Rubén Duarte (El Ejido, Almería, 25 años) tiene grabado su nombre en el lateral izquierdo de Mendizorroza. Joven pero con mucha experiencia en la élite, afronta el reto de dar un paso más y contribuir a que el Alavés sufra menos por la permanencia esta ... próxima temporada. Cree que la concentración en La Manga puede ser positiva para hacer piña.
- No hay mucha distancia de La Manga a Almería. ¿Se sentirá como en casa?
- Mi casa me pilla cerca, sí. Es raro porque normalmente no solemos venir por aquí. Lástima el tema del covid y que no podamos tener público en los partidos. Pero bueno, siempre se agradece un poquito bajar al Sur.
- ¿Qué tal va la pretemporada?
- Esta es la última semana y estamos trabajando y cogiendo los conceptos que quiere el míster para empezar una campaña muy ilusionante. Creo que todos partimos desde cero y con esas ganas de cumplir el objetivo y que no se nos atragante tanto como otros años.
- Javi Calleja decía que los resultados en pretemporada pasaban a un segundo plano. ¿A usted le importan?
- Venimos trabajando todos los días para coger el tono físico y los conceptos, que es lo importante. Pero a nadie le gusta perder, aunque si hay que perder en algún momento que sea ahora.
- ¿Qué les intenta inculcar el técnico?
- Que seamos conscientes de que hay que dar el 200% e ir al máximo en cada balón. Y sobre todo nosotros, porque en una jugada puntual a balón parado o un saque de banda se puede ganar el partido. No tenemos la calidad de otros rivales, pero debemos aprovechar nuestras armas al máximo y eso se empieza a coger en los entrenamientos.
Concentración del Alavés en La Manga
- Y a ustedes, los laterales, ¿qué les pide en concreto?
- Es un juego diferente al que hemos tenido en estos últimos tiempos. Creo que se vio el reflejo al final de la temporada pasada, que fuimos más protagonistas con balón. Y en cuanto se pierda hay que recuperarlo porque esa es la mejor forma de atacar y, al final, de defender.
- El entrenador le da mucha importancia a mantener la solidez defensiva y construir desde ahí el juego. Es una zona del campo sin apenas cambios con respecto a la pasada temporada. ¿Imagino que será positivo?
- Es muy bueno. Se empieza por atrás, desde el portero y la defensa. Y que sigamos la mayoría de jugadores es algo a favor. Nos conocemos y llevamos años juntos. El equipo parte de la defensa, de ahí hacia el ataque. Eso no quita para que los de arriba no tengan que echar una mano en algunas acciones (ríe).
«El entrenador pide que seamos conscientes de que hay que dar el 200% e ir a tope en cada acción»
- Hablaba del sufrimiento del año pasado y los anteriores. ¿Cómo espera la lucha por la permanencia?
- Cada temporada es un mundo. Los rivales se refuerzan, cuesta muchísimo ganar partidos y conseguir la salvación. Somos conscientes de que desde la jornada uno hay que hacer los deberes y no dejar pasar encuentros porque esos ya no vuelven.
- En ese estreno tienen un hueso duro. ¿Cómo ve al Real Madrid y cómo van a llegar ustedes?
- Estamos trabajando muy bien en pretemporada. La semana que viene entrenaremos para intentar hacerles daño y sacar los puntos. Estamos en nuestro campo y hace unas temporadas les ganamos en casa. El año pasado también vencimos en Valdebebas. No tenemos ningún miedo. Vamos con humildad y confiando en nuestro potencial para intentar sumar algo.
«Ayudar a los más jóvenes»
- ¿Qué tal está encontrando a los nuevos fichajes del equipo?
- Bien. Cuando viene gente nueva, se adapta muy rápido porque al final el Alavés es un club muy unido y familiar. Eso con el paso de los años se va notando. Están llegando jugadores jóvenes e intentamos que a la semana se sientan como en casa. Nos van a dar alegrías y aportar mucho.
«El equipo parte de la defensa. Y que sigamos la mayoría de jugadores del año pasado es algo a favor»
- ¿Qué les queda por mejorar en lo que resta de pretemporada?
- Queremos seguir trabajando, hemos venido aquí a unirnos como grupo. La convivencia ayuda a conocer mejor al compañero. Esta semana la vamos a llevar con muchísima ilusión y trabajo sabiendo que es la última de máxima exigencia en el aspecto físico.
- ¿Vienen bien este tipo de concentraciones?
- Sí porque así nos vamos conociendo. La gente nueva se va familiarizando con cada uno de los jugadores. Si hay buen rollo, se demuestra en el campo y salen mejor las cosas.
- Es su quinto año. ¿Ya será uno de los maestros de ceremonias?
- Siempre intento hacer mi trabajo y ayudar a los más jóvenes, también los que suben del filial, para hacerles más fácil la convivencia, los partidos y los entrenamientos. En cualquier momento el míster puede recurrir a ellos.
- ¿Se siente importante con Calleja?
- Me siento importante, sí. Trato de hacer mi trabajo y de dar todo por el compañero, siempre al 200% para que el equipo se sienta beneficiado. Competimos para ganar y ayudar al bloque. Me siento muy feliz de la faena que hago.
- Le quedan dos años de contrato. ¿Piensa en su futuro o todavía es pronto?
- Queda mucho. Desde que llegué me he centrado en el día a día. No tuve unos inicios fáciles, pero creo que es el mejor ejemplo. A base de sacrificio, esfuerzo y humildad me gané mi puesto y trabajo para que el míster cuente conmigo.
«Nos ayuda a conocernos. Si hay buen rollo, eso se demuestra en el campo y salen mejor las cosas»
- En unos días vuelve el público a Mendizorroza. ¿Hablan en el vestuario sobre el tema?
- El día del debut será un día grande. ¡Qué mejor que conseguir los tres puntos contra ese rival! Y luego a celebrarlo todo el mundo, porque si vuelve el público a las gradas es sinónimo de que se están haciendo las cosas bien.
Su estreno goleador en Primera, en «una fecha marcada»
Rubén Duarte supera, con menos de 26 años, los 150 partidos en Primera. Aunque hasta hace apenas un puñado no había logrado marcar un gol. Lo hizo ante el Granada, en la penúltima jornada. Una fecha especial. «Se me estaba resistiendo un poco. Fue el 2-0 que nos daba respiro. Si no ganábamos, dependíamos de otros resultados. ¡Qué mejor momento! Además fue el cumpleaños de mi madre ese día, así que fecha marcada, todo redondo», celebra. El tanto sirvió para darle la vuelta a un año difícil de mucha inestabilidad. Con Calleja se invirtió la situación. «Javi nos dio un cambio psicológicamente. Nos decía que éramos buenos pero que nos faltaba esa confianza. Y él nos la dio», sentencia.