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Las colas para entrar en las oficinas de la Seguridad Social en la calle Dato son habituales y pueden darse a cualquier hora de la mañana. Comerciantes, hosteleros y repartidores se han acostumbrado a convivir con los usuarios del servicio público que cuentan a ... EL CORREO su experiencia. Días, semanas y hasta meses de espera para hacer unos trámites obligados.
Carlos de la Tajada
«No es la primera vez que me veo obligado a venir. Hacer los trámites por la web es casi imposible y al final no te queda otra que recuperar el trato presencial», comenta De la Tajada, que espera para solicitar un documento con el que poder obtener el alta. «A ver si hay suerte...», apunta mientras espera turno.
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Jenis Rico
Aún faltan 40 minutos para que abran las puertas de al oficina de Dato y Jenis Rico ya hace cola. «Sé que se forman colas y las horas que pierdo en el trabajo luego las tengo que recuperar. Necesito un documento para tener tarjeta de Osakidetza y poder ir al médico. Estoy dada de alta pero no aparecen mis datos».
Santiago Segura
«Lo he intentado online y por teléfono y te dicen que no hay fechas disponibles. Y eso que en el caso de la web he abierto el abanico hasta abril. Deberían poner más gente en la atención para evitar estos tapones». Sin cita y a la aventura, este vitoriano espera paciente poder dar curso a su prejubilación.
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H. Rodríguez
Mercedes Cortés
«Vengo directa a la cola porque ya sé que no hay otra alternativa», apunta Mercedes, quien ya tiene experiencia en este terreno. «En una ocasión anterior llamé mil veces y esperé dos semanas para conseguir una cita. No puedo esperar tanto, porque necesito un justificante para cogerme el alta», abunda.
Juan Antonio Asensio
Más de media vida trabajando no es nada comparado con lo que le ha costado conseguir una cita para 'mover' los papeles de su jubilación. A sus 64 años, cuenta su peripecia para ser merecedor de un poco de atención. «Me han tenido que ayudar los amigos a hacer las llamadas para conseguirla», confiesa.
Leticia Piris
Leticia saca su móvil y muestra un mensaje: «Su cita es a las 9.20 horas». «Después de no sé cuánto tiempo intentándolo lo he conseguido, lo daba casi por perdido», confiesa. «Un día incluso me puse a hacer cola para conseguir el documento por miedo a que me expirase el plazo, que termina justo ahora».
Jesús Tovar
«Llevo desde abril esperando una resolución para una pensión de orfandad y vengo a reclamar». Por diferentes trámites, es la novena vez que Jesús hace cola en la calle Dato. «En cuatro me he vuelto sin que me atendiesen. He tratado de conseguir cita online y por teléfono... Me sé la locución de memoria».
Emilio Fandiño
El registro de llamadas del móvil de Emilio no engaña. «Llevo un mes llamando para un trámite de prejubilación y no hay manera. Te remiten a la web o de dicen que llames a un teléfono de Madrid... Para nada porque al final no consigues nada. He venido en mi día libre, porque con mi horario es inviable».
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