Una noche para alumbrar el camino europeo
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El Athletic busca un triunfo ante el Slavia que le daría el pase virtual a dieciseisavos y reforzaría su idea de acceder a octavos por la vía rápidaEl Athletic llega al partido de este jueves en perfecto estado de revista (21 horas). Con la confianza reforzada por la goleada endosada al Espanyol y la enfermería prácticamente vacía, donde solo queda Unai Simón recuperándose de su operación de muñeca y algunos futbolistas con ... golpes o ultimando su puesta a punto como Oihan Sancet y Mikel Vesga, metidos en la convocatoria, los rojiblancos reciben al Slavia Praga conscientes de que una victoria les expediría el salvoconducto virtual hacia la ronda de los dieciseisavos de final y reforzaría su candidatura de acceder a octavos por la vía rápida. Tendrán que sudar los tres puntos porque enfrente estará uno de los equipos más en forma de Europa, con más fútbol que nombre, solvente en defensa y efectivo en ataque, también subido a la cresta de la ola gracias al impecable desempeño en su liga –10 victorias seguidas– y el botín continental de cuatro puntos logrado gracias al triunfo ante el Ludogorets (0-2) y el empate frente a uno de los 'gallos' de la Europa League como el Ajax (1-1).
Dicen las matemáticas y las previsiones que con ocho-nueve puntos estaría asegurada la presencia entre los 24 primeros de la liguilla y, por tanto, la disputa de la eliminatoria de dieciseisavos –la UEFA lo denomina la fase de 'knockout'–. Tanto el Athletic como el Slavia presentan el idéntico balance de una victoria y un empate en las dos jornadas iniciales y saben que el enfrentamiento de este jueves encierra premios jugosos, anímicos y numéricos, un dos en uno de toda la vida. Sumar siete puntos en tres partidos alumbraría la ruta europea, permitiría adivinar la puerta de acceso a la siguiente ronda y animaría a partirse el alma por acabar como uno de los ocho mejores, lo que daría la clasificación directa para el Top 16 y aligeraría el ya de por sí cargado calendario doméstico y europeo.
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Iñigo Agiriano
Iván Orio
Después de la igualada en el Olímpico de Roma y la victoria frente al AZ Alkmaar, que también llegó a Bilbao en plena forma y luego saltó en mil pedazos en San Mamés, el Athletic tiene ahora en el radar a un Slavia que se presenta con un balance de 14 victorias, dos empates y una sola derrota en tres meses, la que sufrió frente al Lille en la previa de la Champions y le condenó a bajar un escalón hasta acomodarse en la Europa League. Nunca se han enfrentado estos dos equipos en una competición oficial –solo lo hicieron en aquel par de amistosos en Navidades de 1923, cuando los entonces checoslovacos infligieron la que es hasta ahora la derrota más abultada de los bilbaínos (2-9), primero, y se firmó un empate a cuatro, después– y ahora se verán las caras en un encuentro en el que medirán la potencia de sus dinámicas positivas.
Nada de exceso de confianza
Ernesto Valverde no se fía ni un pelo de los checos y hace bien, sabedor de que se trata de un bloque sólido y con recursos, sobre el papel inferior al Athletic pero incómodo en el terreno de juego. Tiene la experiencia de haberse medido al Slavia en la Champions cuando entrenaba al Barcelona –victoria en Praga (1-2) y empate en el Camp Nou (0-0)–, por lo que saldrá con todo a por el partido. Uno de los puntos de interés tiene que ver con el inquilino de la media punta, donde debe decidir entre el recién recuperado Sancet o un Berenguer que acaba de ser nominado al mejor jugador de octubre en la Liga. «Es un seguro», definió Txingurri al navarro en su comparecencia de ayer en Lezama. En la sala de máquinas, donde se fabrica el fútbol, tienen muchas papeletas de repetir Ruiz de Galarreta y Jauregizar, aunque las constantes rotaciones pueden hacer hueco a Prados. También Paredes oposita al once tras cumplir sanción ante el Espanyol.
Lo positivo es que Txingurri tiene disponible a casi toda su plantilla para afrontar el choque con garantías –cita a 25 futbolistas, con la única ausencia de Simón–, sin olvidar que San Mamés volverá a ser su jugador número 12. Con decir que la asistencia media en lo que va de temporada es de más de 48.000 espectadores por partido basta para reflejar el apoyo que recibirá el Athletic de las gradas. En ellas se acomodarán también los 1.200 hinchas del Slavia, a los que su propio club ha pedido un comportamiento intachable porque, según les recordó, representan al equipo que siguen por Europa y por eso deben ser ejemplares.
Palabras mayores
Los rojiblancos saben que no ganarán con el escudo, sino que necesitarán de fútbol y también de la mística de La Catedral para doblegar a un rival cuyo grueso de la plantilla está formado por jugadores nacionales a los que se unen siete extranjeros de Nigeria, Senegal, Liberia, Noruega, Bélgica, Grecia y Eslovaquia. Su máximo goleador es el joven senegalés El Hadji Malick Diouf, de 19 años, quien lleva cinco tantos en la liga checa, seguido por Chory (3) y Zafeiris (3). Ahora bien, el partido es en San Mamés, entre cuyas paredes suelen empequeñecerse hasta los más grandes. La racha del Slavia es respetable, digna de elogio, pero importará poco cuando el balón eche a rodar. Entonces tendrá enfrente a once leones y un coliseo. Y eso son palabras mayores.
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