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El Gobierno vasco se enfrenta una crisis sin precedentes en Osakidetza, que ha descabezado por completo la cúpula sanitaria en Gipuzkoa. Un episodio de ceses y dimisiones encadenados que llega después de una pandemia que ha desgastado todos los ámbitos del Servicio de Salud y ... de un año en el que se han sucedido conflictos que han salpicado la gestión de la consejera Gotzone Sagardui al frente de la sanidad vasca.
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Aunque ninguno como el de esta pasada semana, por el rol de los implicados dentro de la red sanitaria vasca. Rosa Pérez, directora general de Osakdietza cesó el pasado jueves a Iciar Pérez, gerente de la organización sanitaria de Donostialdea, y provocó un incendio que no para de propagarse. Lo hizo, según declaraciones de la ya exgerente, «por no estar alineada con la dirección general de Osakidetza y el Departamento de Salud». Desde entonces se ha producido otro cese, el de Idoia Gurrutxaga, directora médica, y dos dimisiones, las de sus dos subdirectores. Todos ellos cargos de confianza de Salud. Estas bruscas salidas han acabado por dejar la dirección de la mayor área sanitaria de Gipuzkoa totalmente descabezada.
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PATRICIA RODRÍGUEZ | MACARENA TEJADA
La crisis en la OSI de Donostialdea y la forma en la que se ha producido amenazan con despertar otra tormenta política. El PP ha solicitado la comparecencia urgente de la consejera Gotzone Sagardui ante el Parlamento vasco para que explique qué ha sucedido. EH Bildu dará hoy mismo una rueda de prensa para abordar la situación de Osakidetza con estos últimos hechos como eje central.
Iciar Pérez y su equipo se van con el apoyo total de los jefes de servicio del hospital Donostia. El pasado viernes una treintena de responsables médicos se concentraron para mostrar su rechazo a la decisión de Osakidetza de prescindir de la que era su gerente.
Son varios los motivos que están detrás del desencuentro entre el Departamento de Salud y la ya exdirección de la OSI Donostialdea. Uno de los principales son las diferencias sobre cómo llevar a cabo la integración de Onkologikoa en la organización sanitaria. Otro tiene un marcado carácter de enfrentamiento territorial. Según desveló Adolfo Begiristain, uno de los subdirectores médicos dimitidos, Salud ha tomado la decisión de que el hospital Donostia deje de ser reconocido como «centro de referencia en el tratamiento del cáncer peritoneal», una patología de baja prevalencia con apenas 25 casos al año en Euskadi, para que «también» comience a tratarlo Cruces.
De fondo subyace el temor de que en unos años, dentro de su apuesta por concentrar servicios complejos, Osakidetza pueda apostar por unificar esta prestación en el hospital baracaldés, como quiere hacer con la cirugía cardíaca. Por el momento este último proyecto, que implica el cierre y traslado a Cruces del servicio existente en Basurto y de sus profesionales, permanece paralizado de forma cautelar por orden judicial.
Begiristain, en una comunicación remitida a este diario, achaca la decisión de extender al hospital baracaldés el tratamiento del cáncer peritoneal a un «capricho de la consejera de Salud», a quien acusa de «obedecer a criterios políticos o de amiguismo». Y denuncia, de forma tajante, que «estamos en un sistema dictatorial muy pero que muy peligroso, que va en detrimento de la calidad asistencial».
Entre los profesionales de varios hospitales existe la creencia de que Salud quiere apostar por centralizar en Cruces gran parte de los procedimientos complejos que se realizan en Osakidetza, en detrimento de otros centros que los realizan en la actualidad. El hospital baracaldés aglutina seis de los ocho servicios de referencia para el Sistema Nacional de Salud con los que cuenta Euskadi.
En la agenda de Salud está la centralización de otros seis servicios complejos, según figura en la documentación de los Presupuestos vascos para 2023 remitida a los partidos políticos. El que más trascendencia ha tenido es el de la cirugía cardiaca, por la oposición que ha generado entre los profesionales y jefes de servicio de Basurto, que rechazan perder este servicio por la implicación que tendrá sobre el conjunto del hospital. Ese proyecto se comenzó a cocer con Darpón al frente del departamento, lo frenó la pandemia y se ha retomado este 2022. La gerencia del hospital de Cruces la ocupa desde hace dos años María Luz Marqués, esposa del exconsejero.
Precisamente del equipo de Darpón formó parte una de las cesadas en el hospital Donostia. Idoia Gurrutxaga, profesional de reconocido prestigio y valía, fue nombrada directora de Asistencia Sanitaria a finales de 2016. Presentó su dimisión al de un mes.
El terremoto en la OSI de Donostialdea culmina un año de crisis en Osakidetza. Comenzó con la huelga de profesionales en febrero. Continuó en junio tras las palabras de la consejera en un acto con dirigentes sanitarios, farmacéuticos y políticos. Allí dijo que Salud se enfrenta «al reto de trasladar a la ciudadanía que estamos ante un cambio cultural de usos y costumbres en nuestra relación con los recursos sanitarios». También que la población tendrá «que desplazarse con más frecuencia para determinados procesos» y que «habrá consultorios atendidos por servicios de enfermería o, incluso, cerrados en épocas como las vacaciones». 20 ambulatorios fueron atendidos en verano solo por enfermeras. Aquellas palabras generaron el rechazo unánime de colegios de médicos, partidos políticos y sindicatos. Acusaban a Sagardui de «desmantelar» Osakidetza. El propio lehendakari tuvo que salir al paso y asegurar que el Gobierno vasco reforzaría la Atención Primaria.
En octubre el secuestro de un bebé en Basurto evidenció la falta de seguridad en algunas maternidades y obligó a Salud a cambiar el protocolo de acceso a estas unidades. En noviembre un juzgado paralizó de forma cautelar el proyecto de fusión de la cirugía cardiaca en un duro auto en el que expresaba su temor a que «razones económicas» puedan llevar a que aquellos espacios que dejen de ser cubiertos por la sanidad pública pasen a serlo por la privada.
Jueves. Rosa Pérez, directora general de Osakidetza, le comunica a Iciar Pérez, gerente de la OSI Donostialdea, que está cesada. Los jefes de servicio de este hospital reciben un correo electrónico en el que se les convoca para una asamblea urgente el viernes, sin que se les indique el motivo. Treinta minutos después se desconvoca la reunión por orden de los servicios centrales. Por la tarde Iciar Pérez envía un carta interna a la plantilla de la OSI en el que les comunica su destitución.
Viernes. A primera hora una treintena de jefes de servicio del hospital Donostia se concentran en apoyo a Iciar Pérez. A primera hora de la tarde la directora general de Osakidetza cesa por teléfono a Idoia Gurrutxaga, la directora médica de este hospital. La llamada dura «un minuto». Tras conocer la noticia Adolfo Begiristain, subdirector médico, presenta su dimisión.
Sábado. Sagardui rehúsa hacer declaraciones sobre esta crisis en un acto en Vitoria. Maite Martínez, la otra subdirectora médica de la organización sanitaria de Donostialdea, presenta su dimisión. El PP anuncia que solicitará la comparecencia urgente de la consejera Sagardui ante el Parlamento vasco para que dé explicaciones. Bildu tacha de «grave» lo sucedido y advierte que el servicio que presta Osakidetza se está deteriorando «a todos los niveles».
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