«Vi facturación falsa», asegura un ex trabajador de Isabel Pantoja

Quizá el testimonio más polémico fue el de José Andrés Ponferrada, un trabajador del restaurante que la cantante montó hace unos años. «Yo vi muchas cosas. Facturación falsa. Me obligaron a hacerlo. Si se habían hecho 70 euros en caja, en el libro tenía que constar que habíamos facturado tres o cuatro mil euros», denunciaba. Lo divertido es que el entonces camarero sostenía que tenía que inventarse los comensales y lo que habían comido para poder cuadrar las cuentas. «Me hicieron firmar un contrato de confidencialidad para que no contara nada», censuraba. E iba más lejos cuando descubría que Pantoja jugaba a dos bandas por aquel entonces: «Por la mañana venía con Diego Gómez y por la noche, con Julián Muñoz». Según el ex trabajador, Muñoz solía acudir con maletines, «y se los subía a ella arriba», exponía.

El documental llamó también a Ramón Calderón, abogado de Pantoja en aquellos años, pero tampoco consiguieron material. «No voy a hablar más de esto, que me ha dado muchos dolores de cabeza», se disculpaba. Algo parecido ocurría con el ganadero que, supuestamente, compró en su día la parte de Cantora que vendió la folclórica. «No puedo decirte nada, lo siento mucho. Solo que una mitad están chalados y los otros no saben lo que dicen», opinaba el profesional del campo. La que sí concedió una entrevista, aunque tampoco se explayó en exceso, fue Chabelita. Los periodistas fueron a buscarla al programa de Ana Rosa Quintaba y la abordaron entonces. Isa daba una de cal y una de arena, apoyando a su progenitora en algunas cosas y a su hermano, en otras. Nadar y guardar la ropa suelen llamarlo. Lo que sí afirmó la joven es que no le extrañaría nada que su madre abandone el país. «Algunas voces apuntan a que Isabel quiere vender todas sus propiedades en España y marcharse a América», dejaba caer la periodista. Y Chabelita no torcía el gesto, más bien corroboraba el apunte. Poco más dio de sí la pieza, que luego pasó a analizar la herencia de Maradona, y para vincular las dos historias barruntaron que el futbolista argentino era un fanático de la tonadillera y hasta llegó a solicitar un 'vis a vis' con ella cuando estaba en la cárcel. Al parecer, le denegaron el encuentro.