Las ausencias escultóricas

Este trabajo se puede relacionar también con los que López produjo a fines de la década de 1990. En 1998, Maider López recibió una beca de artes plásticas de la Fundación Botín para cursar un máster de Bellas Artes en el Chelsea College of Art and Design en Londres. Se había graduado el mismo año en la UPV. Y la serie de obras que produjo durante los últimos dos años del siglo pasado se centró en explorar la materialidad de la pintura, así como su relación con la escultura, la arquitectura y, en general, con el espacio. Sus referencias iban desde la práctica artística de pintores del 'Color Field' (movimiento pictórico estadounidense) como Barnett Newman y Clifford Still, hasta investigaciones posteriores realizadas por defensores del arte conceptual, como el artista alemán Blinky Palermo, el francés Daniel Buren y el estadounidense Sol LeWitt. Su exploración formal del color y de su presencia física en el espacio la llevaron a producir monocromos sobre lienzo, pero también pinturas murales y papeles pintados. Al hacerlo reflexionó sobre la arbitrariedad de la distinción entre bellas artes y artes decorativas. En este contexto, Maider Lopez produjo en 1999 'Sin título', esta obra que se puede ver en el Artium. El título –o más bien, su ausencia– es una referencia clara al arte conceptual. Y es que los protagonistas de esta práctica artística rechazaban los títulos, sintiendo que estos reducían la libertad de interpretación del espectador. Suponían así que la obra tenía que hablar por sí misma, que fuese una experiencia que cada visitante pudiese enmarcar con su propia historia o su propio conocimiento. Refiriéndose también al Minimalismo, esa corriente que consideraba el espacio de exposición como una parte intrínseca de la obra y que contextualizaba la experiencia del visitante, esta pintura escultórica adopta de alguna manera la estética del famoso 'cubo blanco', un espacio que busca la neutralidad, y que también ejemplifica la arquitectura moderna.

Esta temprana serie de trabajos de Maider López no solo se centra en una exploración de la dinámica entre las artes y la arquitectura, sino que también revela un gran interés en el proceso creativo y el papel activo del espectador, algo que con el paso de los años se ha hecho todavía más evidente con proyectos participativos.