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El oasis era un espejismo

El oasis era un espejismo

La dura sentencia del 'caso De Miguel' demuestra que también hay vascos, nacionalistas para más señas, que se creyeron intocables para enriquecerse a costa de la Administración

Martes, 17 de diciembre 2019, 12:16

En marzo de 2015, tras hacerse público el auto del 'caso De Miguel', Andoni Ortuzar lamentaba en una entrevista en EL CORREO el «deseo insano», atribuido a la oposición parlamentaria y a otros entes indeterminados, «de demostrar que en Euskadi hay corrupción». «Y si no ... hay, no hay. Y es bueno que no haya. No hay ni una sola sentencia firme por estos temas. A todos nos debería interesar proteger el sistema político. No entiendo el interés de tirar piedras contra el tejado, no ya del PNV, sino del país», clamaba. Pues bien, desde hoy, ya existe esa sentencia, aunque lógicamente, no es firme y puede ser recurrida. Pero sí es dura. Muy dura. Lo suficientemente dura como para echar por tierra aquellos lamentos de Ortuzar, que «categóricamente» negaba entonces que en Euskadi alguien hubiera podido actuar con impunidad.

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