David Puig, el amigo de Rahm que le acompañará en los Juegos de París

Era un todo o nada, una moneda al aire que por suerte para él salió cara. A 6.300 kilómetros, desde la tranquila Cáceres, aguardaba acontecimientos un Jorge Campillo que se quedó con la miel en los labios. Tras estar en Tokio por el positivo en covid de Jon Rahm, el extremeño, cuarto este año en el Myrtle Beach, no repetirá en París. Acompañará al vizcaíno el joven de 22 años nacido en La Garriga.

«Es un sueño hecho realidad, poder jugar los Juegos y representar a España es algo increíble. Además voy a hacerlo junto a Rahm, somos buenos amigos y es espectacular que yo vaya a jugar allí», valoró el barcelonés a los medios españoles desplazados, entre los que se encuentra EL CORREO.

Resulta casi un milagro que un jugador que lleva dos años en el LIV, circuito que no da puntos por jugar sin cortes, haya podido obtener tan preciado botín. Obligado por contrato a disputar los torneos de la liga árabe, Puig se ha buscado la vida las semanas que ha tenido libres para competir en el Tour Asiático.

En febrero dio un paso de gigante al conquistar el Abierto de Malasia. Sus aventuras lejos de Scottsdale, Arizona, donde, como Rahm, tiene fijada su residencia, le llevaron a ser segundo en el International Series Macau y quinto en el Saudi Open. De todos ellos sacó un buen puñado de puntos que le llevaron a tener la sartén por el mango en este US Open al que accedió a través de la previa.

El jugador formado en la misma Universidad de Arizona que el vizcaíno afrontaba un 'match ball' en Pinehurst. Si superaba el corte, la plaza en París era suya. Este US Open ha sido la criba para saber quiénes buscarán el oro en el Golf National de Versalles, donde acompañará a su amigo Rahm. «Entrenamos muchos días juntos», indicó Puig a este periódico. De hecho, esta semana compartían casa, pero la prematura retirada del de Barrika ha impedido que convivieran más allá de un día. El vínculo entre ambos va más allá, y es que su caddie, el mexicano Alberto Sánchez, estudió Comunicación con el vizcaíno mientras compartían habitación durante tres años. «Él sacaba mejores notas, estudiaba más», reconoció hace unos días a este periódico.

La carrera hacia los Juegos Olímpicos alcanzó la recta final a inicios de este año. Entonces Pablo Larrazabal se posicionaba como principal candidato, pero la reciente paternidad del barcelonés le ha apartado de torneos en los que habría rascado más puntos. Sin hacer ruido, Adrián Otaegui se unió a la pelea gracias a su triunfo en el Open de China. Necesitaba el donostiarra superar el corte en el PGA Championship, en mayo, pero no lo consiguió. En paralelo, Nacho Elvira cogió turno en la cola con su triunfo en el Soudal Open, pero el santanderino dilapidó sus remotas opciones al eliminarse en el Abierto Europeo. Campillo se quedó a punto... pero Puig fue escalando posiciones hasta conseguirlo en el último suspiro.