Eleonora Viezzer Sabia 24 | Física atómica en busca de la fusión nuclear «Mi trabajo es 'construir' un Sol en la Tierra»

La gran esperanza para solucionar la demanda energética mundial es construir un sol en la tierra: la fusión nuclear. Con motivo de nuestro 35 aniversario y en colaboración con la Fundación BBVA, hablamos esta semana con una de las mujeres del equipo internacional que busca hacerla realidad.

Viernes, 14 de Octubre 2022

Tiempo de lectura: 5 min

Esta italiana nacida en Viena en 1986 –profesora de Física Atómica, Molecular y Nuclear de la Universidad de Sevilla– ha colocado a España en primera línea mundial de la investigación en fusión nuclear, una energía limpia, inagotable y segura. La fusión consiste en fundir dos átomos de hidrógeno y convertirlos en un elemento más pesado: el helio. Así funciona el Sol. Este proceso libera una ingente cantidad de energía, sin emisiones de carbono y sin peligro de accidentes radiactivos, como sucede con la fisión. La meta de Eleonora Viezzer, que en 2020 recibió la beca Leonardo para investigadores de la Fundación BBVA, es que un reactor de fusión se conecte a la red eléctrica comercial.


XLSemanal. ¿La fusión nuclear salvará al mundo?

Eleonora Viezzer. Ojalá. ¡Tenemos que hacer algo! No solo para frenar el cambio climático, también para resolver el problema de la energía. La demanda energética mundial es gigantesca y va a seguir creciendo.

XL. Lo que se dice 'matar dos pájaros de un tiro'

E.V. Pero no existe una única solución. En mi opinión, es el 'mix' energético lo que contribuirá a resolver nuestros problemas.

XL. Los pesimistas dicen que estamos a treinta años de la fusión nuclear. Y que siempre lo estaremos…

E.V. Ya no es así. Los avances de los últimos años, sobre todo en materiales superconductores y en el confinamiento magnético, nos hacen pensar que ahora estamos más cerca que nunca.

POR QUÉ PASARÁ A LA HISTORIA
La mayoría de los reactores de fusión nuclear son tokamaks: jaulas magnéticas donde se confina un gas que, al alcanzar temperaturas de millones de grados, se convierte en plasma y emite energía. Pero este plasma ardiente se comporta de una manera difícil de controlar. Viezzer ha diseñado nuevas maneras de domesticarlo.

XL. ¿Cómo de cerca?

E.V. El proyecto internacional ITER (35 países participan en la construcción de un reactor experimental de fusión o tokamak) ya está al 80 por ciento. Y producirá el primer plasma en esta década. Los inversores en el sector privado lo han visto claro. En el sector público también hay interés, pero habría que hacer más.

XL. ¿El primer plasma? ¿Qué es el plasma?

E.V. Un estado diferente de la materia necesario para la fusión. Hay que encerrar un gas en un espacio reducido y calentarlo a millones de grados. Entonces se convierte en plasma. Los átomos de hidrógeno se fusionan y se transforman en helio, liberando energía.

«Rusia sigue en el ITER, el proyecto de fusión. Hubo mucha discusión. Pero se decidió que los científicos deben estar al margen de la política»

XL. El proyecto internacional ITER arranca en 1986 con un acuerdo entre los presidentes de Estados Unidos y la Unión Soviética, lo que supuso un acercamiento entre las dos potencias cuando todavía coleaba la Guerra Fría. Pero hoy la situación internacional complica la colaboración. ¿En qué momento está el proyecto?

E.V. El proyecto está muy vivo. La cámara que contendrá el plasma ya está montada. La altura de las bobinas es impresionante. Estamos todos trabajando a tope. La pandemia nos afectó. Y luego la invasión de Ucrania, porque Rusia es uno de los participantes. Hubo mucha discusión. Pero se decidió que los científicos deben estar al margen de la política y todos los países siguieron adelante. Se ha retrasado un poco, pero el plan es tener el plasma en 2027.

