El Gobierno vasco se reafirma en los ceses en Osakidetza para «mejorar la asistencia sanitaria»

El terremoto generado en la principal organización sanitaria guipuzcoana, que atiende a más de 400.000 personas, parece lejos de zanjarse. Los jefes de servicio del Hospital Donostia encabezan una rebelión contra la cúpula de Osakidetza por lo que tachan de «política suicida». Dos son los principales motivos del enfrentamiento: la integración del centro Onkologikoa en la red pública y el posible traslado del tratamiento del cáncer peritoneal a Cruces. Denuncian, asimismo, la «verticalidad» en la toma de decisiones, en un sistema incluso «dictatorial» según uno de los responsables que presentó su dimisión.

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El Gabinete de Iñigo Urkullu, por el contrario, insiste en que los ceses eran «necesarios» por la «insostenible» situación que se había creado. La crisis ha sido motivo de conversación este miércoles en el encuentro semanal del Consejo de Gobierno, que reúne al lehendakari y los once consejeros. En ese foro, Iñigo Urkullu ha dado la palabra a la consejera Gotzone Sagardui para que explicara las decisiones adoptadas. La titular de Salud, además, comparecerá ante el Parlamento vasco en una fecha aún sin concretar para atender las peticiones de los grupos de la oposición, dos de los cuales (EH Bildu y PP+Cs) exigen su dimisión.

Al término de la reunión, el portavoz del Ejecutivo autonómico ha dejado claro que el lehendakari mantiene su confianza en la consejera de Salud y ha vuelto a defender que Osakidetza es un servicio público que «trabaja en red». «Quienes asumimos responsabilidades nos comprometemos a trabajar en una orientación definida y, si no estamos de acuerdo, lo normal es que nos apartemos», ha asegurado Zupiria sobre las destituciones de la gerente, Itziar Pérez, y la directora médica, Idoia Gurrutxaga. Dos ceses sobre los que no ha explicado los motivos concretos, pero sí ha asegurado que «habían mostrado resistencias y una opinión diferente» a la de la cúpula del ente público.

De cara al futuro, Zupiria ha informado de que los altos cargos recién nombrados -Agustín Agirre y Ana Bustinduy- se están poniendo ya en contacto «con todas las personas que dependen de la OSI Donostialdea par aasegurar el funcionamiento correcto y necesario del sistema de salud». Preguntado insistentemente por los periodistas, y un día después de que él mismo ofreciera «diálogo» a los profesionales médicos, el portavoz ha evitado aclarar si se constituirá algún tipo de foro específico para dar cauce a las conversaciones.