Borrar
El bloc del cartero

Corruptores

Lorenzo Silva

Viernes, 19 de Abril 2024, 09:33h

Tiempo de lectura: 7 min

Desde ángulos diversos, y a propósito de asuntos diferentes, se ocupan nuestros lectores del impacto que tiene la corrupción. Ya sea en el fútbol o en la administración pública, la pulsión de algunos por monetizar su posición de poder, alcanzada en más de un caso con méritos dudosos, abre una y otra vez vías de agua, o de euros, en la caja y nos toca desayunarnos con noticias de investigaciones judiciales que desvelan los mecanismos de esa sórdida rapiña. ¿Hay acaso una especie de maldición que recae sobre el poder, o sobre cómo se ejerce entre nosotros, y que nos aboca a padecer semejante fealdad? Quien se corrompe no solo lo hace porque puede y está en su condición, sino porque le anima a ello un contexto favorable. El primer corruptor es la relajación de los controles.


LAS CARTAS DE LOS LECTORES

Fútbol bajo sospecha

«¿Por qué le daría ese beso a Jenni Hermoso?», debe de preguntarse Luis Rubiales. Desde los gestos obscenos en el palco hasta ese beso en la entrega de trofeos a las campeonas del mundo, todo le ha ido a peor. Dijo que no dimitiría, tuvo que dimitir: los estamentos deportivos internacionales lo obligaron, y eso que se preciaba de ser amigo del presidente Sánchez. Nada ni nadie pudo salvarlo. Las investigaciones de la UCO revelan un enorme entramado de corrupción en la RFEF. ¿Qué pasa para que de los dirigentes del fútbol, internacionales y locales, nadie quiera abandonar el puesto? En Aragón, el presidente de la FAF ha anunciado que lo deja, pero ha estado treinta y dos años. Excesivo. En Estados Unidos –ante la posibilidad de que el cuatro veces electo presidente Franklin D. Roosevelt influyera en nombramientos de miembros de la Corte Suprema y concentrara así un excesivo poder– surgió la vigesimosegunda enmienda que limita las presidencias a dos mandatos. Así se impide crear redes clientelares, algo así debe ocurrir en el fútbol. La influencia de este deporte, el manejo de enormes cantidades de dinero con escaso y dudoso control, invita a los amigos de lo ajeno a trincar como si no hubiera un mañana por la impunidad que estos dirigentes creen tener. Mientras esto no cambie, la sensación será que todo el fútbol está corrompido y bajo sospecha.

Agustín Aznar Sánchez. Zaragoza


Las manos que les dan de comer

La crueldad de Israel no tiene límites. Mientras vemos a niños que mueren de hambre, sus autoridades siguen con el cinismo de sostener que todas sus actuaciones no son más que autodefensa. Una autodefensa que consiste, ni más ni menos, en matar a niños prematuros, a madres en busca de comida, a enfermos en hospitales y hace poco a siete cooperantes de la ONG World Central Kitchen. Lo peor de este horror es que Netanyahu parece haber perdido la cabeza en su afán de aniquilar a los palestinos. Pero no hay que confundir locura con crueldad y obsesión. Lo que exaspera es la lentitud y el doble rasero con que están reaccionando las potencias occidentales. Joe Biden, el gran aliado, se desgañita con palabras huecas llamando al alto el fuego mientras envía armas con las que seguir los bombardeos, y lanza paquetes de alimentos a la población gazatí, a la que se dispara con proyectiles made in USA. Esta hipocresía, sumada a la indiferencia cómplice de Europa, está apretando el gatillo contra los gazatíes abandonados por todos, menos por los trabajadores de la ONG que querían darles de comer, mientras sin contemplaciones han sido asesinados por Israel. Los niños en Gaza han sido asesinados y mutilados a un ritmo sin precedentes, y los que aún viven están viendo cosas que ningún niño debería ver jamás.

Puri Ferraces. Sestao (Bizkaia)


El modelo de justicia

Tanto la sociedad occidental como la oriental tienen el nexo común del delirio consumista. La técnica se ha convertido en posibilidad de dominación y ha desplazado a la cultura, dando paso al espíritu de competencia y a la peligrosa inhibición del hombre en la organización de la comunidad. La siempre anhelada paz, basada en justicia y libertad, se empieza a basar en un equilibrio del terror. Nos estamos acostumbrando a vivir en un limbo ideológico en el que, paradójicamente, el temor a los cambios deposita en el pensamiento un lodo entorpecedor en el que se ocultan continuas corrupciones que se asumen como un mal endémico de la política nacional. Nuestro país ha de apelar más a la verdad y a la transparencia que a la condena, reflexionando que el modelo de justicia no es un modelo punitivo ni vengativo. Las filosofías de justicia de una sociedad han de estar comprometidas con las necesidades éticas de sus ciudadanos. Es preciso entrar a debatir con rigurosidad y energía todos aquellos problemas que nos afectan. Hemos de lograr ciudadanías activas, poniendo de manifiesto que el voto no agota la expresión popular ni sus reivindicaciones sociales. No olvidemos que todo sistema tiene grietas por las que penetra la luz.

