Athletic 2-2 Valencia
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Athletic 2-2 Valencia
Berenguer rescata un punto sobre la bocinaLos partidos que no se pueden ganar conviene empatarlos y eso logró este domingo el Athletic en el último suspiro ante el joven Valencia de Baraja, que dejó en San Mamés una impecable imagen de equipo con todo el futuro por delante. Siempre que Peter ... Lim se lo consienta, por supuesto. Ya es sabido que los rojiblancos nunca se rinden y esa virtud esencial les permitió igualar en el minuto 96 con un cabezazo de Berenguer a pase de Iñaki Williams, cuya capacidad de resiliencia destacó como pocas veces. Mamardashvili le birló tres goles y en el descuento el partido olía por todas partes a chamusquina, pero aún así siguió intentándolo, picando piedra por su banda, hasta dar la asistencia final que salvó un punto. Aunque estos no eran estos los cálculos de Valverde, hay que dar por bueno el empate. No sólo porque el Valencia lo mereciera –de hecho, pudo merecer hasta la victoria–, sino porque lo cierto es que el Athletic tuvo una mala tarde.
Athletic
Unai Simón, Daniel Vivian, Aitor Paredes (Benat Prados, min. 65), De Marcos, Imanol Garcia, O. Sancet (Muniain, min. 72), Ruiz de Galarreta, Nico Williams (Berenguer, min. 69), Dani García (Vesga, min. 65), Williams y Guruzeta (Villalibre, min. 69)
2
-
2
Valencia
Mamardashvili, Thierry Correia, Gayá, Cristhian Ibarguen, Gabriel Paulista, Selim Amallah (Sergi Canos, min. 58), Pepelu, Francisco Martinez (Foulquier, min. 73), Javi Guerra, Hugo Duro (Yaremchuk, min. 78) y Diego López (Hugo Guillamón, min. 73)
Goles 1-0 min. 31: De Marcos. 1-1 min. 62: Francisco Martinez. 1-2 min. 68: Hugo Duro. 2-2 min. 97: Berenguer.
Los rojiblancos hicieron un fútbol inconexo, precipitado las más de las veces. Les faltó finura y el desequilibrio que deben aportarle futbolistas como Galarreta, Sancet o Nico Williams. Por otro lado, la defensa hizo aguas, sobre todo por la banda izquierda, donde Imanol García de Albéniz lo pasó fatal. Unai Simón tuvo que ser de nuevo el mejor. Son incontables los partidos que, con esas mismas premisas, el Athletic ha perdido de forma irremediable. Que no lo hiciera ante los 'Pipo Babes', que este domingo se presentaron a lo grande en un escenario de campanillas como la Catedral, puede interpretarse como un cambio de tendencia, como una premonición: la de que el Athletic ya no pierde tan fácil como antes. El tiempo dirá si es así.
💥 ¡Un tanto sobre la bocina bien merece esta gran celebración!
— Athletic Club (@AthleticClub) October 29, 2023
Beste behin, eskerrik asko, athleticzaleak‼️#AthleticValencia #AthleticClub 🦁 pic.twitter.com/r3DeFkXzLv
El partido comenzó siendo un pulso muy disputado entre dos equipos que querían jugar a lo mismo y así lo hicieron durante toda la primera parte. La igualdad fue absoluta, con momentos de dominio de uno y otro, de buenas jugadas y de errores, todo ello a un ritmo alto; un espectáculo muy entretenido, demasiado para los intereses del Athletic, que deseaba un mayor control en el teatro de operaciones y no pudo tenerlo. Le faltó precisión en su juego en el centro del campo y el punto de ruptura que necesita de futbolistas como Sancet o Nico Williams, muy desacertado en todas sus maniobras. O visto de otra manera. Al Athletic le sobró el empaque del Valencia, donde Baraja está demostrando que muchas veces hacer de la necesidad virtud y apostar por los jóvenes de la cantera es el remedio para todos los males.
Mal regreso de Imanol
Los levantinos tuvieron las dos primeras ocasiones. Antes del cuarto de hora, el Athletic ya era perfectamente consciente de que sumar los tres puntos iba a ser realmente complicado. Su rival jugaba con valentía y criterio. Paredes se ganó una amarilla a los doce minutos por un agarrón aparatoso a Diego López, que se iba hacia el área como un cohete. En la banda izquierda, Imanol García de Albéniz, al que Valverde dio la titularidad por la ausencia de Berchiche, sufría mucho más de la cuenta. Defensivamente, no parece estar preparado para la categoría. El Valencia vio esa debilidad e hizo mucho daño por su costado.
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En realidad, lo mejor del Athletic en toda la primera parte, aparte de su constancia y animosidad, fue Unai Simón, que ya empieza a ser un espectáculo de portero como no se recuerda en Bilbao desde hace casi cuarenta años. Sus dos paradas en los minutos 37 y 39, la primera a Hugo Duro y la segunda a Amallah con el pie fueron providenciales y permitieron a los rojiblancos llegar con ventaja al descanso haciendo bueno el gol que había hecho De Marcos pasada la media hora entrando hasta la cocina y fusilando por debajo de las piernas a Mamardashvili. Por cierto, si Unai Simón había sido el mejor de su equipo, el portero georgiano lo fue del suyo. Iñaki Williams, al que en esa primera mitad le dejó compuesto y sin gol en dos ocasiones clarísimas, la segunda de ellas un mano a mano clamoroso, puede atestiguarlo.
El caso es que el Athletic llegó al descanso con ventaja, sí, pero con la mosca detrás de la oreja. El partido era un cara y cruz, es decir, una lotería que era necesario evitar. Y no pudo hacerlo. Cuando en el minuto 59 Mamardashvili sacó una mano extraordinaria para despejar al larguero un voleón de Dani García, perdió su oportunidad. Porque lo cierto es que el Valencia continuó hilando fino gracias al talento de ese grupo de chavales como Javi Guerra, Pepelu, Diego López y Fran Pérez que está devolviendo la ilusión a la hinchada de Mestalla. De hecho, viendo el nivel de estos futbolistas y sus ganas de comerse el mundo no es ninguna tontería pensar que este Valencia puede ser un serio rival del Athletic en la lucha por Europa.
Fran Pérez logró el empate en el minuto 61 resolviendo con clase un mano a mano con Unai Simón tras un desajuste defensivo de los rojiblancos. El gol sentó muy mal a los locales y elevó las prestaciones de los chés, que asustaron con una llegada de Hugo Duro salvada in extremis por el portero de Murgia y acabaron firmando el 1-2 tras una bella jugada por la izquierda de Fran Pérez que finiquitó Hugo Duro. El partido pareció torcerse por completo para el Athletic. Valverde acabó prescindiendo de Nico, Sancet, Guruzeta, Dani García... Sus sustitutos –Berenguer, Villalibre, Muniain y Vesga– no dieron la impresión de poder aportar algo nuevo y sugerente. La derrota parecía que iba a caer por su propio peso porque las fuerzas menguaban, las ocasiones empezaban a escasear y Mamardashvili había estado sensacional hasta entonces. Pero el Athletic no deja de intentarlo hasta el final.
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