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Uno de los recuerdos que ha quedado para siempre en la memoria de los hinchas del Athletic que estuvieron el 6 de abril en La Cartuja fue su propia imagen saliendo del estadio tras celebrar la victoria de su equipo. Era la suya una procesión ... de gente cansada y aliviada, inmensamente feliz, pero ya sin fuerzas. Cualquiera hubiera dicho, tras consumarse el triunfo, que aquello iba a ser una versión alocada del sambódromo de Río de Janeiro el martes de Carnaval y resultó lo contrario: una lenta retirada, un largo peregrinaje a los hoteles, pensiones y caravanas en busca de descanso. Ya habría tiempo de celebrar el título como es debido el jueves siguiente con la gabarra, pensaban todos. Y así fue.
Estas imágenes de la madrugada del 7 de abril en Sevilla pueden venirnos de forma automática a la cabeza si uno piensa en lo que se puede esperar del equipo en el mes que resta de temporada. Una vez cumplidos con creces los objetivos, con el sobresaliente ya asegurado en el boletín de calificaciones, ¿será la suya una lenta retirada hasta llegar a las vacaciones, donde esta vez nadie criticará que se junten en Ibiza? Habrá que verlo. Lo cierto es que no sería extraño, pero tampoco hay que darlo por descontado. Más allá de suposiciones, seguro que los jugadores no quieren acabar la Liga dando una mala imagen, como han venido haciéndolo en las últimas temporadas. Especialmente, la anterior.
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Javier Ortiz de Lazcano
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Por otro lado, un equipo siempre puede buscarse buenos alicientes. Es verdad que, en determinadas situaciones, no es fácil encontrarlos. Pensemos en tantos y tantos equipos que se dejan ir de mala manera. El caso de la Unión Deportiva Las Palmas, por ejemplo, está en boca de todos. Una vez alcanzados los 37 puntos, los futbolistas de García Pimienta se fueron a la playa, se apalancaron en un chiringuito y no han salido de él: seis derrotas consecutivas. Ahora bien, si uno busca pequeños retos ilusionantes con verdadero interés, puede encontrarlos.
Es el caso del Athletic. Aparte de agotar hasta su extinción matemática las opciones de Champions, los rojiblancos podrían ponerse la meta de los 70 puntos. No es ninguna tontería porque no se trata de una cifra cualquiera. Valverde lo sabe bien. En la temporada 2013-14, su Athletic alcanzó el cuarto puesto con esa puntuación, la mejor del club desde 1983. Aquel año histórico, los rojiblancos ganaron la Liga con 72 puntos (aplicamos la contabilidad de tres puntos por victoria). Y la siguiente, hace cuarenta años, la ganaron con 69.
🔚 𝗠𝗮𝘆𝗼.
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Los 70, por tanto, son una preciosa frontera. A lo largo de la temporada ha parecido asequible. De hecho, se hubiera superado de haber mantenido los rojiblancos su porcentaje de puntuación (64,3%) de las primeras 29 jornadas. Sin embargo, esta mala racha en los cuatro últimos partidos –dos puntos de doce– lo han puesto muy complicado. El Athletic necesita cuatro victorias en estos cinco últimos partidos para conseguirlo.
Otro aliciente sería ponernos en clave de futuro y utilizar este último mes de competición como campo de pruebas. Es evidente que un buen número de futbolistas han perdido chispa y frescura, y que otros están tocados. La intensidad con la que ha jugado este equipo desde agosto pasa factura. Pues bien, teniendo en cuenta que el quinto puesto está asegurado salvo debacle, quizá haya llegado el turno de rotar. Y no sólo lo decimos para dar carrete a jóvenes como Unai Gómez, que ha jugado bastante para ser su primer curso, Adu Ares, Jauregizar o Imanol, sino para dárselo a futbolistas veteranos cuyo futuro está en el aire.
Herrera y Dani García, por ejemplo, terminan contrato y muchos les colocan en la misma situación que a Munian o Raúl García; es decir, fuera de la plantilla a partir del 30 de junio. Pues bien, no estaría mal verles en acción este mes. Y es que se avecina una temporada 2024-25 de una exigencia mucho mayor que las anteriores, con dos partidos por semana desde finales de septiembre.
Las rotaciones serán constantes y este tipo de futbolistas con oficio, de largo recorrido contrastado, cada uno con sus virtudes, pueden ser interesantes en estas circunstancias. Hay que tener en cuenta, además, que el Athletic va a perder a dos referencias en el vestuario como Muniain y 'Rulo', de manera que perder otras dos más podría crear una cierta sensación de vacío. Ya saben, no saber a quién mirar y a quién escuchar cuando vienen mal dadas. En fin, que la temporada no ha terminado. Va a ser muy interesante ver cómo gestiona Valverde su plantilla en este último mes de competición.
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