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Hubo que esperar casi mes y medio para ver de nuevo a Oihan Sancet en el terreno de juego, concretamente 43 días, después del último ... problema físico sufrido el 23 de febrero. Aquella tarde, contra el Valladolid, marcó su decimotercer gol en la Liga, decimocuarto en total, y poco después el club informó de que sufría una «lesión muscular moderada en el recto femoral de su pierna derecha». Una vez más le tocaba parar porque venía de otra pausa larga por un «esguince en el ligamento lateral interno de su tobillo derecho», dolencia que le había frenado a finales de diciembre. Así que ayer fue noticia en Villarreal por reaparecer y ponerse a las órdenes de Ernesto Valverde. Una pieza clave en el sistema del Athletic cuando está en perfecto estado de revista.
La de febrero fue la quinta lesión del mediapunta en lo que va de temporada, una acumulación de contratiempos que le han impedido jugar con regularidad. Aun así, Sancet es el máximo goleador del equipo y sigue liderando la clasificación del Trofeo Zarra por delante de Ayoze Pérez (12). Si el físico le hubiera respetado, el navarro llevaría con toda seguridad más tantos en su cuenta particular. El caso es que es volvió a jugar después de otro mes y medio entre algodones y se le notó la inactividad. En el Estadio de la Cerámica, donde el Athletic sumó un buen punto en la pelea por la Champions, se le vio sin ritmo ni chispa, falto de velocidad y de sensaciones competitivas. En casi media hora que estuvo en el 'verde', tocó el balón 15 veces, dio siete pases buenos –ninguno clave–, perdió los cinco duelos librados y otros tantos balones. Le dio tiempo a rematar desde el balcón del área, pero la pegó mordida y el meta local atrapó la pelota con facilidad.
En la previa del choque frente al Villarreal, Valverde confirmó que Sancet estaba en perfecto estado de revista. Contra Osasuna le convocó pero le dejó en el banquillo, sin minutos, y anoche también le vistió de suplente pero le activó en la segunda parte. Le dio entrada por un gris Unai Gómez (m.63) y el navarro regresó a la competición. Nada más salir le hicieron una falta que el árbitro no vio, intentaba presionar la salida de balón del 'submarino' y el único remate que tuvo le salió flojo. Necesita pasar tiempo en el 'verde' porque solo así recuperará su mejor nivel, tan alto que resulta imparable e indetectable en el radar rival. La buena noticia de su regreso es que el Athletic podrá disponer de él en el momento clave de la temporada.
Porque un Sancet en condiciones es un tesoro. Hasta ahora, su récord habían sido los diez goles marcados en la temporada 2022-2023. Todos tenían el sello liguero y esculpieron la figura de un futbolista que más allá de su calidad también presume de dinamita. Luego bajó sus prestaciones, las lesiones le quitaron horas de juego y le restaron regularidad, una tendencia que se ha agudizado este año. Aún así, con 16 encuentros perdidos por diferentes problemas físicos –siete de Liga, seis en Europa, dos en Copa y uno en la Supercopa–, el de Mendillorri ha dado un paso adelante con una efectividad que le mantiene en lo más alto de la tabla de los máximos realizadores nacionales. Resiste en la cumbre, con Ayoze cerca, pese a sus ausencias.
En Villarreal se le vio con ganas, sin parar de correr y de ofrecerse, pero también con la lógica falta de ritmo causada por otra larga baja. El Athletic le necesita más que nunca porque la Europa League está a la vuelta de la esquina y queda poner el lazo a la Champions. La vida será más fácil con un Sancet pletórico.
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