Athletic 0-1 Elche

Un resumen trágico de toda la temporada

Un tanto de Lucas Boyé en el descuento destroza a un Athletic voluntarioso y gris cuya incapacidad para marcar un gol alcanzó cotas insoportables

Domingo, 28 de mayo 2023

Incapaz de hacerle un gol al colista tras desperdiciar un montón de ocasiones, una de ellas triple en el minuto 71, y apuñalado en el descuento de forma cruel, el Athletic despidió la Liga con un nuevo tropiezo en San Mamés, una auténtica bicoca para ... los rivales esta temporada. Decir que fue una derrota injusta es una obviedad pero no tiene mucho significado. Fue una derrota más, en este caso una que, salvo milagro, le dejará fuera de Europa por sexta campaña consecutiva. La afición acabó pitando a su equipo, cansada de tantas frustraciones acumuladas. Fueron pocos los que se quedaron en las gradas a la despedida de Balenziaga. Algunos, de hecho, se quedaron para pitar a los jugadores en su retirada a vestuarios. En fin, que no pudo tener un preámbulo más triste para su adiós el lateral de Zumarraga.

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Athletic

Unai Simón; De Marcos, Vivian, Paredes, Yuri; Vesga, Sancet (Zarraga, m.60); Iñaki Williams, Muniain (Raúl García, m.60), Berenguer; y Guruzeta (Adu Ares, m.73).

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Elche

Edgar Badía; Josan, Magallán, Bigas (Enzo Roco, m.29), Clerc; Morente, Gumbau, John, Lautaro Blanco (Pere Milla, m.71); Fidel (Raúl Guti, m.78) y Nteka (Lucas Boyé, m.78).

  • Goles 0-1, m.92: Lucas Boyé.

  • Árbitro Valentín Pizarro Gómez (Comité Madrileño). Mostró tarjeta amarilla al local Yuri (m.17), y al visitante Clerc (m.59).

El partido, que da tétrica continuidad a una racha lamentable en el sprint final del campeonato –cinco derrotas, un empate y una derrota, es decir, 4 puntos de 21– se puede resumir en dos únicas jugadas que, a su vez, resumen el devenir rojiblanco esta decepcionante temporada. La primera fue la ya citada en el minuto 71. Difícil de olvidar sin pedir arsénico por compasión. Primero Berenguer, luego Iñaki Williams y por último Raúl García estuvieron en disposición de marcar con claridad y los tres se encontraron con un Edgar Badía bendecido por los dioses que, a estas horas, seguirá observando la jugada e imaginando lo orgullosos que estarán de él, cuando la vean, sus hijos y sus nietos. Que el Athletic no hiciera gol en esa acción fue más que un presagio. Fue como el certificado de una condena que está destrozando al equipo de Valverde. Este domingo sus jugadores batieron todos los récords: 27 remates y 19 córners. Y todo para nada. De expediente X.

La segunda jugada decisiva fue ya en el último suspiro. Ypareció una de esas bromas tan pesadas que uno no sabe separarlas de la crueldad. Los rojiblancos se pasaron toda la segunda parte al abordaje, con sus defectos conocidos de siempre, es cierto, pero también con virtudes suficientes como para meter al Elche en su madriguera, encomendados a Badía. Y en el último minuto de la prolongación, un mal saque de puerta de Unai Simón que interceptó el Elche acabó en una buena contra y en gol de Boyé, que había salido en los último minutos. Fue como para comer cerillas.

Al principio, antes de convertirse en un tremendo disgusto, parecía un partido desangelado, con la peor entrada de toda la Liga. Hasta el sonido del cuerno, el 'irrintzi' y la txalaparta en sus prolegómenos sonaron extemporáneos, como los tambores de guerra de una guerra que había dejado de librarse. Los compases iniciales tampoco ayudaron demasiado a darle algo de interés al choque, aunque en el minuto 7, tras una buena internada de Berenguer por la izquierda, Iñaki Williams estuvo a punto de hacer el 1-0 en un remate que Clerc desvió sobre la raya con la cara. Todo era bastante lento y predecible, tirando a muermo, a partidillo de torneo veraniego. El Athletic intentaba sacar petróleo por las bandas y el Elche intentaba ajustarse y mantener el tipo. Poco más.

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Más pimienta

A partir del cuarto de hora, sin embargo, el partido acabó encontrando el picante que le faltaba. El equipo de Beccacece empezó a mostrar las armas que, en el último mes, le han convertido en un bloque peligroso y descarado por mucho que haya perdido la categoría. Uu buen contragolpe de Blanco por la izquierda que terminó en un tiro alto de Gumbao fue el comienzo de un intercambio de golpes que se prolongó hasta el descanso. Bigas en un remate con el hombro que obligó a lucirse a Unai Simón y Morente en un chutazo impresionante al poste llevaron los primeros temblores a las gradas. El Athletic, sin embargo, no cejaba, sobre todo gracias a la actividad de Berenguer y Williams, ya que Muniain y Sancet apenas aportaban algo potable. Guruzeta, por su parte, trabajaba a destajo y alcanzaba posiciones de remate, pero nunca llegaba a conectarlos.

En esa tesitura, mientras el Elche empezaba a perder un poco el hilo en ataque, el equipo de Valverde mostró su mejor virtud: la insistencia. El problema es que también empezó a exhibir su mayor defecto: sus penurias en la finalización. A Iñaki Williams se les escapó una volea cruzada en el minuto 23, a Muniain le salió un remate flojísimo en el 34, a Guruzeta se le fue alto otro en el 45... Nada nuevo bajo el sol. Lo peor es que fue un presagio de lo que estaba por venir, es decir, de un maremagnum de ocasiones del Athletic que, a base de casta, y siempre percutiendo con Iñaki Williams y Berenguer, logró encerrar a los ilicitanos. De hecho, apenas aparecieron por los dominios de Unai Simón hasta que lo hicieron en la jugada del gol.

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Al acoso rojiblanco, como siempre, le faltó precisión y también algo más de variedad. Por dentro, Muniain y Sancet eran sujetos pasivos y lo extraño que es Valverde les aguantara hasta la hora de juego, cuando les sustituyó por Zarraga y Raúl García. El equipo mejoró. Fue más profundo Con el apoyo de una grada que, en ese momento, no pudo por menos que valorar el sacrificio de sus jugadores, metió una quinta velocidad y las ocasiones se sucedieron en la portería de Badía. No tienen sentido detallar las oportunidades perdidas porque tampoco es cuestión de convertir esta crónica en una esquela. Basta decir que fue una pena que Raúl García no marcara alguna de las que tuvo en el que pudo ser su último partido en un Athletic que no puede estar acabando de peor manera la temporada.

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