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El subfluvial de Lamiako, el doble túnel bajo la ría con dos carriles por cada sentido de circulación proyectado por la Diputación como alternativa al puente de Rontegi, por el que circulan una media de 140.000 vehículos diarios, se abre camino tras más de ... año y medio de estudios. Cerca de 200 sondeos geotécnicos realizados en tierra y mar -15 de ellos ex profeso para este proyecto- han permitido caracterizar los terrenos que atravesarán las dos galerías y sacar ya algunas conclusiones. La primera, que la infraestructura avanzará entre las rotondas de Artaza, en los términos municipales de Getxo y Leioa, y la de Ballonti, bajo el centro comercial del mismo nombre, entre Portugalete y Sestao. Además, sólo 200 metros del trazado, que será finalmente de 3.037 metros de longitud, discurrirán sumergidos. El túnel alcanzará los 40 metros de profundidad en su parte más baja, el doble que el metro en la estación de Moyúa, por poner un ejemplo. Todo un hito en la obra pública en Bizkaia.
Así lo anunció ayer el diputado general, Unai Rementeria, el mismo día que la Diputación sacó a licitación por un importe de 10,5 millones de euros el proyecto constructivo que deberá arrojar toda la luz sobre cómo encajar una infraestructura de vital importancia para el territorio, porque «completará, junto con la segunda fase de la Supersur, la gran variante de la Bizkaia metropolitana, que va a revolucionar y transformar la movilidad en el territorio», en palabras del máximo responsable foral.
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Una vez adjudicado este plan, en un plazo de tres o cuatro meses, los técnicos de la ingeniería que se haga con él -el concurso tiene carácter internacional- dispondrán de otros 33 para presentarlo, según indicó el diputado de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, Imanol Pradales. El proyecto constructivo, subrayó, será «el manual de instrucciones para ejecutar y poner en servicio el túnel», que saldrá bajo la rotonda de Artaza, se desviará hacia Leioa para pasar junto a la depuradora de Lamiako, discurrirá bajo la ría cerca de la dársena de La Benedicta -que evitará- y saldrá a la superficie en la glorieta de Ballonti, en Sestao.
Los estudios realizados hasta el momento por la ingeniería Sener han permitido conocer inicialmente el subsuelo para elegir el mejor trazado posible, «el más seguro», analizar la incidencia que el túnel tendrá sobre el tráfico y avanzar el coste de la obra, que oscilará entre los 337 y los 403 millones de euros, según el método constructivo que se elija para la excavación del túnel.
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Hasta seis alternativas barajaron en un principio los expertos para definir el trazado del subfluvial. La profundidad y la mayor presencia de roca frente a terrenos saturados y aguas redujeron a tres las opciones. Y finalmente se decantaron por el recorrido más largo, de apenas tres kilómetros, porque también permite el uso de cualquier técnica de construcción.
Pero, ¿cuál es el método más adecuado para excavar la infraestructura? Ese será otro de los aspectos que deberá despejar el proyecto constructivo, para lo que será necesario acometer nuevos sondeos geotécnicos, especialmente en Lamiako, por la presencia de una zona de limos. Tres son los métodos compatibles con la obra: la tuneladora, una maquinaria inédita en Bizkaia que supondría un coste de 367 millones; el sistema de cajones, valorado en 403; y el método convencional o nuevo método austríaco de construcción de túneles, que exigiría un desembolso de unos 337 millones.
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Un panel de expertos locales e internacionales con experiencia en la construcción de subfluviales y la ejecución de obras especialmente complejas ayudará a definir todos los aspectos del proyecto, que deberá estar listo para el primer trimestre del año 2023. Para esa fecha, la ampliación de la Variante Sur Metropolitana (VSM) hacia la Meseta ya será una realidad y será entonces cuando arranque la construcción del túnel bajo la ría, que se prolongará durante cuatro largos años.
Si se cumplen las previsiones, la nueva infraestructura entrará en servicio a principios de 2028 para captar una media de 51.000 vehículos diarios. El subfluvial sacará entonces a 14.000 conductores de La Avanzada, a 18.000 de la recta de Max Center y a 35.000 del puente de Rontegi, que por fin podrá tomarse un respiro.
Una solución para la red viaria vizcaína. Variante metropolitana. La red viaria vizcaína soporta tres graves problemas: la falta de capacidad, el problema del mallado al ser Rontegi el único paso para sortear la ría y la vulnerabilidad en caso de accidente. Y fruto de ello sufre dos efectos directos: la congestión y el sobrerrecorrido. Para atajar esta situación la Diputación planteó hace año y medio la gran variante metropolitana de Bizkaia, con dos patas esenciales, la Supersur y su ampliación hacia la AP-68 y el subfluvial de Lamiako. «Con esa variante resolveremos tres problemas de golpe», defienden desde la Administración
51 millones de vehículos cruzan Rontegi al año. Saturación. Casi 47 años después de su inauguración, el puente de Rontegi sigue siendo la única alternativa para enlazar por carretera las márgenes izquierda y derecha del Nervión. El viaducto, que soporta una media de 140.000 vehículos diarios -lo que supone 51 millones cada año-, necesita un respiro. Las mejoras que ya se acometen en el enlace de Kukularra, en Erandio, y las previstas en el intercambiador de Cruces aliviarán la situación. Sin embargo, el verdadero alivio llegará en 2028, cuando el subfluvial saque del puente 35.000 vehículos cada día.
Tres minutos de recorrido y sin peaje. Comodidad. Los 13 kilómetros que ahora unen a través del viaducto que hunde sus cimientos en Barakaldo los municipios separados por la ría se recorren en 10 minutos si hay suerte y no se han producido atascos. Cuando el doble túnel cumpla su función dentro de ocho años, los conductores podrán pasar de un lado a otro en apenas tres minutos. Es la principal ventaja que ofrece el gran proyecto de la Diputación para la próxima década que, además, estará libre de peajes. Lo contempla la norma foral al tratarse de una obra «alimentadora» de la autopista.
Límite de 80 kilómetros por hora para circular. Seguridad. Los responsables forales tomarán como referencia el límite de 80 kilómetros por hora establecido en los túneles de Malmasin o Artxanda por motivos de seguridad para conducir por el subfluvial, una doble galería con dos carriles por cada sentido de circulación que cubrirá un recorrido total de 3.037 metros. 200 y 195 metros más, respectivamente, que las otras dos opciones que han barajado los técnicos encargados del estudio de viabilidad. El recorrido bajo la lámina de agua será de 200 metros, frente a los 520 y 530 de las otras dos alternativas.
Una obra que costará entre 337 y 407 millones. Según cómo se ejecute. El 'gemelo' del puente de Rontegi podría exigir una inversión de hasta 407 millones de euros en función del método constructivo que se elija. En el trazado por el que se han decidido los expertos encajan todos: la tuneladora, que nunca antes se ha empleado en Bizkaia y elevaría el coste a 367 millones; el de cajones, que fue la solución adoptada para ejecutar algunos tramos del metro como el de Olabeaga y dispararía el presupuesto hasta los 407 millones; y el método convencional o austríaco, que podría rondar los 337 millones de euros.
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