Urkullu pide «disculpas»

En tono de absoluta solemnidad, y acompañado por el portavoz de su Ejecutivo, Josu Erkoreka, y uno de los hombres de confianza de su equipo, el sociólogo Manu Castilla, Iñigo Urkullu ha hecho un llamamiento a la rectitud ética. Su declaración era importante no solo por ser el líder del Gobierno vasco, también porque presidía el PNV cuando estalló el 'caso De Miguel' hace una década. En ese sentido, Urkullu ha reconocido que los condenados «se valieron de su posición» para orquestar una trama corrupta, pero ha subrayado en hasta tres ocasiones que lo hicieron «buscando el enriquecimiento personal».

Además de defender que actuó con «celeridad, claridad y contundencia», que tomó la decisión de apartar de sus cargos orgánicos y públicos a los acusados en cuanto se conocieron los primeros indicios de delito, y que les solicitó que se dieran de baja de la formación jeltzale, el lehendakari ha defendido la «trayectoria intachable» del PNV.