Un obligado 'Plan Renove'

El asunto tiene su parte negativa y su lado positivo, como en todos los órdenes de la vida. Los responsables tendrán que tomar decisiones de calado, se supone que algunas duras, en un plazo de tiempo relativamente corto. Es la parte complicada. Lo bueno es que, como contrapartida, la situación les proporciona un gran margen de maniobra para moldear la plantilla que consideren más idónea. De hecho, están obligados a afrontar una remodelación de calado con vistas al medio y el largo plazo. Y hablamos tanto de condiciones económicas como deportivas.

La política cortoplacista que se ha venido practicando en los últimos tiempos ha desembocado en una plantilla envejecida. A los entrenadores se les exigen resultados inmediatos y es comprensible que confíen en aquellos jugadores que les garanticen rendimiento en lugar de apostar por jóvenes promesas que requieren un plazo de adaptación y una paciencia que, si no se suman puntos, pierde la misma afición que pide caras nuevas. Pero está claro que a la vista de la composición actual de la plantilla, se ha llegado al punto en el que urge un 'Plan Renove' que revierta la situación de un grupo que, calendario en mano, tiene más pasado que futuro.

Las urgencias y la exigencia del fútbol moderno también juegan contra el Athletic. Por su propia política, el club está obligado a ser más cuidadoso que nadie en la gestión de la plantilla. Aquí no vale hablar del proyecto de fulanito o de menganito fichando diez jugadores cada verano. El Athletic está obligado a vivir en una perpetua transición, acompasando los relevos para mantener siempre una plantilla equilibrada entre la experiencia de los veteranos y la pujanza de los jóvenes. Cualquier otra cosa es un salto al vacío sin red. Por eso las decisiones que se tomen en los próximos seis meses exigen una perspectiva a largo plazo, sin descuidar el presente pero, sobre todo, valentía para apostar por un libro de ruta bien definido.

Cinco de los once jugadores que acaban contrato son centrocampistas. Todos superan los treinta años. Raúl García, con 37 es el más veterano. Herrera ya ha cumplido los 34, Dani García es solo un año más joven, Muniain tiene 31 y Vesga ya tendrá 31 en junio. El último es el único titular indiscutible, pero es que el otro inamovible en la línea, Ruiz de Galarreta, tiene de la misma edad. Solo Sancet baja la media con sus 23 años. Si todavía se le considera centrocampista y no central, Nolaskoain, a sus 25 años, sería el puente natural para enlazar con los Unai Gómez, Jauregizar y Prados, los llamados a tomar el relevo.

Tres laterales terminan también su compromiso el próximo mes de junio: De Marcos habrá cumplido para entonces los 35 años, Yuri Berchiche tendrá uno menos, y Lekue estará en los 31. El desequilibrio en la línea es patente. Contrasta la veteranía de los laterales con la juventud de los centrales. A sus 28 años Yeray es el mayor. Los actuales titulares, Vivian y Paredes tienen 24 y 23 años. La salida indeseada de Iñigo Martínez ha agravado la descompensación en esta parte del equipo.

Tres delanteros completan el grupo de jugadores con el contrato a punto de vencer: Berenguer, Guruzeta y Morcillo. Un suplente que participa mucho, un titular indiscutible y un cedido. Por edad y rendimiento los dos primeros son, junto a Vesga y Lekue los más claros candidatos a seguir en la nómina rojiblanca. El futuro de los otros siete se presta a más debate y exige un análisis pormenorizado que abarca tanto la trayectoria personal como el papel que pueden interpretar dentro de la plantilla, sin olvidar, claro, las condiciones económicas y temporales que el club considere oportuno para cada caso.