Dictan una orden de alejamiento de 200 metros a los okupas del 'narcopiso' de Santurtzi

'Os voy a rajar el cuello', 'Soy la peor, tened mucho cuidado conmigo', 'Voy a llegar hasta el final', 'Esto es solo el principio' o 'Nos dan igual las consecuencias'. Estas son algunas de las amenazas que los inquilinos del narcopiso han proferido en las últimas 48 horas a los residentes del edificio. La situación ha llegado al Juzgado de Barakaldo, donde este lunes se ha celebrado un juicio rápido tras la tramitación de tres denuncias por «amenazas de muerte» por parte de dos integrantes de la vivienda conflictiva. Y hay una cuarta en proceso de gestión.

La sentencia «no es firme aún», subraya Mosquera. Los inquilinos, que no se han presentado a la vista judicial, tienen un plazo de cinco días para apelar. ¿A qué se pueden enfrentar si les condenan? Una multa «irrisoria» de unos 250 euros y, lo más importante para los afectados, una «orden de alejamiento de 200 metros». Aún así, será efectiva en cuanto el veredicto del juez llegue a la Policía de Santurtzi. Según ha podido saber este periódico, se espera en breve. «Tenemos miedo. Corren peligro nuestras vidas y las de nuestros hijos, esto no lo podemos permitir, tiene que acabar cuanto antes. ¿Qué hacemos si nos encontramos a esta gente en el portal? Tienen que tomar medidas ahora mismo. Ni mañana ni pasado, ahora», zanja el portavoz de los afectados.

Durante el fin de semana, sobre todo tras la concentración del sábado, los vecinos han vivido en una «tensión constante», a pesar de la presencia de una patrulla de la Policía Local. «Agradecemos que hayan estado las últimas 24 horas haciendo guardia ante el portal». No obstante, «en cuanto se van para atender otros avisos, han empezado a tirar cosas por la ventana, a hacer ruido a altas horas de la madrugada...», enumera Mosquera. En ese sentido, los inquilinos lanzaron «cristales» a la vía pública desde la vivienda. Y no es lo único. Latas, platos, vasos, tornillos, macetas y hasta una televisión.

«Suben a nuestros plantas para increparnos, intimidarnos... No podemos bajar solos por la escalera. Tenemos que comunicarnos entre nosotros para bajar juntos y estar más seguros por si intentan agredirnos o hacer algo peor», lamenta el portavoz. «Puede pasar algo muy grave, necesitamos protección. Esto no puede continuar». Por ello, hasta que se produzca el desalojo como consecuencia de la orden de alejamiento, la Policía hará guardia en el portal las 24 horas del día. Además, los agentes comprobarán las escaleras del inmueble para ver que todo está en orden y acompañarán a algún vecino si lo requiere.