícil por estar estos más escondidos o protegidos. Incluso cuando se imparte anatomía en los colegios, se olvidan casi siempre de hablar sobre la existencia del clítoris.
Aunque parezca mentira, este órgano que suele habitar en los cuerpos femeninos (también en algunos masculinos), se ha empezado a conocer más hace relativamente poco. De la mano de una creciente educación sexual y de la industria del juguete erótico, que empieza a tenerlo en cuenta gracias a artículos como el famoso Satisfyer. Dado que las sexólogas tenemos mucho de qué hablar en torno a él, esta semana tenemos como colaboradora a Lucía Sánchez Fernández, matrona, sexóloga y doctora en Ciencias de la Salud.
El clítoris es una estructura con múltiples planos ubicada en la profundidad de los labios menores, entre el tejido vascular y los músculos del perineo. Posee un extremo visible en la parte superior de la vulva, llamado glande, junto a su prepucio, que lo cubre total o parcialmente. Este mide, en su cara externa, de 4 a 7 milímetros, no obstante, todo el cuerpo del clítoris, contando su parte interna, puede llegar a tener un tamaño de 15 a 23 milímetros en toda su longitud. Todo depende de si está en reposo o en erección, dado que tiene cuerpos eréctiles internos unidos entre sí (cuerpos esponjosos y cuerpos cavernosos). Su única función es el placer. Por si a alguien le suena, efectivamente, tiene las mismas partes y funcionamiento que tiene un pene, precisamente porque este, antes de llegar a serlo, era un clítoris.
Pese a todo este potencial, resulta que el clítoris ha estado oculto durante años. Como muchas partes del cuerpo usualmente femenino, ciertos médicos lo han minusvalorado tradicionalmente o se han atribuido su descubrimiento (ya lo hicieron Falopio o Bartolino). El más famoso fue Sigmund Freud, que llamó inmaduras a las mujeres que tenían orgasmos gracias a él (cuando es la principal fuente de placer). Tuvo que llegar Hellen O' Connell para, en 1998 (ayer, como quien dice), describir por fin toda su estructura y señalarnos todas las ventajas que, si bien ya se intuían, no habían sido definitivamente corroboradas.
Ello no consiguió que el clítoris recibiera y siga recibiendo ataques a diario. Por ejemplo, en nuestro entorno europeo, su ocultación es sistemática. De hecho, en muchos colegios todavía nadie enseña a los alumnos que el clítoris existe y dónde se encuentra. De hecho, en muchos casos ni siquiera se menciona la vulva en su conjunto, en su parte exterior. No obstante, sí se estudian las partes del aparato reproductor, internas, lo cual lleva a dos usuales errores. Por una parte, se suele llamar vagina a toda la vulva, cuando es un órgano interno. Y, por otra parte, aún existe la creencia de que únicamente con la penetración las personas con vulva disfrutan, cuando no es así en la mayoría de los casos, al ignorar en ésta el clítoris.
Para más inri, resulta que hay países donde todavía se mutila este órgano por diversos motivos. La mutilación genital femenina (MGF) ha sido realizada durante siglos en múltiples formas y lugares, sobre todo, en países de África y Oriente Medio. Rodeada de abundantes mitos, se alegan motivos como evitar una hipertrofia (que pueda crecer demasiado), excesivo deseo (para que la mujer sea fiel) o suciedad (cuando el clítoris se autorregula sólo). Sin embargo, es una cuestión de control de la sexualidad femenina, porque se busca garantizar la paternidad, el matrimonio y el estatus social.
Otra cuestión que se alega es la belleza, que nos toca mucho más de cerca. Si bien aquí no se considera bonita una vulva sin clítoris, aún se practica cirugía estética sobre los labios, cuando, por ejemplo, se considera que son muy grandes. Es importante reflexionar sobre esto, porque nadie debería necesitar hacer una modificación de sus genitales en una operación por una cuestión de estética.
Volviendo al clítoris, subrayar que creemos que tanto los ataques intelectuales que realizamos en nuestro entorno (al ocultarlo, por ejemplo, de los libros de la escuela) como los físicos que realizan en otros lugares (al cortarlo), no deberían seguir existiendo hoy en día. Deben ser erradicados porque las personas tienen todo el derecho a conocer su cuerpo y gestionarlo como crean conveniente.
Si llegadas a este punto, queréis mejorar la relación con vuestro clítoris, allá van unas sencillas propuestas:
- Míralo, por tu salud. Al igual que con toda la vulva, es interesante mirarlo de vez en cuando para chequear su estado. Muchas personas se han acostumbrado a no contemplarse nunca, de tal manera que, ante infecciones o problemas que podrían tener una rápida solución al tener en esa zona los primeros signos, éstos podrían empeorar por tardar en realizar una consulta profesional.
- Cuídalo, pero sin exagerar. Lavarlo con agua, por ejemplo, durante la ducha, retirando el prepucio para limpiar el esmegma que pueda haber adherido entre glande y prepucio, durante la higiene de los genitales externos, será suficiente. Recordad que el uso de jabones no está indicado y que la vagina no se lava por dentro (posee un mecanismo de autolimpieza).
- Reivindícalo, desde el respeto a ti misma. Tanto si estás tú sola o con alguien más, si deseas que el clítoris sea parte del juego, hazlo o pídelo. Tú también mereces recibir placer. Recuerda que no hay nada malo en disfrutar de tu cuerpo y de cuidarlo. No te sientas ni culpable, ni avergonzada ni sientas que debes mantenerlo en secreto, es muy saludable escucharte a ti misma.
- Conocer el clítoris es importante para hombres y mujeres. Saber sobre su anatomía y fisiología nos hará poder gozar y hacer disfrutar aprovechando todo su potencial si así lo deseamos.
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Si quieres contactar con el autor, Aritz Resines Ruiz, o con su colaboradora de esta semana, Lucía Sánchez Fernández, puedes encontrarles en www.xelebreak.com o @dra.lsanchez_sexologia_teruel
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