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«Señora, la operación quirúrgica a su marido ha sido un éxito, aunque al final ha muerto en el quirófano». Después de una victoria del ... Athletic sobre el Barcelona, su entrenador de entonces, Quique Setién, dijo algo parecido en la sala de prensa de San Mamés, aunque sin muertos: «Todo nos ha salido bien, salvo el resultado». Unas palabras antológicas, para enmarcar. Todo me ha salido bien en el examen, aunque he suspendido. Todo ha sido perfecto en el trabajo, pero me han despedido. Las ventas en mi comercio han sido excelentes, aunque he perdido dinero. Las vacaciones en las playas del Caribe, magníficas, aunque no ha dejado de llover en toda la semana que pasamos allí. Qué gran suerte he tenido en la Primitiva, aunque no acerté ni un número.
Pues al contrario que a Quique Setién y su Barcelona, al Athletic que jugó en Villarreal, casi todo le salió mal salvo el resultado, que, no nos engañemos, al final es lo único que importa. Se cumple ahora un año de la final de Copa que ganó en La Cartuja, y nadie se acuerda ya de que aquella noche, pocas cosas le salieron bien al equipo rojiblanco salvo el gol de Sancet al comienzo de la segunda parte y los benditos penaltis, porque ya podría haber hecho un partido excelso, inconmensurable, que, si por casualidad llega a ganar el Mallorca, nadie se acordaría más que del resultado y el juego solo serviría para lamentarse todavía más.
Pues en La Cerámica sucedió algo así. La primera parte fue para apagar el televisor y aprovechar para bajar la basura al contenedor con cuidado de poner cada cosa en el suyo, que si los envases en uno, papel y cartón en otro, orgánico en el correspondiente, y el resto en ese que pone 'resto'. Con cuidado y perdiendo el tiempo necesario para volver a casa a seguir viendo la tele. Y no digo lo de echar un cigarrito, porque no es saludable y además no he fumado en mi vida, aunque humo sí que eché, concretamente delante de la pantalla, viendo los primeros diez minutos.
Luego el temporal amainó un poco, aunque durante toda la primera parte siguió soplando el viento en contra, y ya en la segunda casi hubo calma chicha, aunque contra equipos contra el Villarreal nunca se sabe. Lo cierto es que al Athletic no le salieron demasiado bien las cosas, jugó deslavazado, con pocas conexiones entre las líneas y bastantes errores en la concepción y la ejecución de las jugadas, pero al final todo acabó bien, que era lo importante.
«Señora, la operación de su marido ha sido un desastre, sufrió dos paradas cardíacas, pero lo hemos recuperado y se ha salvado». Pues eso. Lo importante en una noche como la de Vila-Real era salir vivo del quirófano, y es lo que hizo el equipo de Valverde, que necesitaba al menos el empate para mantener las diferencias con los de Marcelino y, además, ganarles el average particular en caso de empate, algo muy importante si hay estrecheces al final del campeonato. Ahora, a pensar en Glasgow, en esa cita tan importante o más que la de La Cerámica, y en la que da la sensación, Sancet estará en plena forma.
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