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j. ballesteros
BARCELONA
Lunes, 13 de enero 2020
Ernesto Valverde ya es historia del Barcelona, líder de la Liga tras la primera vuelta y en octavos de final de la Champions pero con el técnico sentenciado tras la derrota sufrida hace cuatro días frente al Atlético en la Supercopa de España. Valverde, ... con contrato hasta el próximo mes de junio, fue destituido de forma oficial durante la reunión de la junta directiva del Barça de ayer después de que su presidente, Josep Maria Bartomeu, le comunicase personalmente su despido en la Ciudad Deportiva de Sant Joan Despí y acometiese la contratación de Quique Setién.
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El técnico cántabro, exentrenador del Racing, Las Palmas y Betis, entre otros equipos, ocupa el puesto del primer entrenador destituido a mitad de temporada en el club culé desde hace 17 años, tras Louis van Gaal. Con la negativa de Xavi Hernández y de Ronald Koeman a sustituir ya a Valverde, el Barcelona también barajó los nombres de Mauricio Pochettino, sin trabajo desde que fue destituido el pasado mes de noviembre, y del técnico del filial, Francisco Javier García Pimienta.
Quique Setién (Santander, 27-9-1958) no era el primero en el 'casting' pero ha sido el primero que dio el sí y firma un contrato de larga duración, hasta el final de la temporada 2021-22. Efímero seleccionador de Guinea Ecuatorial en la segunda eliminatoria de la Copa de África de 2008 porque pasaba por allí tras la dimisión del brasileño Antonio Dumas y se lo pidieron como un favor, su estilo de toque tiene mucho que ver con la idiosincrasia del Barça. «Le dije que habría dado un meñique por haber jugado con él», llegó a decir el cántabro en referencia al mítico Johan Cruyff, su ídolo. «¿Entrenar al Barça? Sí, al Sevilla no». Así de rotundo se mostró en una entrevista a la Ser tras ganar 0-2 con el Betis en el Santiago Bernabéu, en el final de la pasada Liga, y hacerse oficial que el club verdiblanco prescindía de sus servicios. Se dejaba querer ya entonces.
La hinchada azulgrana no se olvida de la lección magistral que su Betis impartió en el Camp Nou, en la 12ª jornada de la pasada Liga. Desmontó el plan de Ernesto Valverde, se impuso por 3-4 y su sensación de dominio fue aún mayor. Sus grandes bazas fueron el exazulgrana Cristian Tello y Júnior Firpo, el zurdo fichado esta campaña por el Barça. Profundos y habilidosos, fueron dos cuchillos que penetraron en la zaga culé como cuchillo en mantequilla. Además, la calidad de Lo Celso y la consistencia de Guardado y William Carvalho ahogaron a los centrocampistas locales y dejaron atónita a la afición culé.
Valverde dirigió ayer su última sesión al frente del Barça, y posteriormente se reunió con Bartomeu durante más de una hora para que el presidente le comunicase su despido. El extécnico del Athletic abandonó a las 14.00 horas la Ciudad Deportiva sin hacer declaraciones, mientras que Bartomeu se dirigió entonces al Camp Nou para la reunión con sus directivos y acordar el sustituto de Valverde.
El transcurrir del tiempo decidirá en qué lugar de la amplia memoria culé queda la figura de Valverde, pero su paso por 'Can Barça' deja un poso agridulce tirando a amargo. Su estancia en el banquillo azulgrana deja dos Ligas, una Copa del Rey y una Supercopa de España más en la vitrinas. Pero muchos son los sonrojos que ha vivido el barcelonismo bajo su batuta. La pérdida de identidad en el juego y los bochornos en Champions ante la Roma y el Liverpool han pesado en exceso.
Hay quien defiende, incluso en el seno de la directiva de Bartomeu, que la doble debacle del curso pasado ante el Liverpool (venía de dejarse remontar también ante la Roma un año antes) y el Valencia en la Copa del Rey en la final de Sevilla tuvieron que ser la gota definitiva en el vaso de Valverde. Estos meses han sido de propina para el técnico extremeño porque nada queda del juego culé en el equipo que salta al verde en cada partido. Y eso duele mucho en el sentir diario del aficionado, acostumbrado a no renunciar al estilo incluso en las peores rachas. Quizás ese alejamiento del estilo ha sido lo que más ha ido mermando la confianza del entorno sobre Valverde.
Ya pesen más los resultados o la pérdida de identidad, la derrota en la Supercopa fue el último clavo en su tumba. Han sido muchos los resultados negativos en lo que va de temporada, contando también la imagen mostrada ante el Real Madrid el mes pasado en el Camp Nou.
Ese Barcelona manoseado por el eterno rival hizo saltar todas las alarmas. Valverde deja el Barça con más títulos que antes. Él ha crecido en todos los sentidos como entrenador tras sustituir a Luis Enrique, pero ambas partes se dicen adiós de forma abrupta tras dos temporadas de éxitos en Liga y fracasos en Europa.
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