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Diana Martínez
Santurtzi
Martes, 25 de abril 2023, 18:28
Los vecinos de Santa Eulalia, calle de Santurtzi, ven una luz al final del túnel. Tras denunciar «amenazas de muerte» por parte de los okupas del «narcopiso», el juzgado de Barakaldo ha dictado una orden de alejamiento de 200 metros, lo que obliga ... a desalojar a los inquilinos conflictivos de la vivienda. La actuación podrá llevarse a cabo en cuanto el veredicto del magistrado llegue a manos de la Policía. Según ha podido saber este periódico, se espera en breve. La calma en esta comunidad está próxima, pero «hasta que no sepamos que esta gente ya no está aquí, no estaremos al 100% tranquilos, porque no sabemos qué puede pasar. Estamos deseando que esto acabe», expresó este martes a EL CORREO José Ramón Mosquera, uno de los residentes en el inmueble.
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El veredicto del juez aporta calma a los residentes del edificio, atemorizados por los okupas desde hace meses y que en los últimos días han recibido múltiples amenazas. «Os voy a rajar el cuello», «Soy la peor, tened mucho cuidado conmigo», «Voy a llegar hasta el final», «Esto es solo el principio» o «Nos dan igual las consecuencias», son algunas de ellas. «Tenemos miedo. Corren peligro nuestras vidas y las de nuestros hijos, esto no lo podemos permitir, tiene que acabar cuanto antes. ¿Qué hacemos si nos encontramos a esta gente en el portal?», se preguntaba este lunes Mosquera.
Y no solo eso. Durante el fin de semana los inquilinos conflictivos fueron de planta en planta para «increpar, intimidar y amenazar de muerte» a los residentes. «No podemos bajar solos por la escalera. Tenemos que comunicarnos entre nosotros para bajar juntos y estar más seguros por si intentan agredirnos o hacer algo peor. Puede pasar algo muy grave, necesitamos protección. Esto no puede continuar», remarcaba el portavoz de los afectados.
Ante la situación, el Ayuntamiento reforzó la presencia policial en la zona. Concretamente, una patrulla hace guardia las 24 horas del día desde el pasado domingo, cuando se denunciaron las amenazas. De hecho, los agentes están autorizados a acceder al portal y controlar las escaleras para verificar que todo esté en orden y acompañar a algún vecino si lo requiere, para mayor seguridad de los afectados. Y su presencia ya se ha hecho notar. «Esta noche hemos dormido todos», subrayó Mosquera. Llevaban tres días sin poder descansar.
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La situación «ha mejorado mucho» al tener a dos agentes de guardia, ya que los okupas «no han hecho ruido ni montado ningún jaleo por la noche. Nos sentimos protegidos». «No sabemos cuánto va a durar esto, pero nos gustaría que acabara ya», remarcó el portavoz. «Solo queremos vivir tranquilos y en paz por fin», agregó Judith López, otra de las afectadas.
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