ELABORACIÓN
Pelamos y picamos la cebolla. Pelamos también la calabaza, le retiramos las pepitas y la cortamos en dados grandes. En una olla fundimos la mantequilla, agregamos la cebolla y dejamos que sofría aproximadamente 4 minutos. Entonces añadimos la calabaza, le damos unas vueltas e incorporamos el jengibre picado –o aún mejor, si podemos, rallado–, dejando que sofría durante unos minutos más. Vertemos el caldo caliente, lo salpimentamos y hervimos durante unos 45 minutos.
Acabado y presentación: pasados los tres cuartos de hora, trituramos la mezcla a máxima potencia y vamos vertiendo el aceite de oliva virgen extra en fino hilo hasta que quede una crema de textura suave, lisa y cremosa. Rectificamos el sazonamiento. Cuando la vayamos a servir, esparciremos por encima unas gotas de pasta de sésamo negro y las mezclaremos con la cuchara antes de comer la sopa.
Podemos añadir una cáscara pequeña de naranja a la sopa y retirarla antes de triturar la preparación para que deje un gusto cítrico bien interesante.