Bilbao sube un 3% las tasas municipales para recaudar 5,2 millones de euros más en 2024

La concejala de Hacienda, Marta Ajuria, explicó que se trata de unas medidas «calado y muy meditadas». El objetivo prioritario sería «mantener la calidad de los servicios públicos que ofrece el Consistorio y poder hacer frente al incremento de los costes de ejecución de los contratos que presta el Ayuntamiento, como consecuencia del actual contexto inflacionista con el encarecimiento de las materias primas, la crisis energética y la subida de los costes laborales». Además, se busca mantener las cuentas municipales saneadas con el fin de tener margen de maniobra en caso de que se produzca otra situación de emergencia.

Así, el próximo año se va a aplicar, con carácter general, una actualización del 3% en las tasas e impuestos municipales, lo que permitirá ingresar en torno «a los 5,2 millones de euros», una cifra que, con todo, «no llega a cubrir el aumento que se ha producido en los servicios que damos puesto que lo pretendemos es que la repercusión fiscal sea mínima en la ciudadanía». Hay que tener en cuenta que casi la tercera parte de los recursos del Ayuntamiento de Bilbao (que roza los 670 millones de euros en 2023) provienen de recaudación propia.

Entre las novedades, se ha aprobado, en el caso del IBI, la aplicación del recargo de vivienda vacía (25%) en los inmuebles en los que se desarrollen actividades de alojamiento, como son los pisos turísticos. También se recupera la bonificación en el IBI para familias numerosas con diferentes porcentajes en función de los valores catastrales, salvo aquellas de mayor valor. Se estima en unas 1.500 el número de familias bilbaínas beneficiadas.

Dentro del ICIO (Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras), se declaran de interés especial aquellas obras o instalaciones realizadas en Punta Zorrotza y directamente las relacionadas con la producción audiovisual. Se ha aprobado asimismo bonificaciones en las obras orientadas al ahorro de energía, la construcción de nuevas viviendas de protección pública con la finalidad de incentivar la vivienda social y el acceso a personas jóvenes; las que favorezcan el acceso y habitabilidad de personas con discapacidad y para mayores de 75 años, así como la construcción de centros docentes universitarios o de investigación.

Para favorecer al sector de hostelería, se mantienen las tasas de terrazas y veladores, así como las referentes a ocupación de espacio como zanjas, andamios y vallas. Junto a todas estas medidas, se mantendrán los beneficios fiscales y las facilidades de pago existentes a los contribuyentes.

En el caso del IBI, la cuota media de recibos de vivienda por Distrito apenas se incrementará un euro más al mes. Como ejemplo, la concejala ha señalado que el incremento anual en Ibaiondo y Otxarkoaga-Txurdinaga será de 4 euros; en Begoña, Uribarri, Errekalde y Basurtu-Zorrotza de 5 euros; de 6 euros en Deustu, y en Abando será de 11 euros.

Para el principal partido de la oposición, EH Bildu, no se está avanzando hacia «una fiscalidad más justa y progresiva». El aumento de tasas del 3% se ha llevado a cabo sin hacer «un análisis exhaustivo, trasladando la carga fiscal al conjunto de la ciudadanía sin ningún criterio de justicia social». Con todo, la portavoz soberanista, María del Río, se ha felicitado por ver aceptada su propuesta para que las personas mayores de 75 años tengan una bonificación similar a la de las personas con algún tipo de discapacidad en el impuesto por llevar a cabo en sus domicilios obras que se hagan para mejorar la accesibilidad.

Para Elkarrekin las ordenanzas fiscales de Bilbao no presentan «cambios sustanciales en el modelo» ni avanzan hacia «la progresividad y la redistribución de la riqueza», dijo Xabier Jiménez. «Quienes más tienen ven incrementada su cuota lo mismo que quienes menos tienen, un 3%». Lo mismo dijo la portavoz morada, Ana Viñals, que recordó sus propuestas de subir el IBI a los más ricos, endurecer el tratamiento a los vehículos más contaminantes, 'apretar' a las grandes empresas... Aún así, se felicitaron por que el equipo de gobierno asumiese su propuesta de incrementar el impuesto de plusvalía no un 15,6% como estaba inicialmente planteado, sino un 20%.

En el PP su portavoz, Esther Martínez, criticó que el Ayuntamiento hable de «cuánto le cuesta subir la persiana» mientras no es sensible a «cuánto les cuesta hacerlo a los autónomos». «Las familias se tienen que ajustar el cinturón, pero ustedes no». Lo que proponen los populares es la congelación de impuestos porque «estamos en un periodo enormemente inflacionista» que, además, viene acompañado por un aumento de la recaudación foral que nutre las arcas municipales. La propuesta que el PP ha logrado colocar es que suba de un 50% a un 65% la bonificación para obras de accesibilidad en viviendas de personas con algún tipo de discapacidad y que también serán de aplicación, como se pactó con Bildu, a personas mayores de 75 años.

Nora Abete, portavoz del PSE, defendió las nuevas ordenanzas tal y como las diseñó el equipo de gobierno del que forma parte porque buscan que «nadie se quede atrás» y juegan en favor del avance hacia «una sociedad más justa y equitativa y una ciudad más sostenible». En su opinión, «estas tasas e impuestos nos permitirán atender a quien más no necesita».