Bilbao reclama a los bancos más atención en ventanilla y no «relegar a parte de la población»

La propuesta fue aprobada por unanimidad en el pleno municipal de este jueves. Que todas las fuerzas políticas se hayan unido en este propósito es relevante. Pero también que el equipo de gobierno haya accedido a 'apretar' a las entidades con las que opera, y entre las que están las mayores y más implantadas. En concreto, Kutxabank, BBVA, Santander, Caixabank, Laboral Kutxa, Sabadell Guipuzcoano, Fiare Banca Ética y Caja Rural de Navarra. Por supuesto, el llamamiento municipal no tiene nada de preceptivo y existen serias dudas de que surta algún efecto. Porque la Administración local carece de posibilidad alguna de imponer a las entidades un modo de actuar diferente al que deseen. Con todo, que el Ayuntamiento de Bilbao se manifieste en este sentido reviste su importancia por lo que tiene de visibilizar y dar relevancia a un problema que muchas personas sufren en silencio desde hace tiempo. No todo el mundo tiene ni posibilidad ni habilidades para operar 'online'.

La iniciativa partió de EH Bildu, que mencionaba expresamente a Kutxabank, referencia que desapareció en el texto finalmente aprobado por unanimidad y acordado por esta formación y el equipo de gobierno. Así que el llamamiento se dirige a todas las entidades. Jone Goirizelaia, portavoz de la formación soberanista, repasó las dificultades que padecen varios barrios de Bilbao ante el cierre de sucursales y mencionó a Arangoiti (donde hubo recientemente protestas por haberse quedado sin oficinas bancarias), San Francisco, Elorrieta... Raquel González, del PP, se sumó a la iniciativa porque muchos colectivos, especialmente personas jubiladas, «nos hacen la misma petición a todos» los partidos. Pese al tradicional veto de los populares a las iniciativas presentadas por EH Bildu, en este caso «la apoyaremos porque mejora la vida, sobre todo, de las personas mayores».

Por parte de Elkarrekin Podemos, Xabier Jiménez apreció bondades en la propuesta, pero algo insuficientes porque se centra en pedir atención en ventanilla durante franjas horarias, pero no dice nada de recuperar oficinas que ya han sido cerradas dejando a zonas, como la mencionada de Arangoiti, desguarnecidas y con la obligación de bajar a Deusto para hacer sus gestiones. Y eso ocurre, censuró Jiménez, mientras los grandes directivos de la banca «se suben el sueldo» y las entidades «tienen cada vez mayores beneficios». Aún así, «destruyen empleo», criticó, en relación a los ajustes de plantilla en los que están inmersos varios bancos. No obstante, la formación morada también apoyó el texto.

La concejala de Hacienda, Marta Ajuria, recordó que lo que está ocurriendo con la banca «no es un problema exclusivo de Bilbao», sino que se da a nivel general. Así, tiró de datos del Banco de España para precisar que de las 45.662 sucursales que existían en todo el país en 2008, antes de la gran crisis financiera, se ha pasado a 22.392 a finales de 2020, «menos del 50%».

En cualquier caso, la concejala reconoció que «compartimos las inquietudes» por las cada vez mayores dificultades que existen para la atención presencial. Sobre todo, «nos preocupa» que esa situación penaliza de manera especial a «familias con rentas bajas y personas mayores». «Eso supone relegar a parte de la población», admitió.