Tarta 'sablé' de almendras

masa compacta. La refrigeramos envuelta en papel film antes de estirar. Se encamisa un molde de tarta desmontable con mantequilla pomada y harina. Entre dos hojas de papel sulfurizado, se estira la pasta sablé con un rodillo hasta que quede fina. Se retira una de las hojas y se coloca la masa estirada contra el fondo del molde, apretando para que se adhiera.

Se levanta con cuidado la otra hoja y quedará la masa forrando el molde. Con un cuchillo, se elimina el exceso de masa, se cubren el fondo y las paredes con papel aluminio y se cubre con garbanzos secos, para que la masa no se levante al hornearla 9 minutos. Pasados, se saca el fondo de tarta, se retiran los garbanzos y el papel aluminio, dejando enfriar por completo.

3. Acabado: para la tarta, se monta en un bol la nata con unas varillas y aparte, en otro bol, la clara de huevo con los 170 g de azúcar hasta conseguir un merengue firme. En otro bol, se monta la yema con los 70 g de azúcar, hasta que se forme una crema. Se mezclan la nata montada sobre el merengue, con una lengua. Se añade esta mezcla sobre las yemas montadas y se mezcla. Finalmente, se añade la harina de almendra sobre el conjunto y se incorpora hasta que se integre.

4. Último paso y truco: se vierte la masa en el fondo de tarta y se deja en reposo 20 minutos. Pasados, se hornea la tarta 30 minutos. Una vez fría, se espolvorea con azúcar en polvo. Truco: un queso tipo ricota azucarado, unas cerezas al marrasquino y un buen helado de canela acompañan de maravilla.