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silvia osorio
Lunes, 14 de febrero 2022, 11:37
El repliegue de la sexta ola continúa firme en Euskadi, pero su resaca deja aún noticias muy dolorosas. La comunidad ha iniciado la normalidad este lunes tras el fin de las restricciones con menos de mil contagios diarios, un volumen que no se alcanzaba desde ... hace dos meses y medio, en concreto, desde el pasado 28 de noviembre. En el otro reverso de la moneda, las 108 muertes directas por covid notificadas por el Departamento vasco de Salud. Se trata de la cifra más elevada de toda la pandemia desde que Osakidetza ofrece balances semanales, es decir, desde el verano de 2020. Además, hay que añadir otros 95 ciudadanos que fallecieron por causas indirectas. En total, 203 decesos y 5.874 desde el inicio de la crisis. En la última semana, hay que lamentar pérdidas humanas como la de un veinteañero y cuatro jóvenes de 30 a 39 años -en estos casos Osakidetza no aclara si el virus arrebató sus vidas o si perecieron por otras patologías y estaban contagiados en el momento de su muerte-.
Según el boletín oficial, el País Vasco cerró la semana con casi la mitad de positivos que los contabilizados en los siete días anteriores. Entre el 7 y el 13 de febrero se detectaron 10.421 contagios, 9.800 menos. El descenso de la curva ha tomado velocidad en las últimas jornadas y los principales indicadores epidemiológicos continúan evolucionando de manera favorable, sin fisuras. La tasa de incidencia acumulada a 14 días se sitúa en 1.393 casos por cada 100.000 habitantes, la cifra más baja desde el 21 de diciembre, fechas en las que el patógeno comenzaba a desbocarse por la irrupción de ómicron. Sin embargo, una vez que Osakidetza decidió modificar el protocolo y rastrear a las personas de riesgo, el ámbito hospitalario se ha convertido en la principal referencia para comprobar que la marcha atrás de esta última acometida continúa por buen camino.
Y así es. La presión asistencial continúa a la baja. El informe de Osakidetza da cuenta de un total de 374 pacientes en planta, una cifra similar a la del miércoles pasado. Sin embargo, las UCI han experimentando una importante caída de la ocupación con un total de 76 ciudadanos en situación extrema que precisan cuidados especiales para ganarle la batalla al virus. Se trata de 14 menos que el día anterior, aunque del jueves al sábado se había registrado un repunte, pasando de los 81 críticos contabilizados el pasado miércoles a los 90 de hace dos días.
Algunos de estos contagiados, por desgracia, no conseguirán curarse. Las defunciones son, precisamente, la estadística de la pandemia que más tarda en estabilizarse. Muchos ciudadanos se pasan semanas o incluso meses luchando por salvar la vida. De ahí que, a pesar de la remisión evidente del virus, las cifras continúen elevadas. Sin embargo, en esta última semana se han vuelto a disparar. Los 108 fallecimientos por la acción directa del virus computados entre el 4 y el 10 de febrero suponen el mayor volumen de esta onda epidémica. En la primera semana de enero se registraron 101. Cifras que han superado las mayores cotas holladas en la segunda y tercera ola, cuando Euskadi no sobrepasó el centenar de fallecimientos semanales.
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Terry Basterra
La consejera de Salud del Gobierno vasco, Gotzone Sagardui, ha afirmado que el País Vasco se encuentra ante «una recuperación» y ve el futuro «con esperanza». La emergencia sanitaria ha decaído este lunes y con ella han desaparecido todas las restricciones que el Ejecutivo autonómico aprobó a finales de diciembre para tratar de contener el avance totalmente descontrolado del virus empujado por la variante ómicron, una cepa que rompió todos los esquemas a las puertas de la Navidad con altísimos niveles de transmisión. Así, ya es posible consumir de pie o en barra en todos los establecimientos hosteleros, incluido el ocio nocturno; los horarios y aforos para todas las actividades comerciales y culturales ya no se encuentran restringidas y los grupos de comensales ya no están acotados a diez personas como máximo por mesa.
Una nueva era ante la que la titular del área, no obstante, insiste en pedir «prudencia». En una entrevista en Euskadi Irratia, Sagardui ha rogado no olvidar que «la pandemia sigue entre nosotros». Además, las cifras de contagios de los fines de semana se muestran más bajas por la menor actividad diagnóstica que en jornadas laborales, por lo que no ofrecen la fotografía completa de la pandemia. «Hemos aprendido que no podemos decir lo que sucederá mañana, pero diría que estamos ante una recuperación. Veo el futuro con optimismo, sin perder la prudencia y sin olvidar que la pandemia sigue entre nosotros. La tendencia sigue bajando, y esperanza y recuperación deben ser las palabras de este momento. Debemos mirar hacia adelante», ha destacado.
El gran foco de preocupación se encuentra en las situaciones en las que se puedan generar aglomeraciones, pues son un auténtico caldo de cultivo para la propagación de la infección. Aunque los contagios se encuentran en niveles hasta diez veces más bajos que los observados en los momentos más convulsos de esta acometida -el pasado 4 de enero se llegaron a superar los 14.000 positivos diagnosticados, el récord de toda la crisis-, el volumen de casos aún es elevado, aunque ya semejante a otras fases de la pandemia.
