Desayuno de domingo con... Jaime Chávarri: «Nada de cuotas. Las mujeres están donde están por mérito propio. No hay quien les tosa»
Madrid, 1943. Soy director de cine, de teatro y, sobre todo, profesor. El 1 de septiembre estreno 'La manzana de oro'. Un tipo de película que nunca había hecho: una comedia en un ambiente intelectual.
Viernes, 18 de Agosto 2023, 09:37h
Tiempo de lectura: 2 min
XLSemanal. Es usted también un poquito actor.
Jaime Chávarri. Sí, pero es una frivolidad considerarme actor. Lo que más me gusta es ser profesor. Una vez, una periodista me preguntó que cómo había acabado dando clases con la carrera que tenía como director. Me molestó muchísimo porque hay veces que pienso que mi carrera me ha valido para poder dar clases.
XL. Como en muchas de sus películas, deja su impronta en alguna escena. Esta vez como cura, pero muy antipático...
J.C. ¡Jajaja! Es que de cura tengo poco. En este rodaje he estado de muy mal humor, corriendo, superconcentrado…
«Mi médica venezolana dice que está enamorada de mis análisis, y es lo más bonito que me han dicho nunca»
XL. Llevaba 17 años sin dirigir, ¿qué lo ha animado a volver?
J.C. Que era algo nuevo: una película de tragedias ridículas de las que te puedes reír porque a ti te importan un pito, pero que no dejan de ser tragedias; que nunca había sido guionista hasta ahora; y que muchas de las escenas están rodadas en toma única. Esta película es un milagro.
XL. Varios poetas se reúnen en un pazo gallego y compiten por ganar La manzana de oro. Pero algunos qué mala gente...
J.C. ¿Porque aparecen egos, falsos enamoramientos, vanidades, plagios, envidias…? [ríe]. Como en todas las disciplinas. Pero yo quería que, al margen de los poetas, estuviese por encima de ellos la poesía. Y eso es lo importante porque me he sorprendido muchísimo lo viva que está.
XL. A los 80 años y viendo la temática, ¿huele un poco a testamento vital?
J.C. Pues también [ríe]. Quería que convivieran varias generaciones muy distintas: el rapero, las influencers, el último poeta antifranquista, la monja, el del Opus, el borracho… La he hecho pensando en que es mi última película.
XL. Eso lo pensó también hace 17 años (Camarón) y estoy segura de que habrá más, porque lo veo como una pera [risas].
J.C. Mi médica venezolana dice que está enamorada de mis análisis, y es lo más bonito que me han dicho nunca [ríe]. Pero la verdad es que estoy muy bien leyendo en casa, viendo cine y dando mis clases, que me apasionan. Por cierto, las chicas tienen un altísimo nivel y casi siempre son las mejores, merecen un respeto enorme: muchas veces son las primeras de la clase.
XL. Para los que aún hablan de cuotas...
J.C. Nada de cuotas, están por méritos propios y muy preparadas: no hay quien les tosa. Algunas se equivocan al creer que por ser feministas lo tienen hecho, no es así. Pero, en general, el nivel de mis alumnas es espectacular.
Cacao y... sobrasada
«Tomo un colacao y una rebanada de pan tostado con mantequilla y miel y otra con sobrasada de Mallorca. Mezclando sabores, no soy nada gourmet» [ríe].
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