Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
El choque institucional sin precedentes entre el fiscal general del Estado y el Supremo ha hecho implosionar al Ministerio Público. El terremoto en la cúspide de la carrera fiscal ha llegado a sacudir los cimientos de una institución donde la negativa el pasado miércoles del ... máximo responsable de la institución a responder al juez del alto tribunal y sus acusaciones al instructor rayanas con la prevaricación siguen sin ser digeridas por una importante y muy influyente minoría de su cúpula.
Así las cosas, trece de los 36 fiscales de Sala, en una iniciativa sin precedentes, han decido dar el paso, salir del anonimato y unirse para firmar una carta en la que piden la inmediata dimisión de Álvaro García Ortiz, ya que sostienen que su actitud ante el magistrado Ángel Luis Hurtado fue «impropia de un Estado de Derecho». No obstante, el malestar y la conmoción en la cúpula de la carrera -según coinciden en señalar diversas fuentes- va más allá de esos firmantes, aunque varios de los fiscales de sala que han sido requeridos para unirse al documento han preferido no 'echar más leña' a un fuego que tiene todos los visos de convertirse en incendio.
Entre los firmantes de este inédito manifiesto -hecho público solo 48 horas después de que García Ortiz se convirtiera en el primer fiscal general del Estado en declarar como imputado en la historia judicial española- se encuentran algunos de los 'pata negra' de la carrera fiscal, entre ellos los cuatro fiscales del 'procés': Javier Zaragoza, Consuelo Madrigal, Fidel Cadena y Jaime Moreno. Los otros nueve miembros de la cúpula que piden la inmediata salida del cargo de García Ortiz son: Antonio Narváez, Elvira Tejada, José Miguel de la Rosa, Rosana Morán, Javier Huete, Pilar Martín Najera, Francisco Moreno, Manuel Moix y María José Segarra.
«La comparecencia del fiscal General del Estado para declarar como investigado en el Tribunal Supremo negándose a responder a las preguntas del magistrado instructor es impropia de un Estado democrático de Derecho. Puede hacerlo como investigado Don Álvaro García Ortiz, pero nunca el fiscal general del Estado que, pese a ser objeto de investigación penal por el máximo órgano judicial del Estado, sigue representando al Ministerio Fiscal entre cuyas funciones se encuentra la de velar por la independencia de los tribunales», afirman los fiscales críticos en referencia a la negativa del imputado a responder a las preguntas de Hurtado con el argumento de que «el instructor parte de una certeza que le impide descubrir la verdad», según argumentó en su interrogatorio el investigado. El fiscal general el miércoles solo respondió a su abogado porque la Fiscalía, representada por Ángeles Sánchez Conde, la número 2 de la institución y mano derecha del propio García Ortiz, se negó a preguntar a su superior alegando «conflicto de antijuricidad» ya que durante la instrucción -denunció- ha habido actuaciones «invasivas de los derechos fundamentales» del investigado.
«El avance de la instrucción de la causa en el Tribunal Supremo y sus hitos procesales, ampliamente difundidos en los medios, superan las previsiones más pesimistas en cuanto a la erosión padecida por el Ministerio Fiscal. El panorama se ve agravado por la insólita posición en que se encuentra la Fiscal actuante en la causa, contraria a la lógica procesal más elemental», lamentan los firmantes.
En su carta, dirigida directamente a García Ortiz, los fiscales 'rebeldes' le piden que renuncien al cargo por el «bien de la institución» porque –aseguran- «la imagen del Ministerio Fiscal que el fiscal general del Estado representa y la institución misma que debe salvaguardar están siendo sometidas una tensión insoportable» por el proceso abierto contra él en el Supremo por un delito de revelación de datos por haber supuestamente aireado un mail confidencial que el abogado del novio de Isabel Díaz Ayuso intercambió con el fiscal que le acusaba de dos delitos contra Hacienda y en el que el letrado admitía la comisión de esos dos ilícitos por parte de su cliente.
Sostienen los trece fiscales firmantes que la permanencia de García Ortiz al frente de la institución al mismo tiempo «que viene siendo investigado por la Sala Segunda del Tribunal Supremo» provoca «unos daños tan innecesarios como intolerables al prestigio de la Fiscalía», además de una «merma de la confianza de la ciudadanía en ella y un injusto pero real desánimo en la inmensa mayoría de los fiscales».
«Es necesario evitar la confusión entre la responsabilidad de la institución y la que pueda incumbir a quien ostenta su jefatura y representación», abundan los trece fiscales, que reprochan a García Ortiz que su insistencia por permanecer en el cargo «difumina nocivamente la delimitación de una y otra esfera».
Los firmantes subrayan al fiscal general que su «renuncia» no supondría «asumir o aceptar ningún tipo de responsabilidad» dejando «intacta la presunción de inocencia». Una salida -recuerdan a Álvaro García - que le abriría la «vía para defenderse con plenitud de medios y facultades procesales y máxima dignidad, dejando, eso sí, al margen a la institución a la que se debe».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.