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Joseba Asiron y Cristina Ibarrola, durante el pleno en el que la dirigente de UPN fue nombrada alcaldesa. Europa Press

Los socialistas cruzan otra línea roja al dar la Alcaldía de Pamplona a Bildu para quitar a UPN

El PSN anuncia su apoyo a Asiron en una moción de censura apenas un mes después del respaldo abertzale a Sánchez

Miércoles, 13 de diciembre 2023, 08:15

Ya no. Al PSOE, al menos en Navarra, ya no le hace falta que la izquierda abertzale complete su recorrido ético y condene el terrorismo de ETA para otorgarle el poder. En una operación de profunda trascendencia política con incalculables consecuencias, el socialismo ha cruzado ... este miércoles otra de sus líneas rojas históricas –probablemente la penúltima a falta sólo de gobernar en coalición– en el acelerado proceso de normalización política de EH Bildu. Por primera vez sus votos, los del PSN en concreto, servirán para hacer alcalde, en este caso de Pamplona, a un representante de la coalición soberanista. Joseba Asiron recuperará así la makila el 28 de diciembre en una moción de censura contra Cristina Ibarrola, actual regidora por UPN.

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Con la política española inmersa en el enfrentamiento por las cesiones de Pedro Sánchez al independentismo, el acuerdo entre EH Bildu y PSN ha sacudido el tablero mucho más allá de la capital navarra. No en vano, nunca antes los socialistas habían cerrado un pacto para aupar a dirigentes abertzales a responsabilidades de tal entidad -sí le otorgaron en octubre la presidencia de la Federación Navarra de Municipios- bajo el argumento de que la formación de Arnaldo Otegi no se ha desmarcado por completo de la violencia de ETA. El primer entendimiento ha llegado sin que ese paso se haya producido y apenas un mes después de que la coalición soberanista respaldara la investidura de Sánchez con un apoyo que reivindicó como «gratuito» para frenar a PP y Vox.

El socialismo da ahora, una vez asegurada la formación del Gobierno central, el salto que no quiso dar en junio, en vísperas de las elecciones generales, por temor a sus efectos. Y es que los números ya daban entonces y no han cambiado. Hay que recordar que UPN ganó las municipales de mayo con 9 de los 27 concejales del pleno, seguida muy de cerca por EH Bildu (8). Asiron se postuló para el cargo que ya había ocupado entre 2015 y 2019, pero el PSN (5) se abstuvo y facilitó la proclamación de Ibarrola por mayoría simple. La entonces líder municipal de los socialistas, la ahora ministra Elma Saiz, fue tajante en su negativa a investir al dirigente abertzale, al que acusó de practicar la «imposición». «No, rotundamente no», clamó.

La opción de una moción de censura, sin embargo, ha sobrevolado el pleno municipal en estos escasos seis meses de mandato. El propio PSN venía emitiendo bocinazos contra las formas de la alcaldesa regionalista –con un margen de maniobra muy limitado por su debilidad aritmética–, aunque al mismo tiempo se distanciaba de cualquier operación política para desalojarla. Incluso Sánchez presumía hace sólo un mes, en su debate de investidura y frente a las críticas de la derecha, de haber cerrado el paso a EH Bildu en la capital navarra. «¿Quién gobierna el Ayuntamiento de Pamplona? ¿Con qué votos?», le preguntaba retóricamente al diputado de UPN ante el aplauso generalizado de la bancada socialista.

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Ibarrola les llama «miserables»

Dentro de dos semanas, el escenario girará 180 grados. El PSN lo justifica «por responsabilidad, porque Pamplona «necesita un cambio tras años de parálisis». El encargado de defender públicamente la maniobra ha sido Ramon Alzórriz, secretario autonómico de Organización y uno de los principales artífices –junto a Santos Cerdán– del acercamiento a EH Bildu que ha permitido a María Chivite gobernar Navarra desde 2019. El dirigente se ha esforzado por desvincular este movimiento de la investidura de Sánchez –«no debemos nada a nadie»– y ha subrayado que el acuerdo firmado compromete a la izquierda abertzale, entre otras cosas, al «reconocimiento y reparación de las víctimas de ETA», un paso que en realidad ya había dado.

Lo que, al menos por ahora, no hará el PSN es entrar a formar parte del equipo de gobierno que diseñe Asiron, que probablemente incluirá a Geroa Bai (2 concejales) y Contigo Zurekin (1) en un tripartito de corte progresista. Y eso pese a que el propio dirigente abertzale ha abierto la puerta a los socialistas: «Nos encantaría que el PSN forme parte del Gobierno, venimos de dos legislaturas con un trabajo muy satisfactorio». El exalcalde, que volverá a alzar la makila cuatro años y medio después, se ha mostrado visiblemente satisfecho por el entendimiento y se ha ofrecido a ponerse a trabajar desde ya «para dar respuesta a las necesidades de la gente» bajo tres premisas compartidas: «Convivencia, entendimiento y consenso».

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La moción de censura privará a UPN de su principal feudo en la comunidad foral y amenaza con extenderse a otros municipios con similar escenario político como Valle de Egüés, Barañain y Estella. La formación regionalista ha roto relaciones con el PSN por «entregar Pamplona a los terroristas», mientras que la todavía alcaldesa, Cristina Ibarrola, quien habla de un «pago del impuesto revolucionario», ha retado a los «miserables» dirigentes socialistas a explicar su acuerdo con «los herederos de ETA»: «Les animo a salir a las calles de Pamplona y hablar cara a cara con los ciudadanos. Sean valientes y díganles a la cara lo poco que les importa esta ciudad con tal de mantener su sillón».

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