XL. El reactor o tokamak del ITER es una especie de dónut tan grande como un edificio de cinco pisos y con un imán capaz de hacer levitar a un portaaviones. Usted está construyendo uno pequeño en Sevilla. He visto fotos: no se parece a un dónut…

E.V. El del ITER es un tokamak convencional; el nuestro es esférico. Pero la idea es la misma. Sigue siendo una jaula, pero el campo magnético es más compacto, podemos alcanzar presiones más altas y eso nos permite reducir el tamaño.

XL. ¿Y por qué su proyecto despierta tanto interés internacional?

E.V. El comportamiento del plasma es salvaje. Desarrolla fluctuaciones que emiten partículas y energía. Y eso puede dañar las paredes del tokamak. Estamos diseñando diferentes técnicas para que las partículas se mantengan confinadas. Participo en experimentos del Instituto Max Planck (Alemania), pero también en Oxford (Reino Unido), San Diego (Estados Unidos), Japón…

XL. Ha mencionado el Max Planck, donde comenzó su tesis. Ahora trabaja en Sevilla. España es un país donde la 'fuga de cerebros' es un mal endémico. ¿Por qué ha seguido usted el camino inverso?

E.V. La Universidad de Sevilla me ha abierto muchísimas puertas. Me encontré con un grupo muy potente y lo hemos hecho aún mejor. Además, puedo compaginar el mundo académico con la investigación. El cambio con Alemania ha sido muy grande, no lo niego. Pero he conseguido una estabilidad profesional y proyectos que quizá no hubiera conseguido allí.

«Ahora mismo, nadie va ganando. Aún no tenemos una máquina que produzca electricidad neta. Creo que es importante invertir en las ideas»

XL. A ver si nos va a pasar como con la vacuna... España tenía varios proyectos prometedores, pero aún la estamos esperando.

E.V. Con la fusión queremos proporcionar energía para todo el mundo. No digo que pensar en patentes no sea importante, pero nunca deberíamos perder de vista que es un desafío en el que toda la humanidad está implicada.

XL. Ya, pero en este momento hay más de treinta compañías privadas desarrollando sus propios tokamaks. Y luego está China, que está invirtiendo a lo grande… ¿Quién va ganando?

E.V. Ahora mismo, nadie va ganando. Aún no tenemos una máquina que produzca electricidad neta. Creo que es importante invertir en las ideas. Para que España no se quede atrás en la carrera, hace falta una inversión adecuada.

XL. Vamos hacia un mundo en el que cada bloque intenta garantizarse su propia energía. ¿El que primero consiga la fusión va a tener ventaja?

E.V. Puede ser. Pero yo sigo creyendo en la colaboración internacional. Y espero que, si alguien lo consigue, esté abierto a compartir. En esto llevamos décadas colaborando y sería una pena que, en el momento decisivo, no se compartan los resultados. O solo se compartan con los que puedan pagarlo. ¡Espero que no!

XL. ¿No es un poco ingenuo ese idealismo?

E.V. No lo creo. Mantengo colaboraciones con muchos grupos de investigación en todo el mundo. Y, de momento, todos estamos abiertos. Igual cambia la mentalidad, pero si la humanidad quiere sacar adelante la fusión nuclear debemos ir todos juntos.

XL. Usted es hija de italiano y filipina, nació en Austria, estudió en Alemania, trabaja en España… Pertenece a una generación sin fronteras. ¿Cómo ve el futuro?

E.V. Estoy preocupada. Soy italiana. Y no creo en la ideología que ha ganado. El futuro debe ser multicultural. Hay que mezclarse. Por el bien del mundo. Las ideas nuevas surgen cuando bajas un poco la guardia.

XL. El Sol sale para todos. Pero supongo que usted lo mira de una manera especial...

E.V. De niña quería saber por qué brillaban las estrellas. Y ahora intento imitar cómo funcionan. Al fin y al cabo, un reactor de fusión viene a ser como un pequeño Sol.

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