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Carlos Herrera El camino, en primera persona «Caminar implica pensar lo que has hecho, lo que no... ¡Da para mucho!»

El periodista Carlos Herrera es un veterano del camino. Lo recorrió hace 25 años y, desde entonces, es para él un rito anual. Una fidelidad que le ha valido ser nombrado recientemente embajador de honor del Camino por parte de la Xunta.

Jueves, 30 de Junio 2022

Tiempo de lectura: 2 min

Este reconocimiento me llena de satisfacción. Siempre me he sentido embajador del Camino de Santiago: cada vez que puedo, hago didáctica o apostolado de esta experiencia que para mí supone una escapatoria anual de las tensiones de la vida y del trabajo».

«En 1997 lo hice por primera vez. Y desde entonces hay tres o cuatro etapas que vuelvo a hacer anualmente, porque me dejaron prendado. ¡Hago la misma foto cada año y voy viendo cómo voy creciendo!» [ríe].

«Para mí, suponen las auténticas vacaciones: vas tú solo, decides tus horarios, comes donde quieras, duermes donde puedes… y hablas con quien quieras. ¡Como si no quieres con nadie! En cualquier caso, hablas ante todo contigo mismo. Yo suelo empezar solo y, hacia el final, se suman tres amigos, que se han dado en llamar 'los hobbits', y echamos unos días de 'francachela'».

«El consejo que doy siempre a mis amigos es que lo hagan solos o, en todo caso, que caminen en solitario. Luego, ya te encuentras en el lugar de destino con los amigos y compartes la cena, la risa, el gintonic… Caminar implica reflexionar, llevar tu banda sonora, pensar lo que has hecho, lo que no… ¡Veinte kilómetros dan para mucho!».

«Cuando me canso, paro. ¡No es una competición, es un paseo! Hay días que el paseo te exige esa voz interior que te dice: 'Camina, camina, camina'. Y te desafías para cumplir tu metal. Pero es verdad que ya no soy un niño y, si me asalta la fatiga, me detengo».

«La parada del almuerzo es sacrosanta para mí. Yo echo a andar muy pronto, a las cinco y media de la mañana, porque me parece un regalo ver amanecer en el campo. Pero hacia las nueve, si los bares están abiertos, me paro a tomar algo. Sentarme, tomar un café, charlar y luego echar a andar… Eso me entusiasma».


Más info. en: www.caminodesantiago.gal


«No suelo pedir la Compostela: ya me la traje la primera vez y no hace falta llenar la casa de Compostelas… Un año, me regalaron un bastón del Camino personalizado al que le tengo un gran cariño. Y me traigo sobre todo instantáneas, fotografías de la España que añoro. Es un tesoro que me dura todo el año».

Etiquetas: Camino de Santiago
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