Cuatro de cada diez consultas de los médicos de familia de Vitoria son aún telefónicas

Pese al compromiso de Salud de ir reduciendo la atención telefónica, aún cuatro de cada diez consultas son no presenciales, según los datos del avance de la memoria de la OSI Araba correspondiente a 2023. En 2019, la proporción era de ocho pases en consulta por tres vía telefónica. Fue el año en que por primera vez en la historia de Osakidetza los médicos de familia y pediatras hacían huelga en Euskadi para denunciar la «precariedad» y el «desmantelamiento» de la Atención Primaria.

Los datos de este informe revelan que los especialistas de familia de los 15 centros de salud de Vitoria y de las consultas de zona rural de casi toda Álava salvo Rioja Alavesa y Ayala atendieron el último año 1,1 millones de consultas tanto presenciales como a distancia. Fueron 110.000 menos que en 2019.

De manera paralela, se han duplicado las consultas de enfermería al pasar de algo menos de 300.000 a 600.000, en números redondos. Portavoces del sindicato Satse creen que este aumento de la carga de trabajo de las profesionales tiene diferentes variables, entre ellas una mayor vacunación, un aumento de la atención de procesos leves autolimitados (enfermedades leves que se resuelven solas con autocuidados) que antes recaían en los médicos y una nueva manera de contabilizar las actuaciones de la enfermería. En la lista no está un incremento «sustancial» de plantilla, señala Satse, que lleva años reclamando cupos propios para estas profesionales. También han crecido las consultas hospitalarias, es decir con especialistas. Son casi 65.000 más que en 2019.

Otro indicativo de la presión asistencial hay que buscarlo en las Urgencias. En 2023, con el servicio centralizado ya en Txagorritxu y el de Santiago especializado en paciente pluripatológico y psiquiatría, se han atendido entre los dos centros nada menos que 174.000 procesos no demorables, a una media de 478 por día incluidas las emergencias de adultos, las pediátricas y las ginecológicas.

En 2019, eran 482 por jornada. Ingresan el 11,5% de las personas que llegan a Urgencias. Algunas en la UCI, un servicio recién renovado al que cada día llegan en estado crítico cinco alaveses.

Para acortar las largas listas de espera que generó lo peor de la pandemia debido al cierre de quirófanos, la OSI Araba ha pisado el acelerador de las cirugías programadas. Así, este último año ha realizado 21.416 (algunas de ellas concertadas con un centro privado) frente a las 16.852 de la era precovid. Tras tener una de las listas de espera más largas de Euskadi en 2021 y 2022, a finales del pasado año la OSI Araba al fin la redujo a menos de 60 días de media, según aseguró su gerente a este periódico.

Tras la concentración de quirófanos en el edificio de servicios centrales, a finales del pasado año los trabajadores de las dos sedes del HUA vivieron su última gran mudanza. De Santiago pasaron Txagorritxu servicios como Neurología, Traumatología o el Código Ictus, pero la reorganización apenas ha afectado al número de camas que suman los dos centros. Según la misma memoria, hay 761, sólo 16 más que antes del covid. La estancia media en el hospital es de casi 5 días y aunque hay momentos en que los hospitales están casi completos, la ocupación media de acuerdo con el mismo informe es del 70%.

Registra más datos como el número de muestras de biopsias que se realizan al año, las pruebas de radiología (más de 270.000) o los partos. Es un secreto a voces que nacen menos niños; 2.025 el pasado año frente a los 2.267 de hace tan sólo cuatro cursos. También caen las consultas de pediatría.