Rafael Blasco García. Pamplona


Invadidos por anglicismos

Han dejado de ser una amenaza y ya son una realidad. Los anglicismos nos han invadido y de qué manera. No hay noticia en la que no aparezcan machaconamente. Les pongo un ejemplo. Un influencer ha subido desde su smartphone en su blog un post del cluster de la moda en el que aparece todo fashion con un outfit informal que le hace ser trending topic en Twitter con más de cien mil likes.  El evento dirigido por un speaker colgó el cartel de sold out y hasta las televisiones lo emitieron en prime time. Al ser un business que genera money una web de marketing tiene su propio link para que las personas se apunten y dejen de verlo como un hobbie. Para participar en el show final habrá que inscribirse de manera online y pasar un casting.  El recibimiento será en el hall de un hostel donde tras una interview se pasará a la zona VIP donde se gratificará a todas las personas que más feeling tengan con un brunch ofrecido por el partner principal. Más o menos así es como pasamos las horas descifrando de qué va lo que nos quieren contar.

Pablo Barrasa Foncea. Fuenmayor (La Rioja)


Mundos paralelos

'Mundos paralelos' es como se denomina a una hipótesis física en la que entran en juego la existencia de varios universos relativamente independientes. El desarrollo de la física cuántica y la búsqueda de una teoría unificada han hecho entrever la posibilidad de la existencia de múltiples universos paralelos conformando un vasto multiverso. Según la teoría cuántica, en dichos mundos podríamos encontrar versiones nuestras que, siendo físicamente idénticas a nosotros, su vida podría diferir mucho de la nuestra. A modo de ejemplo, en esos innumerables mundos paralelos podríamos ser peligrosos delincuentes, grandes personalidades del mundo del espectáculo o cualquier otra cosa que podamos imaginar. La idea de poder ser distintas personas de la que somos resulta muy interesante para cualquiera. No es necesario que recurramos a la física cuántica para saber cómo seríamos en esos otros supuestos mundos. Basta con pensar lo que seríamos ahora mismo de haber nacido en una familia castigada por la pobreza extrema, o en un país donde las guerras son continuas. Probablemente nuestras vidas habrían recorrido caminos completamente distintos, lo cual nos habría convertido en personas diferentes a la que somos ahora. Muchas veces tratamos de buscar respuestas en teorías que aún están por demostrar, cuando lo que tenemos que hacer es mirar a nuestro alrededor para encontrarlas. La siguiente vez que veamos a alguien pidiendo en una esquina, antes de ignorarlo, pensemos que, en otras circunstancias, esa persona podríamos haber sido nosotros.

Zigor Eguia. Elgoibar (Guipúzcoa)


LA CARTA DE LA SEMANA

NIÑOS SIN SUPERVISIÓN

texto alternativo

+ ¿Por qué la he premiado?

Porque la metáfora es cruel, pero más cruel resulta recaer en lo que ya caímos.

En la terraza, a mi lado, en otra mesa, cuatro viejas glorias de un viejo partido político (viejos por obsoletos, no por edad) comentaban su salida del partido. «Tú sigues en el ministerio, ¿no? –decía uno–. Yo aún flipo con que, de no ser por mí, ese año no se habrían sacado los presupuestos». «Sí, sigo allí –decía el otro–, pero es que este se ha cargado el partido». Otro se quejaba de lo duro del cambio al sector privado. Cada cual lloraba más por su nueva vida. Me recordaron a El señor de las moscas, el libro de Golding en el que unos niños, tras caer en avión a una isla desierta, sin sobrevivientes adultos, crean una sociedad en la que unos dominan a otros con terror y justifican incluso el asesinato. Al poco llega a la isla un oficial de la Marina que vio de lejos el humo de una hoguera y les reprocha tamaño espectáculo. Al fin, cazadores y presas se tornan niños y lloran sin consuelo. Lo que hicieron aquellos 'viejos' jóvenes del viejo partido es cierto. Lo hemos visto y oído. ¿Volveremos a sufrir este penoso accidente? ¿Dejaremos otra vez a los niños sin un adulto a cargo?

 Ignacio García-Miguel. Las Rozas (Madrid)

MÁS DE XLSEMANAL