Tridimensional Zumeta
Mi reencuentro con el... Artium ·
miguel zugaza
Miércoles, 3 de junio 2020
Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Mi reencuentro con el... Artium ·
miguel zugaza
Miércoles, 3 de junio 2020
Es difícil escoger una sola obra de arte de una colección tan amplia e inspiradora como es la de Artium. Pensé primero en el magnífico cuadro conocido como 'La familia' de Vicente Ameztoy, prestado actualmente a nuestro museo con motivo de la retrospectiva dedicada al ... artista, sin duda una de sus obras maestras. Sin embargo, la reciente y sentida pérdida de José Luis Zumeta, otro de los grandes pintores vascos de la segunda mitad del siglo XX, ha terminado por inclinar hoy la balanza hacia su trabajo. Zumeta fue un artista precoz, el más joven de los integrantes del grupo Gaur y un experimentador constante con la pintura y su capacidad de expansión sobre el plano de estructuras formales e informales, de automatismos e imaginarios soñados o aprendidos. Un pintor natural de quien Artium conserva uno de los cuadros más importantes de mediados de los años 70, 'Hombres-Espacios-Cosas', donde aborda con un carácter monumental en un lienzo de casi 4 metros de ancho esa expansión abierta del color y la forma. Montado a modo de tríptico, la pulsión matérica nos remite a las experiencias tridimensionales de sus esculturas de caucho y, por supuesto, de los bajorrelieves de cerámica, como es el mural en el frontón de su pueblo natal en Usurbil.
'Hombres-Espacios-Cosas' ilustra un momento extraordinariamente original del arte europeo. La libertad expresiva que lo inspira debe mucho al gran momento del informalismo que Zumeta conoció directamente en París y en otras capitales de Europa. En sintonía con esas nuevas ideas de la pintura internacional, el crítico Moreno Galván en un temprano texto de 1969 decía de Zumeta que «trabaja para la prehistoria de un nuevo mundo». Sin duda, algo de ese afán tiene el tríptico del Artium por abarcar el mundo en su dimensión plástica pero también desde la posición 'política' del hombre en su contemporaneidad. En este sentido, su escala monumental nos remite inexcusablemente a la mejor tradición del muralismo del que beben también, no lo olvidemos, el propio Jackson Pollock y buena parte del expresionismo abstracto americano.
Puestos a revisar la pintura de Zumeta desde la perspectiva histórica, no quisiera dejar de relacionar su gran lienzo de Vitoria con el triunfo del color que representa la pintura veneciana a través del ejemplo de Tiziano, Tintoretto y por supuesto, en su particular deriva manierista, El Greco. Un vínculo con la tradición del color que compartió vital y artísticamente Zumeta con ese otro gran colorista que fue su buen amigo Rafael Ruiz Balerdi.
Noticia Relacionada
Noticia Relacionada
Noticia Relacionada
Noticia Relacionada
Noticia Relacionada
Noticia Relacionada
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.