Casademont Zaragoza 77-63 Surne Bilbao Basket
El Bilbao Basket se inmola en ZaragozaJornada 8 ·
Los hombres de negro desperdician una ventaja de 17 puntos en el tercer cuarto y sonrojan con un parcial de 38-8Secciones
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Casademont Zaragoza 77-63 Surne Bilbao Basket
El Bilbao Basket se inmola en ZaragozaJornada 8 ·
Los hombres de negro desperdician una ventaja de 17 puntos en el tercer cuarto y sonrojan con un parcial de 38-8Costará digerir la derrota de este sábado en Zaragoza. No por perder, que entraba dentro de lo posible, sino por cómo se perdió. Fue vergonzosa e inaceptable la manera en la que el Bilbao Basket se vino abajo cuando tenía todo a su favor. Ganaba ... de 17 en el tercer cuarto (31-48), apegado a su hoja de ruta, impecable en sus labores defensivas y ofensivas, y entonces desapareció sin dejar rastro. Fue a por el tabaco y jamás regresó a casa. Encajó un humillante parcial de 38-8 (lo han leído bien) y entregó una victoria que era suya. Cuesta explicar lo que ocurrió en el Principe Felipe, donde el Surne pasó de andar por las nubes a acabar en el barro. A falta de 16'23 para el final, los vizcaínos ganaban de 17. A partir de ahí, solo metieron 15 puntos y encajaron 46. Más de un entrenador les hubiese hecho volver andando a casa. Y con razón.
Ni se sabe cuántos partidos jugó el Surne en el Príncipe Felipe, donde volaba, tocaba tierra y despegaba otra vez para acabar estrellándose y arder. De repente pulsaba el botón de turbo y viajaba a velocidad de vértigo y luego le entraba la caraja que le condenaba al fuego eterno. Los dos equipos empezaron negados de cara al aro rival, pero los hombres de negro recogían las miguitas de pan canjeadas por un 0-7 de salida. Emir Sulejmanovic, ex del Bilbao Basket y ahora en las filas del Zaragoza, salió sobreexcitado y no atinaba ni siquiera desde la línea de castigo. Andersson le defendía bien y el bosnio se movía en valores negativos. Acabó sin anotar. Adam Smith cogió las riendas y suyos fueron siete de los nueve primeros puntos del equipo. Los maños tardaron cuatro minutos en estrenar su casillero y lo hicieron con un triple de Bell-Haynes. Funcionaba a las mil maravillas la defensa de los vizcaínos, dura, atenta a las líneas de pase y afanada en blindar su espacio aéreo con Hlinason y Killeya-Jones.
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En una cancha siempre complicada para el Bilbao Basket, arropado por más de 200 aficionados en las gradas que fueron felices y terminaron hundidos, los hombres de negro interpretaban bien el guion del partido. Defensa dura, transiciones rápidas y ataques elaborados y bien pensados, con el único pero del acierto. El primer cuarto terminó con un uno de siete en triples (7 de 27 al final). Hlinason protagonizó un dos más uno digno de ser recogido en los 'highlights' de la ACB –falló el tiro libre– y Pantzar puso la máxima (5-15). El resultado se quedaba corto porque la franquicia de Miribilla no aprovechaba bien del todo su labor defensiva. Killeya-Jones estiró un poco más la ventaja (6-17), pero dos canastas de Kravic y Cinciarini cerraron el período inicial con un+7 (10-17).
De la perfección al desastre
La defensa del Surne dejó al Zaragoza con un 4 de 17 en tiros de campo y un uno de seis desde la línea mágica. Las sensaciones eran inmejorables y todavía echaron más perfume los de Ponsarnau con una magnífica salida en el segundo cuarto. Un parcial de 0-8 liderado por Pantzar obligó a los locales a parar el choque. Tsalmpouris puso a los de negro 16 arriba (10-26), momento en el que todo eran vino, rosas y chocolate para el paladar del Surne. Y justo cuando estaba dando un paseo por las nubes, el equipo perdió altura y entró en una crisis en forma de una serie adversa de 14-3. Yusta, Okafor y Mark Smith comenzaron a coser la desventaja agasajados con tres pérdidas casi seguidas de Killeya-Jones y la 'mano invisible'. De aquel 10-26 se pasó al 24-29. Pero los bilbaínos reaccionaron con De Ridder, Tsalmpouris y Pantzar para marcharse al descanso 12 arriba (25-37).
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Robert Basic
No pudo comenzar mejor el tercer período, con un parcial de 4-11 que disparó a los hombres de negro. Andersson, Killeya-Jones, Renfroe y un triple de Adam Smith permitieron a los vizcaínos colocarse 31-48. Partido perfecto, listo para ser ejecutado, y entonces el Bilbao Basket saltó en mil pedazos. Porfi Fisac pidió el tiempo muerto y ahí cambió algo. El Zaragoza se colgó del brazo de Santi Yusta –ocho puntos seguidos y 17 al final– y luego de Mark Smith (23) y empezó a sacudir a su rival. El Surne ya no estaba, desnortado y desubicado, un muñeco de trapo incapaz de jugar su baloncesto, víctima de pérdidas absurdas, faltas en ataque infantiles y permisivo atrás. El Zaragoza olió sangre y completó un parcial demoledor de 22-5, que creció hasta el sonrojante 38-8. Ver para creer.
Mark Smith, Yusta y Gielo ejecutaron a un muerto viviente. El Bilbao Basket solo hizo 26 puntos en la segunda parte, 10 en el último cuarto, una caricatura de equipo. Están por calibrar los daños de esta derrota, humillante y dura por cómo se produjo.
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