

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
La cita de Villarreal estaba marcada en rojo y el Athletic ha salvado el compromiso amarrando un empate que le permite mantener la distancia y ... ganar el average particular, lo que, en la práctica, no deja de ser un punto más, que no está nada mal, sobre todo tal y como se habían puesto las cosas en el primer tiempo, cuando el Villarreal amenazó con llevarse por delante a un Athletic un tanto aturdido, que no veía la manera de quitarse de encima la presión del rival.
Los de Valverde pasaron un mal rato anoche en La Cerámica, el peor de toda la Liga. Nunca antes un rival les había sometido tanto como lo hizo el equipo de Marcelino en los primeros cuarenta y cinco minutos. Si no llegamos a tener la certeza de que el árbitro había contado a los jugadores de los dos equipos antes del saque inicial, cualquiera hubiera dicho que en el campo había más amarillos que rojiblancos, por lo menos un par de ellos más en el encuadre de la televisión.
El dibujo de Marcelino provocaba esa superioridad sobre el planteamiento de Valverde. No es cosa ahora de decir que el asturiano la ganó la partida a su colega, entre otras cosas porque no es la primera vez que el Athletic se enfrenta a un 4-4-2 sin mayores problemas. Pero quizá no se había enfrentado antes a un rival con tanta calidad de medio campo en adelante. Mientras los dos centrales rojiblancos tenían que lidiar a cuerpo limpio con dos morlacos como Ayoze y Barry, los laterales tenían que frenar las oleadas amarillas que partían desde un centro del campo donde una línea de cuatro futbolistas que ponen la pelota donde quieren superaba la resistencia de Jauregizar y Prados, desbordados cada vez que no llegaban a tiempo las ayudas de Unai Gómez y el mayor de los Williams, porque el pequeño tenía una noche como ausente y los amarillos superaban como quien lava la presión de Guruzeta arriba.
Es verdad que los hermanos protagonizaron la ocasión más clara del partido al borde del descanso, pero esas son las cosas que tiene el fútbol. Antes Unai Simón se había tenido que emplear a fondo para mantener al equipo de pie.
Ningún rival ha sometido tanto al Athletic como lo hizo el Villarreal en el primer tiempo. Afortunadamente, los rojiblancos llegaron vivos al descanso. En la caseta se pudieron recomponer, repasar las claves del partido y volver con otra cara. El segundo tiempo fue otra cosa porque el Athletic ajustó mejor las líneas y bajó los humos a un Villarreal que, perdido el impulso inicial, perdió también de vista el área rival, que tanto había frecuentado hasta la media parte.
El Athletic fue un equipo más reconocible y los cambios ayudaron a equilibrar el choque. Por esas paradojas del fútbol, cuando el partido perdió vértigo llegaron los dos sobresaltos más notables: el gol anulado a Barry por mano previa y la expulsión de Gueye que acabó por enfriar los ánimos de los locales.
Si en la primera parte daba la sensación de que había más amarillos en el campo, desde el minuto 82 hasta el 98 era un hecho cierto y constatable que había más rojiblancos sobre el césped. Los de Marcelino sacaron bandera blanca en el mismo instante en el que Melero enarboló la tarjeta roja, pero el Athletic no fue capaz de aprovechar la ventaja que disfrutó durante el último cuarto de hora. Su superioridad le sirvió para vivir mucho más cómodo y ahorrarse la embestida final que, sin duda, estaba preparando el Villarreal. En partidos como éste también es de agradecer la opción de acabar sin riesgo de infarto.
A estas alturas de la temporada todos los partidos se convierten en finales por la tendencia a la desmesura que impera en el fútbol y porque, efectivamente, el valor de los puntos sube en proporción a su escasez. Por eso, algunas finales se pueden ganar empatando, como le ocurrió anoche al Athletic. La jornada dejó las cosas como estaban, que no es poco porque ya queda una menos para alcanzar la meta. El Athletic sumó ese puntito que le permite mantener las distancias. Quedan ocho finales. El objetivo está un pasito más cerca.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El mastodonte de Las Contiendas y las diferencias con un mamut
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Favoritos de los suscriptores
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.