1
Echamos en un bol el azúcar moreno y la clara de huevo y mezclamos con unas varillas
2
Agregamos la esencia de vainilla, el bicarbonato y la harina, removiendo sin detenernos. Con cuidado, echamos las almendras y las avellanas.
3
Cuando se haya formado una masa, la estiramos sobre la mesa y la cortamos en cuadrados de 3 x 3 cm, formando unas galletas o pastas.
4
Colocamos las galletas sobre una hoja de papel sulfurizado, extendida sobre una bandeja, y horneamos durante 30 minutos.
5
Una vez que estén a temperatura ambiente, espolvoreamos sobre ellas azúcar en polvo y listo
PASO A PASO
1. Precalentamos el horno a 140º C.
En un bol, mezclamos con unas varillas el azúcar moreno y la clara de huevo hasta que la preparación se blanquee y coja un poco de textura.
2. Entonces, agregamos la esencia de vainilla, el bicarbonato y la harina, removiendo sin detenernos en ningún momento. Con sumo cuidado y de forma envolvente, agregamos entonces las almendras y las avellanas a la pasta en el bol.
3. Cuando se haya formado una masa, la estiramos sobre la mesa, sobre la que previamente habremos echado un poco de harina (aproximadamente, 1 cm de grosor). Para estirarla nos ayudamos con un rodillo de pastelería o, en su defecto, bien puede valernos una botella de cristal.
4. Una vez que hayamos estirado la masa, la cortamos entonces en cuadrados de 3 x 3 cm, formando unas galletas o pastas.
Las colocamos sobre una hoja de papel sulfurizado, extendida sobre una bandeja de horno, y la introducimos en este durante 30 minutos.
5. Acabado y presentación. Transcurrido ya el tiempo, las galletas quedarán doradas y con buen aspecto. Las sacamos del horno y las dejamos enfriar. Una vez que estén a temperatura ambiente, espolvoreamos sobre ellas con abundante azúcar en polvo y las guardamos en un recipiente hermético para que no se ablanden y queden crujientes y apetitosas.
Truco
Podemos sustituir las almendras y avellanas por pistachos y cacahuetes, cambiando el aspecto y el sabor de las galletas. Una pizca de sal gorda sobre cada galleta antes de hornearse les dará un contrapunto especial.
El vino
Marqués de Cáceres Excellens Rosé 2017. Este joven rosado riojano, con un agradable abanico de aromas a frutas rojas, es fino y sedoso en boca, con una sensación fresca y vivaz. Ideal como aperitivo o con ensaladas, arroces, cocina mediterránea, pescados y carnes blancas. 8 ¬. Juan Luis RECIO