Una película de terror de 16 minutos y 23 segundos
Contracrónica ·
Desde el 31-48, a falta de 6'23 para la finalización del tercer cuarto, el Surne perdió 10 balones, falló 16 lanzamientos de campo y un par de tiros libres, hizo dos faltas en ataque y perdonó un mate
Un repaso detallado de los últimos 16 minutos y 23 segundos del partido jugado este sábado en Zaragoza descubre una película de terror protagonizada por los hombres de negro. Después de trabajar en ataque y defensa como estajanovistas, abrir una brecha importante y ponerse 17 arriba (31-48), la estructura del Bilbao Basket colapsó hasta quedarse reducida a escombros. En este tiempo, el que va desde el minuto 6'23 del tercer cuarto hasta el final del encuentro, los muchachos de Jaume Ponsarnau fallaron 16 tiros de campo y dos tiros libres, perdieron 10 balones, cometieron un par de faltas en ataque, se llevaron un tapón y perdonaron un mate cuando más arreciaba la tormenta.
Un triple de Adam Smith obligó al técnico del Zaragoza detener el partido con el 31-48 en el marcador. El Surne rozaba la excelencia en su hoja de ruta y los aragoneses naufragaban contra su defensa, afilada, dura y sin apenas fisuras. Con la autopista marcada y la tabla señalando el camino de la victoria, los hombres de negro sufrieron un apagón monumental que les devolvió a la edad de piedra. Una conversión de tres de Yusta significó el principio del fin. A partir de ahí, todavía con un +14 en el marcador, el Bilbao Basket presentó su dimisión y se dedicó a una incomprensible labor de comisión de errores, lanzamientos fáciles y liberados fallados y regalos difíciles de digerir. Dicho de otra manera, extendió la alfombra roja e invitó al Casademont a entrar andando hasta el salón de su casa y saquearlo.
Después de aquella canasta de Yusta, el Surne falló diez triples y seis tiros de dos, además de errar un par de intentos desde la línea de castigo. La cuesta abajo sin frenos empezó con dos pérdidas seguidas de Rabaseda y Killeya-Jones, una tendencia a la que se sumaron Reyes, Adam Smith y Kullamae. El Bilbao Basket consiguió capear un poco el temporal al cerrar el tercer cuarto todavía cinco arriba (48-53) pese al despropósito que estaba perpetrando.
Aquel 'no mate' de Hlinason
Pero ya no pudo remediar el desastre en los últimos diez minutos. Ahí se cayó con todo y entregó la cuchara con excesiva antelación. Fue doloroso asistir a la desaparición de un Surne que había perdido la brújula y el libro de ruta hasta quedarse sin energía. Así fue el comienzo del último período de los hombres de negro: triple fallado por Kullamae; tiro de dos fallado por De Ridder; tapón a De Ridder; rebote ofensivo de De Ridder; pérdida del equipo; falta personal de Rabaseda; pérdida de Renfroe; recuperación de Renfroe; tiempo muerto de Ponsarnau. Entonces anotó Rabaseda. A falta de 5'51 para el final, Hlinason protagonizó una jugada que reflejó a la perfección lo que le pasaba al Surne. Con el 56-58 en el marcador, el islandés se hizo con la pelota y fue a hundirla. Pero el mate, sin apenas oposición, se le salió. De ponerse cuatro arriba, el Bilbao Basket vio cómo Gielo clavaba un triple que le dolió en el corazón.
Los hombres de negro se vinieron abajo mentalmente y fueron un juguete roto en manos del Zaragoza. En el último cuarto, los de Ponsarnau fallaron seis triples de ocho intentos, cinco tiros de dos de siete lanzamientos y cometieron seis pérdidas. Así acabó un 'corto' de terror de 16 minutos y 23 segundos.
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