«Será otra temporada histórica»

Bilbao se volvió a teñir de rojiblanco. Después del triunfo en la final Copa del Rey cuarenta años después y de ver surcar la gabarra por la ría, la hinchada vislumbra con un irradiante entusiasmo e ilusión la llegada de la nueva temporada. El éxtasis todavía no se ha difuminado, ni mucho menos. Buena prueba de ello fueron los 47.845 espectadores que acudieron a San Mamés. Una cifra muy sustancial para tratarse de la jornada inaugural, a mitad de agosto. De hecho, el primer encuentro de la campaña pasada, una fecha marcada en el calendario como es el partido frente al Real Madrid, sólo superó a la asistencia contra el Getafe en poco más de mil personas.

Desde el mediodía, en muchos bares y restaurantes del Casco Viejo y distintas partes de la ciudad ya se empezaron a ver numerosas personas vestidas con camisetas del Athletic. Los sueños de los aficionados en torno a lo que pueden lograr los de Ernesto Valverde, en un año con cuatro competiciones por delante, se colaba en las conversaciones de muchas familias y cuadrillas. El optimismo era palpable. No son pocos los que contemplan una nueva gesta, ya sea entrar en Champions vía liga, repetir el hito copero, ganar una nueva Supercopa y, sobre todo, el anhelo general de conquistar la Europa League en San Mamés, algo que sería único en la historia del club.

Había muchas ganas de ver el pistoletazo de salida de una carrera que será tan larga –con un mínimo de 48 partidos– como apasionante para los rojiblancos. «Las vacaciones se agradecen, pero el verano se hace largo sin ver al Athletic», comentaba en la previa el socio Urtzi Bañales en la calle Licenciado Poza, con mucho ambiente pese a ser mediados de agosto. Un gentío que atestiguaba la ilusión que se vivía en la capital vizcaína. «Después de ganar la Copa y con el equipazo que tenemos, esta va a ser otra temporada histórica», apostaba Iratxe Reza. Ataviados con la camiseta y la bufanda del Athletic, calentaban motores para la gran cita.

En un bar próximo, Jurgi Gardeazabal resaltaba que «este año la Copa se nos queda pequeña, vamos a ir a por la final gorda, que la tenemos aquí en Bilbao». Esa final de la Europa League en San Mamés está en el imaginario de muchos aficionados. Sería el cénit para todo lo que rodea al Athletic. Aunque los propios jugadores recuerden que todavía está muy lejos, para algunos es inevitable mantener el sueño. Incluso otros hinchas son más ambiciosos y optimistas, como es el caso de Unai Bujanda, quien aseguraba ayer que «hoy empieza el sufrido pero precioso camino hacia la novena», convencido de poder ganar la Liga.

La plantilla que la campaña pasada logró el tan esperado sueño del Athletic, además de los fichajes de Álvaro Djaló y Andoni Gorosabel, hace soñar en grande a la parroquia rojiblanca. «Tenemos un equipazo, nos hemos reforzado muy bien y vienen chavales por abajo que van a dar la cara», decía Gardeazabal. Además, la continuidad de Nico Williams ha sido un gran estímulo para que aumente la ilusión por lograr cotas altas. «Que los jugadores importantes elijan quedarse después de una temporada tan buena es muy bueno para el Athletic», manifestaba Jon González.

Con este nivel de motivación de los aficionados, el empate a uno ante un Getafe con escasos efectivos estuvo muy por debajo de sus expectativas. Todos esperaban abrir la temporada con un triunfo que les mantuviera en esta gran ola de ilusión que se respira en Bilbao. No obstante, como ocurre con los profesionala afición ya está pensando en lo siguiente. Una cita con mucho morbo. El Athletic visitará el Estadio Lluís Companys el sábado 24 de agosto, a las 19.00 horas, para medirse a un Barcelona con el que los hinchas rojiblancos están muy molestos por los continuos rumores para tratar de fichar a Nico Williams, quien recibió una gran ovación por parte de San Mamés.

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