Los candidatos buscan el choque para convencer a los indecisos a dos días de las elecciones

Imanol Pradales (PNV), Otxandiano (EH Bildu), Eneko Andueza (PSE-EE), Javier de Andrés (PP), Miren Gorrotxategi (Elkarrekin Podemos), Alba García (Sumar) y Amaia Martínez (Vox) llegaban al encuentro, celebrado en la sala Yimby de Bilbao, conscientes de lo que se juegan. De dónde pueden arañar votos. Los rifirrafes fueron numerosos. En todas las direcciones. «Le pido respeto», le lanzó Otxandiano a Pradales después de que se hubiese referido a él como candidato de Sortu. «Yo aquí representó a EH Bildu. Le pido decoro». «Pero usted es militante de Sortu, ¿no?». «Eso aquí no es relevante», matizó Otxandiano. «Yo considero que es muy relevante», zanjó Pradales.

La convivencia centró el inicio de un debate que se ha prolongado alrededor de dos horas. El cabeza de lista de la coalición soberanista, sabedor de la tormenta que se estaba generando estos días, expresó su «respeto a todas las víctimas», y «a las de ETA en particular». Ha asegurado que la coalición soberanista ha dado «pasos», aunque «seguramente serán insufcientes». A partir de ahí todos los grupos consideró que sus palabras se quedaban muy cortas.

En un debate vivo, con constantes turnos de réplica y alusiones directas, Pradales luchó contra los «discursos catastrofistas» y recordó que Euskadi «roza el pleno empleo», Otxandiano defendió la necesidad de «buscar acuerdos entre diferentes», Andueza volvió a presentarse como el que va a «decidir» quién va a estar en Ajuria Enea, De Andrés aseguró que el País Vasco es «un gran país» pero con unos servicios públicos que «no están al mismo nivel», Gorrotxategi apostó por un Gobierno de izquierdas, García habló de la necesidad de «más feminismo, ecologismo e ideas nuevas» y Martínez puso el foco «en la inseguridad, la imposición linguística y la decadencia de los servicios públicos».

Pradales buscó constantemente el cara a cara con Otxandiano. Y no solo en lo que se refiere a la memoria. El candidato del PNV le reprochó, por ejemplo, su apoyo a la ley de vivienda aprobada en el Congreso o que vaya a quitar las deducciones fiscales por vivienda. «No vamos a quitársela a las 300.000 familias que ya la tienen, pero hay que darle una vuelta». No fue el único choque sobre esta materia. De hecho, generó momentos intensos en todos los frentes.

Mientras Andueza puso en valor la gestion sobre vivienda realizada por los socialistas en el Gobierno vasco en los últimos años -recordó, por ejemplo, que Euskadi es una de las comunidades con más parque público-, De Andrés, García y Gorrotxategi trataron de cuestionar la legitimidad de los socialistas y del PNV para arreglar los problemas existentes cuando llevan décadas gobernando.

El candidato del PP puso el foco en Osakidetza. De Andrés se enzarzó con Pradales y Andueza, a los que acusó de fijarse en modelos de «países en desarrollo», calificó el sistema sanitario como «muy caro» y denunciado que se trata de un modelo «ideologizado». Pradales, que asumió ya su papel como futuro inquilino de Ajuria Enea, aseguró que «mi primera labor como lehendakari será llamar a todos los agentes» vinculados con Osakidetza. Las críticas a Amaia Martínez (Vox) le llegaron sobre todo por sus propuestas sobre inmigración.

Los choques no cesaron. Pradales y De Andrés, por ejemplo, se enfrentaron en un cara a cara sobre el Concierto y su blindaje. Ambos elevaron el tono y pusieron en cuestión la capacidad y conocimiento de su adversario. «¿Pero de verdad quiere usted ser lehendakari?», le lanzó el candidato del PP al del PNV, en un debate que concluyó con otro choque intenso sobre autogobierno.

«¿Si le aprietan los números qué van a hacer en la futura ponencia de autogobierno? ¿Van a impulsar el derecho a decidir para Euskadi?», cuestionó Andueza a Pradales. El candidato del PNV apostó por «un acuerdo entre vascos, el posterior pacto en las Cortes Generales y el refrendo popular». «Me alegra que quiera estar dentro de la Constitución», zanjó el líder del PSE.