Carlos Torres, un banquero que huye de lo tradicional

En el breve currículo publicado en aquel momento por el BBVA para anunciar la sucesión, se explicaba que el nuevo presidente nació en Salamanca en 1966, «pero que se siente gallego como sus padres». Un guiño al origen de González, su mentor. Pero, ¿quién es Carlos Torres Vila? «Lo que está claro es que no es un banquero tradicional. Es un ferviente devoto de todo lo tecnológico, es casi una obsesión. Tiene muy claro cuál es el futuro del banco», aseguran a este periódico diferentes fuentes del sector que han tratado con él. Por ejemplo, siempre aprovecha la ocasión «para presumir de tener la mejor aplicación de banca móvil del mundo», según la consultora Forrester Research.

Su primera etapa la desarrolló en Endesa, donde fue director corporativo de estrategia desde 2002 y luego director financiero tras haber estado vinculado a McKinsey & Company entre 1990 y 2002 (fue socio desde 1997). No fue hasta 2008 cuando se incorporó a BBVA como director de estrategia y expansión corporativa, además de ser miembro del comité de dirección. Su formación ofrece un sinfín de pistas sobre qué tipo de banquero es. En 1988 se graduó con un Bachelor of Science (B.S.) en Ingeniería Eléctrica y un B.S. en Administración de Empresas en el Massachusetts Institute of Technology (MIT). Dos años después cursó un Master of Science (M.S.) en el MIT Sloan School of Management y en 1994 se licenció en Derecho por la UNED. Mucho término anglosajón. Mucha tecnología. Mucha digitalización. El futuro era esto.

En el tú a tú, en las distancias cortas, es una persona «muy cauta, muy poco política». «Habla con pasión de lo suyo, de la digitalización, pero evita entrar a cualquier trapo, como sí hacen por ejemplo González o Ana Botín», explican estas fuentes.

En lo profesional, desde su llegada a la presidencia, el mandato de Torres se ha visto marcado por una continua transformación tecnológica convencido de que la digitalización es una gran herramienta para reducir costes y acelerar la captación de nuevos clientes.

Su gran operación, hasta la fecha, se cerró a finales de 2020 al acordar con PNC Financial Services Group (PNC) la venta de su filial estadounidense por 11.600 millones de dólares (unos 9.700 millones de euros al tipo de cambio de entonces. Con el dinero obtenido por la desinversión en EEUU, Torres exploró una posible compra de Banco Sabadell, pero los contactos en aquel momento no fructificaron. ¿A la segunda será la vencida?