XLSemanal. Así que ahora nos vamos de 'tardeo' (TardeAR) de cinco a ocho.
Ana Rosa Quintana. Sí, casi todos tardeamos tras el trabajo: quedas con gente con la que te apetece pasar un rato divertido y agradable.
XL. Y estaba harta de madrugar...
A.R.Q. Es duro, pero tras 19 años me había acostumbrado. Ahora tengo el ritmo de vida totalmente cambiado [ríe].
XL. ¿Qué tal se encuentra?
A.R.Q. Gracias a Dios, muy bien. Los análisis mensuales y las revisiones trimestrales confirman que va todo bien.
XL. ¿Y los médicos le dicen que tardear como va a tardear le viene bien?
A.R.Q. A estas alturas, los médicos ya me han dejado un poco por imposible [ríe], pero ellos están contentos con mi evolución y entienden que es mi trabajo. Yo creo que seguir trabajando es muy sanador y que me viene muy bien recuperar mi vida tal y como era antes.
XL. Competirá con La Promesa, La señora, Y ahora Sonsoles, con Todo es mentira, con La plaza de La 1, el nuevo programa de Jordi González… ¿Quién será su rival más fuerte?
A.R.Q. Todos son muy buenos, pero cuando empieza una temporada se reparten de nuevo las cartas. Yo voy a por todas: a ser líderes de audiencia y a consolidar otra vez las tardes en Telecinco. Pero aquí todos somos muy listos y hay muchos jugadores en la mesa.
XL. TardeAR ha fichado a Alaska y Mario Vaquerizo, Vicky Martín Berrocal, Antonio Hidalgo, Manu Marlasca… Y seguro que se estrena con un exclusivón.
A.R.Q. En ello estamos [ríe].
XL. ¿Nos sorprenderán el lunes con la primera entrevista a Daniel Sancho o a Jennifer Hermoso…?
A.R.Q. Bueno, esos han sido los temas de este verano y aún están ahí coleando. Lo de Sancho es complicado, pobre familia.
XL. ¿De las mañanas ya se olvida para siempre o le ronda un `hasta luego´?
A.R.Q. En mi vida nunca sé lo que va a pasar [ríe]. Yo ahora estoy focalizada en las tardes, en que acertemos con lo que le puede gustar a los espectadores; y eso nunca se sabe, porque si fuera una ciencia exacta la harían los bancos.
XL. Posee el 51 por ciento de una de las productoras mejor posicionadas en el sector audiovisual. Sus programas se emiten en las principales cadenas nacionales y autonómicas, en horarios prime…
A.R.Q. Y estamos trabajando en series y documentales para plataformas como HBO, Amazon…
XL. Eso se traduce en poder, control de los medios, presión… ¿puede llevar la vida tranquila que a lo mejor necesita?
A.R.Q. Pues yo, la verdad, es que vivo tranquilísima: hago mi trabajo, vengo a mi casa, mis hijos pequeños —que ya tienen 18 años— están bien; sigo manteniendo mi vida de siempre: vivo en la misma casa desde hace treinta años, tengo los mismos amigos, me gusta hacer las mismas cosas… y no tengo tanto poder; porque si lo tuviera, no me darían tantos palos. Porque ¡anda que no me los han dado y me los siguen dando!
XL. ¡Al revés! Los palos están en proporción al poder, del 'mindundi' nadie se ocupa.
A.R.Q. No lo sé, a lo mejor es porque llevo demasiado tiempo o porque en nuestro caso somos dos mujeres las propietarias de la productora. A compañeros míos que tienen productoras como Globomedia, La Fábrica de la Tele, Bambú… no les preguntan cuántas series tienen ni qué programas hacen ni les dan tantos palos. Siempre el trato es distinto cuando los que están al frente son hombres.
XL. A lo mejor es porque ellos no tienen su exposición mediática ni se han mojado tanto frente a la audiencia.
A.R.Q. Puede que esa exposición influya, pero no creo que sea solo por eso.
XL. ¿Le preocupa lo que dicen de usted los haters en las redes?
A.R.Q. No, ni me entero ni los sigo, la verdad: no me preocupa lo que no veo. Ojos que no ven, corazón que no siente. Estoy en Twitter porque me interesa seguir a determinadas personas muy concretas y porque es una red me da mucha información, pero nunca interactúo.
XL. ¿Tampoco las personas de su entorno le comentan las cosas que se dicen ni tiene gente encargada de llevarle las redes?
A.R.Q. Si ha ocurrido algo muy gordo acabo enterándome, claro, pero no utilizo las redes prácticamente para nada y no me preocupa el tema de los seguidores [ríe]. Bastante expuesta estoy ya. De hecho, no recuerdo si llegué a poner en Instagram mi despedida del programa hace seis meses. No tengo a nadie que me lleve las redes. Creo, además, que te quitan mucho tiempo. Tú me conoces y sabes que a mí no me gusta ir retransmitiendo mi vida; soy bastante normal con mis cosas y me gusta mi privacidad.
XL. ¿Tardear en el mismo plató que Sálvame (al que sustituye) le resulta incómodo?
A.R.Q. No; además, yo soy muy defensora de La Fábrica de la Tele [se ríe]. Hay distintas opiniones al respecto, pero yo creo que han sido muy creativos y que han creado un mundo en televisión que, como nos ocurrirá a todos, tuvo una última evolución que no fue tan brillante como la primera. Pero a mi me parecen gente muy creativa que saben hacer muy bien la televisión, independientemente de que podamos discrepar o no en determinadas cosas. Estoy hablando profesionalmente, como productora.
«Ahora desayunaré fuerte para no comer antes del programa: tostada con aguacate, huevos revueltos, alguna pieza de fruta, zumo de naranja y café con leche».