Por tanto, ante la celebración de los carnavales, la consejera ha indicado que «hay que tener cuidado», sobre todo en lugares en los que se puedan producir aglomeraciones de personas, y que, aunque la mayoría de las medidas han quedado desactivadas, ha recordado que algunas sigue en vigor, como la distancia entre personas, la limpieza de manos o la ventilación de lugares cerrados. Por ello, ha reclamado que las celebraciones se adapten a la actual situación.
Cabe recordar que el Departamento de Salud también ha establecido una serie de recomendaciones para las citas donde se da una elevada presencia de personas. A través de una orde solicita a los ayuntamientos con una incidencia acumulada superior a 400 casos que suspendan aquellos actos en los que «prevean que no se puede garantizar el cumplimiento de las medidas preventivas» básicas. La directriz puede afectar al desfile del Carnaval de Vitoria. La decisión final sobre la celebración de estos eventos la toma cada Consistorio.
Por otro lado, ha reconocido que el ritmo en la administración de la tercera dosis de la vacuna «va más lento», aunque ha explicado que principalmente se debe a que en los últimos meses ha habido numerosas personas contagiadas que deben esperar a la toma de refuerzo. Asimismo, ha admitido que también hay «una ralentización» en la vacunación de los menores de 11 años, pero que eso «no solo sucede en Euskadi, sino en general». Entre las razones, ha apuntado los numerosos positivos que ha habido en el último mes y medio y «las dudas» de algunos padres a la hora de vacunar a sus hijos. «Pero insisto, Osakidetza y nuestros pediatras dicen claramente que la vacuna es una medida de protección eficaz. Lamentablemente, a veces también hay menores ingresados en hospitales o UCI por covid o con covid, y la vacuna les ofrece un instrumento para hacer frente a eso. Por lo tanto, mantenemos el llamamiento a los padres para que protejan a sus hijos con todos los instrumentos y la vacuna ha demostrado que es eficaz», ha destacado.
Con la estabilización del virus se espera que la Atención Primaria comience también a recobrar la normalidad. Sagardui ha asegurado que, en la medida en que la sexta ola continúe remitiendo, el objetivo es tratar de recuperar en mayor proporción la presencialidad en los centros de salud. Sin embargo, ha recordado que «seguimos en pandemia, venimos de una emergencia sanitaria y eso no desaparece de un día para otro», y que Osakidetza debe continuar dando preferencia a los enfermos por la covid-19. Con todo, «no diría de ninguna manera que la situación actual en Osakidetza y la de hace un mes y medio son iguales. La evolución positiva de la pandemia ha tenido influencia y hemos recuperado gran parte de la actividad quirúrgica, aún no totalmente, por la pandemia, pero sí en gran medida», ha indicado.
La máxima responsable de la sanidad vasca ha reconocido que «hay cosas que mejorar» en Osakidetza y que «puede haber problemas», pero ha asegurado que «no es momento para la huelga», en referencia a la convocatoria de paro realizada por los sindicatos Satse, ELA, LAB, UGT y CC.OO. los próximos días 25 en la atención primaria y el 28 en el conjunto del servicio vasco de salud.
Sin embargo, Sagardui ha insistido que Osakidetza es «un sistema de salud sólido» y que no existe un problema estructural, tal y como denuncian los sindicatos, más allá de que no haya médicos suficientes en ciertas especialidades. «En Osakidetza no ha habido falta de contrataciones. Tenemos el presupuestos más alto del Gobierno, y crece cada año. Este año están destinados a la salud 1.984 euros por persona, y en el presupuesto, dos de cada tres euros son para el pago de los profesionales y las contrataciones», ha explicado.
Por otro lado, preguntada por la posibilidad de unificar la Unidad de Cardiología de Basurto con la de Cruces y ubicar la sede en Cruces, la consejera Sagardui ha explicado que se trata sólo de una medida organizativa. La consejera de Salud ha subrayado que el objetivo de Osakidetza es ofrecer el mejor servicio y atención posible y que para ello es imprescindible trabajar en red. «La medicina actual tiene procedimientos concretos para los que es necesario unificar el servicio», ha dicho. Además, ha asegurado que los profesionales de Basurto no desaparecerán, sino que trabajarán en otras instalaciones de Osakidetza.
La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, solo informará ya en el Parlamento Vasco sobre la evolución de la pandemia de la covid-19 cuando los grupos parlamentarios así lo soliciten o en los plenos de control en los que se le requiera, al no estar ya en vigor la Ley Antipandemia, tras haber decaído esta pasada medianoche la Emergencia Sanitaria. Sus explicaciones sobre la evolución de la covid-19 en la Cámara Vasca las ofrecerá la consejera a solicitud de los grupos parlamentarios.
En todo caso, Gotzone Sagardui participará en la rueda de prensa habitual de los martes tras la reunión del Consejo de Gobierno para informar de acuerdos o asuntos sobre su Departamento tratados en la reunión o cuando la situación derivada por la pandemia lo requiera. Además, se harán públicos dos boletines semanales, epidemiológico y de vacunas, todos los lunes y los jueves.
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