«El Baskonia ni me ofreció renovar, ni me deseó suerte, ni me dio las gracias»

– ¿De dónde se saca la motivación para seguir entrenando tantos meses sin equipo?

– Tengo un entrenador personal que no me ha dejado aflojar y por las ganas de jugar al baloncesto después de haber disfrutado tanto en los Juegos Olímpicos. Quería estar en la mejor condición porque sabía que tarde o temprano algún equipo me llamaría.

– ¿Esperaba que le fuera a costar tanto?

– No, en realidad me sorprendió mucho. No tuve ninguna oferta después de los Juegos Olímpicos, donde creo que lo hice bien. Pero qué podía hacer. Yo todavía pensaba en el Baskonia pero la oferta nunca llegó. Así que no podía cambiar nada, solo seguir entrenando.

– ¿Qué sentía entrenando en solitario? ¿Le ha recordado a los periodos que estuvo recuperándose de las dos lesiones graves?

– No, porque cuando eso no podía entrenar ni casi salir de casa. Me perdí dos años y eso fue muy duro. Ahora me ha sentado bien tener un tiempo libre porque llevaba mucho sin parar en casa. Fiché por el Baskonia, pasé el confinamiento en España, ganamos la Liga y enseguida empezamos la pretemporada. Luego preolímpico y Juegos, ha sido mucho trabajo.

– ¿Cómo fue su salida del Baskonia?

– Me fui de Vitoria rápido porque teníamos la concentración con la selección para el Preolímpico, pero antes hablé con el entrenador (Dusko Ivanovic) y con el director deportivo (Félix Fernández) y quedamos en hablar en el futuro. Pero nunca me llamaron. No hubo oferta y me extrañó mucho. Ni siquiera me desearon mucha suerte allí donde vayas, ni me dieron las gracias ni nada. Es difícil de entender porque lo di todo por el club.

– La sensación general es que nadie entendió que no le ofrecieran seguir en Vitoria.

– Lo sé, he leído muchos comentarios y les quiero agradecer a la gente su cariño. Yo estoy igual de sorprendido. Obviamente, yo no tenía contrato y estaban en la obligación de mirar otros jugadores. Ví que ficharon rápido a Marinkovic por tres años, que es más joven que yo, y entiendo que esa fue la decisión.

– ¿Hubiera seguido sin dudarlo si hubiera llegado la oferta?

– Por supuesto porque mi familia estaba encantada. Después del primer año dudamos un poco por la pandemia, pero acertamos plenamente. Ahora ya conocíamos a todo el mundo, muchos sitios para ir a pasear, restaurantes, mis hijos muy contentos en el colegio, yo he jugado dos buenos años, quedamos campeones, el año pasado a un partido del play off de la Euroliga. Poco más podía pedir. Tengo carácter baskonista. El club tomó otro camino y por eso no me puedo enfadar. Son las reglas, pero me hubiera gustado que me dijeran gracias como al resto de jugadores que se fueron.

(El Baskonia no emitió ninguna nota oficial de despedida de Dragic, aunque Félix Fernández sí le dedicó unas palabras de agradecimiento en agosto, en la presentación de Granger y Baldwin: «Nos lo ha dado todo. Es de esos que te deja huella, muy buena persona y gran jugador. La situación del equipo y la configuración nos ha llevado a esta situación, por la que inicialmente no va a continuar»).

– ¿Y con Dusko Ivanovic cómo acabó? ¿Le ha escrito algún mensaje estos días?

– No, no he hablado con Dusko. Creo que no es el momento. Siento que será duro y estará dolido por tener que dejar el Baskonia a mitad de temporada y no haber logrado sacar el mejor rendimiento de la plantilla. Pero ellos han decidido cambiar y no hay nada que hacer.

– ¿Cuál es su mejor momento hasta la fecha, ganar la Liga con el Baskonia o jugar en la NBA?

– Esta es muy difícil (risas). Me voy a quedar con la Liga, fue un título logrado gracias a la unión del grupo. A la NBA fui con muchas expectativas pero apenas tuve oportunidades. A mí me gusta jugar rápido y pensaba que podría encajar mejor.

– ¿Esperaba este mal arranque azulgrana?

– No. Es igual que el Zalgiris. Somos los equipos con mejores aficiones y siempre competimos, pero esto es baloncesto. Hemos cambiado muchos jugadores y necesitamos encontrar la conexión. Pero a nosotros jugar en casa nos hace tener seis jugadores en la pista.

– Después de perder con el derbi con Rytas, tuvieron al público animándoles fuera de las gradas. ¿Cómo están ahora que han ganado partidos en Euroliga?

– Fue muy especial porque yo acababa de llegar al equipo y aluciné con el apoyo. Es increíble. Les da igual perder. Si luchas, te animan. Nunca había vivido esto en mi carrera.

– ¿Qué tal la aclimatación a Kaunas?

– Está bien, aunque todavía estoy viviendo en un hotel. Muchas cosas han cambiado. Aquí nieva mucho más y echo de menos la cultura española, que es mucho mejor para mí y mi familia. Pero nos iremos adaptando.

– ¿Qué sabor le quedó en los Juegos?

– Fue una pasada. Antes ya vivimos una gran experiencia en el Preolímpico. Fue una pena no lograr una medalla, pero creo que hicimos un gran torneo y nuestro país nos lo agradeció. Tenemos una gran conexión en el equipo nacional, somos una gran familia y estamos impacientes por jugar el Eurobasket del año que viene.

– ¿Jugar con Doncic lo hace todo más fácil?

– Por supuesto. Es un fenómeno inusual. Tienes que estar preparado para recibir la pelota en cualquier momento, porque él penetra, se mete entre todos, pero siempre puede sacar la bola.

– Lo único malo que protesta mucho a los árbitros.

– (Risas) Es cierto, pero es uno de los mejores jugadores del mundo, recibe muchos contactos que no le pitan porque no le impiden anotar, pero que igualmente son falta. Quizás a veces es excesivo en sus protestas, pero este verano también he sentido su frustración.