El poder de la microbiota ¿Es el trasplante de heces una solución a la covid persistente?
Las investigaciones de la microbiota son fundamentales en el desarrollo de trasplantes fecales para tratar enfermedades. Un campo de la biomedicina todavía en sus albores, pero con un gran potencial. Ahora ha vuelto a dispararse su interés al vincularse la covid persistente con el deterioro de la flora intestinal. Pero es demasiado experimental y no exento de riesgos.
Viernes, 10 de Febrero 2023, 10:40h
Tiempo de lectura: 3 min
Se busca materia fecal de adultos sanos con una constitución media». El anuncio es real. Lo publicó una universidad que estudia los potenciales beneficios de los trasplantes fecales. No es el único centro que busca excrementos. En Boston se encuentra el banco de heces más importante del mundo, OpenBiome. Y es que el trasplante fecal es lo que parece: utilizar heces de una persona sana y administrárselas a un paciente para que ‘asienten’ en su intestino; en teoría, la microbiota sana ayudaría a restablecer el equilibrio del intestino dañado. La forma más común de hacerlo es por vía anal, a través de enemas o colonoscopio, pero también se puede hacer por vía oral, a través de sonda o en forma de cápsulas.
Qué cura
El proceso del trasplante puede resultar repulsivo como imagen, pero cuando se sufre Clostridium difficile -una bacteria que en su versión más leve causa diarreas y en la más grave puede acabar con la vida (causa 14.000 muertes al año en Estados Unidos)- lo de menos es la ‘estética’ del proceso. El problema con los trasplantes de heces no es ese; es la falta de control: las heces son un cóctel de miles de cepas de diferentes bacterias, virus y hongos y no se sabe qué efectos pueden ocasionar. De hecho, estos trasplantes solo están autorizados para tratar el Clostridium difficile. Pero es un campo con grandes expectativas, de ahí que haya centros como OpenBiome y hospitales, como Vall d’Hebron y el Clinic de Barcelona, que investiguen en ello.
El problema es que hay quien, por desconocimiento o por desesperación, deposita demasiadas esperanzas en este tratamiento. En este momento, son los pacientes de covid persistente. Al no poder establecerse causas ni procedimientos satisfactorios para paliar los efectos del coronavirus a largo plazo, y detectar que su organismo registra una alteración de la microbiota, hay enfermos que han apostado por llevar a cabo trasplantes de heces, en el extranjero, de forma 'alegal' y pagando una considerable cantidad de dinero.
Pero lo cierto es que el único estudio sobre el microbioma intestinal y el coronavirus es el elaborado por científicos de la Universidad china de Hong Kong, que relaciona el covid persistente con alteraciones en las bacterias que viven en el intestino. Sus pacientes con coronavirus persistente presentaron alteraciones intestinales reseñables, como constante en su evolución.
Cuándo surge
El primer trasplante fecal del que se tiene registro es de hace 1700 años. Aparece en un manual de emergencias chino. En 1697, un médico alemán lo recomendaba en un libro titulado: Farmacopea de inmundicias saludables. Ya en el siglo XX, algunos médicos lo consideraron para tratar problemas digestivos, pero la eficacia de los antibióticos eclipsó cualquier otra opción. Ha sido en el XXI cuando los trasplantes fecales han vuelto a la actualidad. Pero es importante conocer sus riesgos. En 2013, la Agencia de Medicamentos estadounidense decidió regular las heces como medicamento y restringir mucho su uso. Y es que nadie conoce sus consecuencias a largo plazo.
Ser donante
Bancos como OpenBiome son muy rigurosos con los donantes. Se descarta a cualquiera con alergias, asma, una historia familiar con cáncer de colon o enfermedades autoinmunes o simplemente una masa corporal elevada. Solo un tres por ciento de los solicitantes pasa la prueba. En OpenBiome bromean: es más fácil que te acepten en Harvard que en el banco de heces. Si un candidato es aceptado, se tiene que comprometer a aportar como mínimo tres muestras a la semana durante al menos dos meses. Por cada entrega pagan 40 dólares.
Escucha a tus tripas
Nuestro estado de ánimo afecta al intestino; solo hay que pensar en lo que a veces nos ocurre antes de un examen o una entrevista de trabajo. Pero ¿y si esa conexión fuese una autopista de doble vía? ¿Y si el intestino afectara al estado de ánimo? Ya se habla de los ‘microbios del humor’, los moodmicrobes, y de la posibilidad de desarrollar psicobióticos.
ordon no oculta su satisfacción por el potencial de este campo, porque no hablamos solo de tratar la depresión o el estrés, también de curar el alzhéimer. «Hay cada vez más evidencia de que los microbios de nuestro intestino influyen en el cerebro. Hay mucha gente brillante estudiando esto». Aunque los resultados son todavía poco consistentes -no se han hecho con humanos-, la posibilidad de que los microbios puedan controlar de alguna manera nuestra mente, hackear nuestro sistema nervioso, tiene su fundamento. En la naturaleza hay claros ejemplos, como el virus de la rabia, que hace que sus portadores sean violentos y agresivos. Y lo hace por su propia supervivencia. Si los infectados muerden o arañan a otros seres, pasan el virus a nuevos huéspedes. Así que no es descabellado pensar que las bacterias del intestino intenten manipular nuestro cerebro para garantizar sus propios objetivos evolutivos.
-
1 ¿Cómo han convertido las adolescentes la medicina estética en algo tan habitual como ir a la peluquería?
-
2 Tres propuestas para que tu dieta antiinflamatoria sea, además de saludable, sabrosa
-
3 Pódcast | Drogas, abortos, abusos... el dolor de Maria Callas en el rostro de Angelina Jolie
-
4 Cada vez más cerca del otro planeta 'habitado': así trabaja el telescopio Tess
-
5 Transnistria, un lugar atrapado en el tiempo (y muy apreciado por Putin)
-
1 ¿Cómo han convertido las adolescentes la medicina estética en algo tan habitual como ir a la peluquería?
-
2 Tres propuestas para que tu dieta antiinflamatoria sea, además de saludable, sabrosa
-
3 Pódcast | Drogas, abortos, abusos... el dolor de Maria Callas en el rostro de Angelina Jolie
-
4 Cada vez más cerca del otro planeta 'habitado': así trabaja el telescopio Tess
-
5 Transnistria, un lugar atrapado en el tiempo (y muy apreciado por Putin)