La periodista mundakarra Irati Jimenez Uriarte ha ganado el Premio Euskadi de Literatura 2022 en la categoría de ensayo en euskera con 'Begiak zabalduko zaizkizue' ('Se os abrirán los ojos'), una mirada crítica, escrita con humor, pasión y sin complejos, al sistema literario vasco y ... al canon literario vasco. Según el jurado, el libro plantea «hipótesis valientes» a través de un texto que «tira de provocación y cuando quiere sabe no ser políticamente correcto». El tono del libro «transmite pasión y amor por la literatura», y tiene un estilo elaborado y personal«.
El libro es, en efecto, un repaso a la literatura, también en el sentido que se le da coloquialmente a la palabra 'repaso'. «Es un ensayo en estilo literario sobre la literatura particularmente centrado en la literatura vasca», lo define su autora. Una parte «es un análisis de la situación actual de esta literatura y otra reflexiona sobre lo que es el ejercicio de la literatura en sí, algo de lo que se habla muy poco». Porque se habla mucho de literatura «pero rara vez sobre el tema, de la obra... se habla, a veces insoportablemente sobre cosas como la soledad del escritor y tonterías así». Pero sobre el ejercicio literario propiamente dicho, «en qué consiste, qué es, la creación, el escenario literario, el tiempo, los personajes, los diálogos, de toda esa parte que obviamente es muy interesante para los escritores, pero también para los lectores, se habla muy poco».
El ensayo, premiado como 18.000 euros a los que se sumarán 4.000 si es traducido a otra lengua, «es una llamada a hacer una literatura en euskera que hable más a sus lectores para que no los siga perdiendo, como se están perdiendo. Y que se reconcilie consigo misma, que sea menos fría». Jimenez insiste en que «tenemos una literatura muy fría, poco cooperativa», hasta el punto de que «nos peleamos mucho, creemos que solo unos géneros o un tipo de literatura, el estricto realismo casi tiránico, es literatura seria. Cuando literatura buena es toda literatura que esté muy bien hecha».
En su apreciación de 'Begiak zabalduko zaizkizue', el jurado considera que el texto es «políticamente incorrecto» cuando se lo propone. «Tampoco me gusta esa expresión», apunta la autora. Porque «yo sí que creo que es importante ser correctos, y rigurosos. No veo nada malo en ser políticamente correctos. No me gustaría hablar de manera que la gente se sintiera dolida u ofendida. Pero entiendo lo que quieren decir». Porque muchas de las cosas «que digo no se suelen decir y suenan un poco duras».
¿Por ejemplo? «Que Euskaltzaindia nos debe un respeto a la soberanía de los hablantes y una unidad de la lengua más finalizada de lo que está. Respuestas mucho más claras y un lenguaje mucho más cercano al lenguaje hablado. Sobre todo a la nación de los euskaldunberris, a quienes se acercan al euskera por primera vez. Hay demasiada confusión y demasiada poca claridad».
La periodista añade que parece vivirse en un «optimismo eterno en el que al mismo tiempo nos quejamos constantemente pero no señalamos los grandes problemas». Como el ya señalado de la pérdida de los lectores, que está empezando a ser real. Podemos pensar que no tiene nada que ver con los libros que hacemos. Si es así, primero, sería raro, y segundo no lo podriamos arreglar. Podemos hacer libros mejores, cada uno los que le dé la gana, pero tenemos una oposición frontal a los libros que gustan a los lectores».