La Seguridad Social se colapsa en Álava con esperas de meses para tramitar jubilaciones

Sindicatos y Subdelegación de Gobierno achacan los graves problemas a la falta de un 45% del personal

Domingo, 19 de febrero 2023, 00:56

Una veintena de personas espera ante la sede de la Seguridad Social en la calle Dato. Son las 8.15 de la mañana y si no fuera porque el termómetro marca 4 grados, el ambiente estaría caldeado por el enfado generalizado de los usuarios. Ni ... uno está contento y eso que hay de todos los perfiles: jóvenes, al borde de la jubilación, madres, de Vitoria de toda la vida o llegados de otros países. Unos llevan esperando «cuatro meses», otros están en la fila porque «el teléfono de cita previa no funciona» y algunos más porque «a través de la web no hay forma de hacer» el trámite que necesito hacer. El dato que explica el malestar y sus motivos lo facilita de Subdelegación de Gobierno en Álava:falta el 45% del personal. O lo que es lo mismo, de los 24 puestos de trabajo disponibles actualmente están vacantes 11».

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No es un problema solo del territorio, ni siquiera de Euskadi, sino que se produce en las oficinas de toda España desde hace tiempo. La pandemia alejó la atención presencial de los servicios públicos de todo el país y potenció las gestiones telefónicas y online. El problema es que la paulatina vuelta a la normalidad ha traído aparejadas nuevas problemáticas que van desde la imposibilidad de concertar cita previa por teléfono, hasta que no funcionen los trámites a través de la web o que los plazos se dilaten hasta colmar la paciencia del más calmado. Si se añade la reducción de quienes atienden al público y dan curso de los distintos papeleos se completan los ingredientes de la receta del colapso.

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), la más representativa en las instituciones públicas, da una cifra clave para entender lo que está pasado. «Se han destruido 10.000 empleos en 10 años y dos tercios de la plantilla está a las puertas de la jubilación». En las oficinas de Álava, además del cierre de los puestos de Amurrio y Salvatierra, solo desde 2020 «se han jubilado 18 y no se han repuesto esas plazas. Súmale que este año nos vamos 13 más», confirma Miguel Martín Delegado Sindial de UGT en la Seguridad Social, y trabajador de las oficinas de Llodio. Los puestos vacíos se cubren con interinos, «seis en concreto», a los que hay que formar durante unos meses. Para algunos la avalancha de trabajo es demasiado abrumadora. «El martes empezó una de estas seis personas de refuerzo en la oficina de Dato. Al terminar la jornada, lo dejó», desvela Martín.

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La mayoría de quienes se sientan al otro lado de las mesas de atención al público entiende la indignación de los usuarios, porque como cuenta de forma anónima una de las funcionarias de Dato, «aquí se juega con ayudas, con jubilaciones y con cosas muy sensibles y urgentes. Yo entiendo los enfados, aunque espero que la gente comprenda que nuestra situación es terriblemente complicada». Martín apunta que incluso hay trabajadores que incluso «han vuelto antes de una baja por la hospitalización o el fallecimiento de un familiar porque saben que el volumen de trabajo es descomunal para los que se quedan».

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Los representantes de los trabajadores no puede estar más indignados con los responsables de la gestión del servicio. «No hablamos de los directores territoriales, sino de las más altas instancias», apuntan. Se refieren en concreto a la decisión anunciada por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones de poner en marcha un plan que contempla la apertura de todos los Centros de Atención e Información de la Seguridad Social en horario de tarde; que los tiempos de atención sean inferior a 10 minutos; que se incrementen los expedientes por funcionario y día, y que las personas vulnerables por brecha digital y los mayores de 65 años sean atendidos de forma prioritaria, aunque no tengan cita.

10 minutos por persona

Los sindicatos aseguran que estas medidas «vulneran la negociación colectiva porque modifican las condiciones laborales de la plantilla, aumentando su jornada laboral sin ningún tipo de compensación» y cargan contra el tiempo de atención marcado. «No es factible explicar una jubilación en 10 minutos, ni las ayudas de maternidad y maternidad. Llevo 36 años en esto y hay cosas que no bajan de 30-40 minutos si que quieren hacer bien», rebate Miguel Martín desde UGT. Desde el CSIF advierten de que acortar lo que se está con cada persona «sólo supondrá una peor calidad del servicio, porque solo importará el número de expedientes atendidos, a costa de que el trabajador tenga que ampliar su jornada laboral, y no si la gestión se ha resuelto satisfactoriamente».

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  • 10.000 es el número de efectivos que ha perdido la Seguridad Social en la última década en toda España.

  • 18 funcionarios se han jubilado en las oficinas de Álava desde 2020. Se han incorporado 6 interinos.

Fuentes de la Subdelegación de Gobierno en Álava asumen la falta de personal en las oficinas del territorio como fuente de los problemas. Para intentar paliar este «déficit, los servicios centrales de nuestra entidad han realizado en los dos últimos años un gran esfuerzo para la automatización de los procedimientos, a fin facilitar el uso de canales telemáticos que permitan la simplificación de los procesos». Además, «desde mediados de octubre la atención telefónica sin cita previa se ha reducido, incrementándose la atención presencial con la apertura de dos puestos de atención rápida que funcionan sin cita previa, en los que se atienden trámites urgentes, concretos y genéricos».

A los usuarios nada de eso les convence. Sotir Dumitri y Francisca Barroso compartían enfado el pasado martes en la cola de las oficinas de la calle Dato. «Vengo sin cita previa porque es imposible cogerla ni por teléfono, que encima es de pago, ni a través de la web. Yo llevo más de un mes para conseguir que me atiendan y no hay forma. Si te digo la verdad, esto es una mierda», lamentaba el hombre. Los trámites de Abdul para conseguir «los papeles para poder ir a la sanidad de aquí» llevan en punto muerto «varios meses», lo mismo que la tarjeta sanitaria europea del hijo de la juntera del PP Ana Morales, en la cola desde las 08.45 horas de la mañana. «Lo hemos intentado durante varias semana en la web pero no hay forma, así que me he venido a ver si lo consigo», contaba asombrada por lo que Agustina Chico calificaba de «vergonzoso caos».

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Era de la pocas en la temprana cola que acudía con cita y conseguirla fue una odisea. «Después de más de un mes llamando para pedir cita previa estaba desesperada porque necesitaba un papel sí o sí. Al final una conocida me digo que el truco era llamar a las siete de la mañana y funcionó», contaba asombrada. Las historias se repiten cualquier día de la semana y algunas son especialmente llamativas, como la de Juan Antonio Asensio, que tras 4 meses y la ayuda de los amigos para turnarse en las llamadas, logró cita para los papeles de su jubilación.

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